Ir al contenido
_
_
_
_

Europa diseña un marco normativo sostenible más accesible para las pymes

Las empresas podrán presentar los datos con una estructura más sencilla y estandarizada. Facilitará el acceso a la financiación y mejorará la reputación

Un crecimiento respetuoso con el medio ambiente ha pasado de ser una opción a formar parte de la estrategia empresarial. Todas se dirigen hacia la creación de un mundo mejor, y los acuerdos internacionales y la normativa están marcando el camino, que para las pymes, por su tamaño, resulta más dificultoso.

Precisamente, para aliviar la situación, la Comisión Europea aprobó el pasado julio los estándares voluntarios de sostenibilidad para la micro, pequeña y mediana empresa (VSME, por sus siglas en inglés), que están recibiendo críticas positivas desde diferentes ámbitos: “Es un avance importante para ayudar a las pymes a tener un marco sencillo, claro y estandarizado de reporting de cuestiones relacionadas con la sostenibilidad y, de esta manera, incorporarlas en el reto de medir y mejorar su desempeño en los temas medio ambientales, sociales y de gobernanza (ASG)”, señala Sergi Puig-Serra, socio de auditoría de Grant Thornton.

Hasta ahora, “la directiva de sostenibilidad (CSRD) era demasiado extensa, complicada y de muy difícil aplicación para este tipo de empresas. La nueva norma simplificada permite a las pymes entrar en el mundo ESG [environmental, social, and governance, ASG en español] de forma más sencilla y acompasada, ya que contempla dos niveles de reporte; un módulo básico con 11 indicaciones, y otro completo que añade nueve divulgaciones adicionales sobre objetivos climáticos”, añade el experto.

Como beneficios concretos para la pyme, Puig-Serra señala “el acceso a la financiación sostenible, ya que los bancos e inversores valoran positivamente la transparencia en ESG; una mejora de reputación; la preparación para futuras normativas; el fortalecimiento de la cadena de valor, y un avance en la gestión verde, apoyando su competitividad a corto, medio y largo plazo”.

En el caso concreto del sector textil, la VSME ha sido “valorada de forma positiva porque responde a una necesidad real. Hasta ahora, muchas pymes recibían solicitudes de información muy distintas por parte de clientes o entidades financieras, lo que generaba una gran carga administrativa; contar con un estándar simplificado y homogéneo es un avance. Facilitará el acceso a financiación sostenible, a contratos en los que se valoren este tipo de criterios, y dará visibilidad a prácticas responsables que desarrollan muchas compañías en materia de circularidad, eficiencia energética o igualdad”, afirma Ángel Asensio, presidente de Confederación ModaEspaña.

La opinión del director de la firma de baño Venus, Marcos Pizarro, discurre en los mismos términos: “Para las pymes sobre todo significa futuro; la simplificación y voluntariedad dan un balón de oxígeno ante las cargas burocráticas y permite tomar perspectiva para poder responder a las necesidades futuras”. Ahora bien, queda trabajo por hacer del lado empresarial. “Este tipo de normativas va siendo cada vez más conocidas, pero las pymes españolas en su gran mayoría no tienen como reto la sostenibilidad, que a futuro será algo necesario de integrar en todo proceso productivo. Esta es la manera [con la VSME] en que las empresas pueden adaptarse sin cambios traumáticos”, agrega Pizarro.

Posibles riesgos

Para Asensio, “el reto principal es que, aunque el estándar es voluntario, puede acabar convirtiéndose en una exigencia indirecta para operar con determinados clientes o acceder a financiación. También, aunque es más sencilla que los marcos aplicables a grandes corporaciones, muchas pymes carecen de recursos técnicos o humanos para recopilar y presentar la información, lo que puede generar desigualdad. Por eso, desde ModaEspaña insistimos en que esta transición debe ir acompañada de formación, herramientas prácticas y apoyos específicos”.

También, Javier San Martín, profesor de operaciones sostenibles en OBS Business School, comenta que “las de mayor tamaño que formen parte de la cadena de valor de grandes compañías y que estén obligadas a reportar información específica sobre sus proveedores, les resultaría útil si de verdad todas aceptaran ceñirse a los indicadores incluidos en la recomendación VSME, pero en el mejor de los casos eso solo ocurrirá parcialmente”. Su pronóstico es que “a corto plazo, al menos en España, no habrá un gran seguimiento de la recomendación”.

Mientras, “una de las mayores preocupaciones” de Sergi Puig-Serra, “es la incertidumbre respecto al la propuesta Ómnibus presentada por la Comisión Europea donde se insta incrementar el umbral de empleados (pasar de los 250 actuales a 1.000) que marca una de las exigencias de empresas obligadas a reportar bajo CSRD. Si sale adelante, nos encontraremos con miles de grandes compañías europeas que no estarán obligadas a reportar, que tienen un impacto muy importante en la economía, y que dejarían de aportar muchos datos relevantes en términos ESG”. Inicialmente, está previsto que la resolución de dicha propuesta se conozca antes de fin de 2025.

Guía para entender  el nuevo modelo 


Propósito. La guía para entender los nuevos estándares voluntarios de sostenibilidad de las pymes desarrollada por la Red Española del Pacto Mundial indica que “el objetivo es dotar a las empresas de un modelo claro y armonizado para comunicar información sobre sostenibilidad sin la complejidad de los European Sustainability Reporting Standards (ESRS) que aplican las grandes empresas”.

Funcionamiento. Las empresas pueden descargar los formularios recomendados y completarlos de manera voluntaria. Se incluyen indicadores básicos en torno a gobernanza y anticorrupción: estructura de gestión; políticas éticas; lucha contra la corrupción; huella de carbono; consumo energético; gestión de residuos; igualdad de género; condiciones laborales; formación y bienestar. “Los VSME representan un estándar que combina simplicidad, rigor y alineación internacional, ofreciendo a las pymes la posibilidad de comunicar sostenibilidad sin cargas desproporcionadas. Este marco voluntario permite que no se queden atrás, sino que se conviertan en protagonistas de la revolución sostenible en Europa”, señala la guía.

Pasos a seguir. El punto de partida es analizar la exposición del negocio a la sostenibilidad, como es la identificación de los riesgos ambientales, sociales y de gobernanza en sus operaciones y cadena de valor. Después, se deberá seleccionar el módulo de información más adecuado según su madurez y necesidades. Es fundamental involucrar a la dirección (el compromiso de la alta gerencia es fundamental), y la formación y el apoyo en alianzas; “programas como nuestros diferentes aceleradores o grupos de trabajo, como el de derechos humanos,  han demostrado que la capacitación colectiva es esencial”, señala la Red Española del Pacto Mundial.

Rellena tu nombre y apellido para comentarcompletar datos

Más información

Archivado En

_
_