Bolsa europea y la gran rotación
El S&P 500 en la última década ha rentado un 170% aproximadamente, mientras que los dos principales índices europeos, el Eurostoxx 50 y el FTSE 100 británico, han obtenido en ese mismo plazo un 62% y 48%, respectivamente
Resulta conocido para aquellos que siguen las Bolsas que las rentabilidades obtenidas tanto en los últimos años como en plazos más largos de 10 años o más por los índices estadounidenses de referencia, como el S&P 500, versus los principales selectivos europeos han sido muy diferentes, y a favor de los primeros. El S&P 500 en la última década ha rentado un 170% aproximadamente, mientras que los dos principales índices europeos, el Eurostoxx 50 y el FTSE 100 británico, han obtenido en ese mismo plazo un 62% y 48%, respectivamente. Dentro de las Bolsas del Viejo Continente existen también diferencias importantes, con los centroeuropeos como el Dax 30 alemán y el CAC 40 francés registrando plusvalías de aproximadamente el 98% y el 83% en los últimos 10 años, mientras que los del sur de Europa como el Ibex 35 y el MIB italiano acumulan retornos del 30% y del 50%, respectivamente.
Asimismo, es sabido que en los últimos años la rentabilidad del S&P 500 se explica cada vez más por unos pocos grandes valores tecnológicos, llamados siete magníficos. Estas acciones como Apple, Tesla o Nvidia, entre otras, acumulan extraordinarias rentabilidades habiendo multiplicado su valor varias veces. Sin embargo, es quizá menos conocido que la larga historia bursátil está llena de ciclos de bastantes años y en cada uno determinados segmentos del mercado tienen desempeños excelentes o desempeños muy pobres, pero (y es un pero muy a tener en cuenta) que final e inexorablemente terminan.
Las señales de que quizás estamos muy cerca de un cambio de ciclo son realmente fuertes. Por un lado, tenemos unas valoraciones del S&P 500 extraordinariamente excesivas tras unas subidas que no se corresponden con los beneficios y ventas de las empresas que lo componen, y que apuntan a rentabilidades proyectadas para los próximos años realmente modestas. El impacto real de la inteligencia artificial cada vez se pone más en duda. Por otro lado, tenemos mercados e índices de Bolsa con fuerte peso de sectores como el bancario o el de energía en un entorno de tipos que se anticipa más elevado y por tanto beneficioso para dichos sectores, y donde las valoraciones parecen deprimidas en términos absolutos y relativos respecto a otros mercados y a su propia historia.
Las valoraciones no son un buen indicador para tomar decisiones a corto plazo, pero en periodos más largos, que es precisamente el tipo de plazo que hay que considerar para invertir en renta variable, sí son un elemento que aporta valor en términos de mayores rentabilidades a futuro. Curiosamente, las economías y las Bolsas de los PIGS o de Reino Unido, con su Brexit a cuestas, se presentan con vientos de cola en los próximos años.
Juan Manuel Vicente Casadevall, EAFN (Empresa de Asesoramiento Financiero Nacional). Asesor Smart Bolsa
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