David Angulo (Dunas Capital): “Soy un fanático del Atleti, una afición que imprime carácter y te enseña a nadar a contracorriente”
El directivo ha forjado una exitosa gestora independiente de fondos de inversión, con 2.800 millones de euros administrados
David Angulo (Madrid, 1969) no para. Lo primero que hace el presidente de la gestora de fondos Dunas Capital cuando sale de su casa es ir a entrenar boxeo. Lo hace cuatro días a la semana y hasta ha hecho un combate de exhibición en el Florida Park. “Llego al trabajo muy relajado, y es un deporte completísimo”, explica. Esta afición, que mantiene desde hace ocho años, la inició después de tener que dejar de correr, por problemas de rodilla. Llevaba a sus espaldas cinco maratones (42 km) y 30 medias maratones. A lo largo de su carrera ha trabajado en una gestora de fondos internacional, en el negocio de banca corporativa de Bankinter, ha dirigido la filial de seguros de Santander en Reino Unido, ha sido el máximo responsable del negocio de bancaseguros de la multinacional británica Aviva –con 9.000 trabajadores a su cargo y responsabilidad sobre 15 países– y, cuando ya tenía la vida hecha, decidió emprender su propio proyecto empresarial.
“Cuando dejé mi responsabilidad en Aviva, tras varios años viajando por todo el mundo, podría haberme jubilado. Pasé 18 meses cobrando y sin trabajar, por una cláusula de no competencia. Los disfruté mucho y me volqué en mi familia, pero también fue cuando surgió la idea de montar una gestora de fondos especializada”, cuenta el directivo, en las oficinas de la firma, junto al Congreso de los Diputados. “Después de muchos años trabajando para otros tenía el gusanillo del emprendimiento, que me viene de familia”.
David Angulo Rubio es sobrino de Marcelino Rubio, el fundador de Mantequerías Leonesas, una de las primeras tiendas ‘gourmet’ de España. “Sigo teniendo mucha relación con la familia de mi madre. En unas semanas nos reunimos cinco generaciones de los Rubio para comer, y somos más de 100 personas. El ejemplo de mi tío me inculcó el espíritu emprendedor”.
Señas de identidad
- Independencia. Angulo recuerda a menudo que en España la distribución de fondos de inversión la controlan los bancos y las aseguradoras. Eso hace que sus gestoras no sean independientes, porque piensan más en sus accionistas que en sus clientes. “Nosotros somos radicalmente independientes, nos debemos a los partícipes de nuestros fondos, y lo hemos ido demostrando con cada una de las decisiones que hemos tomado”, asevera.
- Costes. El presidente de Dunas Capital recuerda que en los primeros años tenían pocos recursos, y se acostumbraron a ser muy eficientes, a trabajar con pocos medios. “Nacimos pobres, lo que nos ha hecho muy austeros”. La entidad es de las pocas que en los últimos años ha conseguido que sus márgenes crezcan, frente a la tendencia general de estrechamiento.
- Baja volatilidad. La clave de bóveda de sus fondos es un estricto control de la volatilidad, sin importar el vehículo utilizado. Eso les ha permitido esquivar las pérdidas en 2022, cuando casi todos los fondos acabaron en números rojos.
Fue en 2016 cuando Angulo arrancó el proyecto. De la mano de varios socios, entre ellos la familia Alvargonzález (dueños de la naviera Ership), compró la firma portuguesa Dunas Capital y luego la gestora Inverseguros (muy vinculada al negocio asegurador). “Yo había trabajado durante muchos años en la industria, y veía tendencias que serían vientos de popa para el proyecto, como el progresivo envejecimiento de la población, una regulación cada vez más compleja y una estructura de inversiones mejorable en muchas compañías. En un contexto así, Dunas tenía mucho que aportar”.
En los siete años de andadura en España, el grupo ha pasado de gestionar 180 millones a tener 2.800 millones de euros bajo gestión. El ritmo de crecimiento ha sido frenético, con tasas del 33% anual. Y con varios de los fondos gestionados consolidados entre los mejores de España. Pero Angulo quiere más. En un par de años confía en superar la barrera de los 5.000 millones de euros y dar el salto internacional, algo que no ha conseguido ninguna gestora española.
Dunas Capital se ha hecho un hueco con un estilo de gestión único, que prioriza el qué frente al cómo. La firma tiene fondos que se plantean objetivos de rentabilidad y volatilidad y, dentro de sus parámetros, utilizan cualquier tipo de activo financiero para lograrlo. Dunas también tiene un equipo especializado en activos alternativos, que compra desde aviones hasta colegios.
Su experiencia en el sector asegurador le ha llevado a conocer muy bien las necesidades de sus clientes, que suelen ser bancos, compañías de seguros y bancas privadas. Durante mucho tiempo jugó en las grandes ligas: cuando trabajaba para Santander fue el encargado de orquestar la venta de la filial aseguradora británica, por la que el grupo ingresó 5.200 millones de euros, y cuando trabajaba para Aviva, gestionó el cierre de varias alianzas con cajas de ahorros, lo que le reportó al grupo inglés ingresos por 2.300 millones.
Además de gustarle el boxeo y el golf, Angulo se confiesa un apasionado de la lectura y del fútbol. En concreto, del Atlético de Madrid. “Soy un fanático. Mi abuelo era socio, mi padre era socio y yo y mis tres hermanos somos socios. Seguimos yendo juntos a ver la mayoría de partidos al Metropolitano. Creo que la afición al Atleti imprime carácter, te enseña a nadar a contracorriente y a no dar nada por perdido”, argumenta. También le encantan los viajes. “Las pasadas Navidades viajé con mis hermanos y nuestras familias a Egipto, 24 personas en total”. Angulo, casado desde hace 28 años y con dos hijas y un hijo, reconoce que su familia es su perdición. “Hacemos muchas cosas juntos y los veranos en Santander, de donde procedía mi padre, son sagrados”.
El directivo se muestra entusiasmado con su trabajo y muy orgulloso con la progresión de Dunas Capital: “Aún tenemos mucho por decir”.
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