Irlanda recorta terreno con Luxemburgo como el polo europeo de fondos de inversión
Dublín suma más de tres billones de euros de activos registrados gracias especialmente a los ETF
Irlanda se ha convertido en los últimos años en el destino predilecto de las gestoras de fondos que quieren distribuir en toda la Unión Europea, recortando terreno con Luxemburgo. Los fondos de tipo ucits (el estándar comunitario) suman en Irlanda más de tres billones de euros, frente a los 4,5 billones de Luxemburgo. Una de las principales causa de que Irlanda esté acercándose al Gran Ducado es el auge de los fondos cotizados (ETF por sus siglas en inglés).
Hace 15 años, la industria de gestión de activos triplicaba en tamaño a la de Dublín. Cualquier gestora que quisiera vender en varios países de la Unión Europea registraba sus fondos allí (ya fuera suiza, estadounidense o de un país comunitario). El regulador luxemburgués tenía fama de riguroso y el país se había convertido en un centro muy especializado para la industria financiera (con abogados, bancos auxiliares, depositarios...). Pero los tiempos están cambiando.
A ambos márgenes de la desembocadura del río Liffey, en Dublín, se suceden uno tras otro modernos edificios de oficinas. Además de las sedes de algunas grandes tecnológicas estadounidenses (Alphabet, Meta, Amazon...), en esos nuevos complejos de oficinas también tienen sede gigantes del mundo de la gestión de activos, como el grupo Vanguard, uno de los líderes mundiales en ETF; el líder europeo del sector, Amundi; o la gestora italiana Mediolanum International Funds (MIF). También están las nuevas oficinas del Banco de Irlanda, encargado de supervisar los mercados financieros. Desde esta plaza se registran los fondos que luego pueden ser comercializados con facilidad en toda la Unión Europea.
El sorpasso de Irlanda frente a Luxemburgo va tomando fuerza. El año pasado, que fue malo para toda la industria, los fondos registrados en Dublín quedaron casi planos en cuanto a suscripciones, mientras que los del Gran Ducado sufrieron reembolsos por valor de 175.000 millones de euros, de acuerdo con los datos de Efama, la asociación sectorial europea.
Desde MIF explican que “Irlanda es la principal jurisdicción europea tanto para los ETF como para los fondos del mercado monetario, que son dos de las categorías de productos que mejor funcionaron en un ejercicio tan difícil como 2022″. De acuerdo con la asociación irlandesa de fondos, Irlanda alberga más del 60% del total del mercado europeo de ETF. Gracias a que firmas como Vanguard, BlackRock o Amundi han decidido establecer allí sus fábricas para distribuir productos en toda Europa. El imparable crecimiento de los ETF respecto a los fondos convencionales está haciendo que el peso de Dublín aumente sin parar.
Rubén García Paez, director general de la gestora Columbia Threadneedle en España, apunta a uno de los motivos por los que muchas firmas escogen Irlanda para sus fondos: “El regulador es muy ágil, mucho más el de Luxemburgo, lo cual es una ventaja cuando hay un entorno cambiante de tipos y quieres lanzar rápido productos nuevos”.
El que estén los fondos registrados en Dublín no quiere decir que todos los gestores estén allí. De hecho, los fondos cotizados o ETF suelen dedicarse a replicar la evolución de un índice bursátil (como el Stoxx 600) o uno de bonos. Por lo que no necesitan a gestores que compran y vendan activos. También sucede que hay fondos que tienen delegada la gestión y en los que las decisiones se toman en Londres o Fráncfort.
El factor fiscal, que en el caso de las grandes tecnológicas de EE UU fue clave para que se instalasen en Dublín, tiene menos relevancia con los fondos. Estos son productos de baja tributación en toda Europa. Los clientes tiene que cumplir con Hacienda por las plusvalías que obtienen al vender, pero en sus países de residencia.
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