Los bancos españoles superan los 106.000 millones de euros en sus contratos de gestión discrecional de carteras

Los clientes delegan con esta fórmula en la entidad para que gestione una parte de su dinero dentro de unos estándares

Sede de Santander Private Banking.Juan Lázaro

Los contratos de gestión discrecional de carteras, reservados hasta hace una década a los clientes más adinerados, se han generalizado entre la banca española. Tan solo entre las grandes entidades -CaixaBank, Santander, BBVA, Sabadell, Bankinter y Kutxabank- superan ya los 106.000 millones de euros. Bajo esta modalidad de gestión de activos, el particular firma un acuerdo con la entidad para que administre una parte de su patrimonio financiero dentro de unos estándares.

El líder indiscutible en est...

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Los contratos de gestión discrecional de carteras, reservados hasta hace una década a los clientes más adinerados, se han generalizado entre la banca española. Tan solo entre las grandes entidades -CaixaBank, Santander, BBVA, Sabadell, Bankinter y Kutxabank- superan ya los 106.000 millones de euros. Bajo esta modalidad de gestión de activos, el particular firma un acuerdo con la entidad para que administre una parte de su patrimonio financiero dentro de unos estándares.

El líder indiscutible en este tipo de productos es CaixaBank, que a cierre de junio de 2024 tenía 47.760 millones de euros, de acuerdo con datos de Inverco, la patronal sectorial. Le siguen BBVA y Santander, cada uno con cerca de 20.000 millones de euros bajo este formato.

Con los contratos de gestión de carteras, el cliente paga una comisión explícita a la entidad para que mueva su dinero. En el caso de los patrimonios más altos, esas inversiones pueden incluir acciones, bonos y fondos de inversión de otras entidades. En cambio, en los formatos que más se están generalizando, la entidad invierte el dinero en una cartera de fondos propios (de Bolsa europea, Bolsa de Estados Unidos, deuda soberana, bonos corporativos...) y va reconfigurando la cartera según el perfil del cliente y las condiciones del mercado.

Las comisiones por este tipo de servicios oscilan entre el 0,4% anual y el 1,2%, en función de los importes gestionados. A más dinero, menor porcentaje de comisiones a pagar. Eso sí, estos pagos se tramitan con factura y con IVA, a diferencia de los fondos de inversión, donde se cobra la comisión dentro del propio fondo, por lo que el cliente ni la percibe.

Una de las entidades que más pronto apostó por esta fórmula es Kutxabank, que ya acumula 11.600 millones en este tipo de contratos. Joseba Orueta, director de la unidad de gestión de patrimonios del banco vasco es un gran defensor de este modelo. “Hace casi 10 años que empezamos a impulsar este tipo de relación con el cliente, porque creemos que es la vía para tener una mejor alineación de intereses”.

Entre los defensores, argumentan que este formato permite una mayor agilidad a la hora de mover el dinero. La otra vía, la del asesoramiento, hace que sea el cliente quien tiene que ejecutar las recomendaciones que le hace su asesor, lo que provoca que a veces haya demoras, o que se sobrecargue al particular de responsabilidades.

De acuerdo con los datos de Inverco, el 73% del patrimonio distribuido a través de fondos de inversión en España se hace ya por medio de contratos de gestión discrecional y acuerdos de asesoramiento. El restante 27% se distribuye por medio de comercialización directa. Aquí el cliente decide a su libre albedrío que fondo contratar.

La generalización de la gestión de carteras y el asesoramiento ha estado muy vinculada a la normativa europea Mifid II, que ha intentado que haya un mejor alineamiento entre los intereses de los bancos y los clientes, y ha obligado a las entidades a restringir los cobros por asesoramiento a los casos donde se está prestando un servicio valioso. La nueva regulación que se prepara en Bruselas va a ir incluso más allá.

No solo la banca ha apostado en los últimos tiempos por la gestión discrecional de carteras. Aseguradoras como Mapfre, Catalana Occidente, Santalucía o Mutua Madrileña, y sociedades de valores como Indexa Capital o Bestinver, también están optando por esta fórmula.

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