Jesús Govantes: “Es mucho mejor financiar el tratamiento contra el tabaquismo que luego tratar todas sus consecuencias”
El laboratorio español lanzó en mayo la vareniclina, un fármaco para dejar de fumar que financia Sanidad. Hasta 2030 invertirá 250 millones para crecer
El laboratorio familiar Normon, centrado en el negocio de medicamentos genéricos y con más de 85 años de historia, está en pleno proceso de sucesión. Jesús Govantes (Madrid, 1986), actual director general adjunto, que anteriormente lideraba el área internacional, tomará el próximo año las riendas de la compañía.
Una transición que coincide con un ambicioso plan de inversión y de ampliación de plantilla para duplicar su capacidad de producción y crecer en España y el exterior. Y con el lanzamiento este año de la vareniclina, un fármaco para dejar de fumar que Sanidad financia desde hace cuatro meses. Específicamente, las presentaciones de 0,5 y 1 miligramos de 56 comprimidos (58,73 y 56,56 euros respectivamente) y la de 53 (54, 37 euros).
P. Desde junio, el sistema de salud cubre la vareniclina, su genérico estrella para dejar de fumar. ¿Qué beneficios supone?
R. El tabaquismo es una enfermedad crónica, según la Organización Mundial de la Salud (OMS); ocho millones de personas pierden la vida por esta causa. Lo lanzamos en mayo. Es un medicamento mucho más sencillo, con una posología de mañana y noche y un blíster que identifica fácilmente las tomas. Es el fármaco de elección para los médicos a la hora de la prescripción, lo que pasa es que no estaba disponible [en 2021 se retiró del mercado el de marca, Champix, de Pfizer, después de que la Agencia Española del Medicamento informara de la presencia de nitrosaminas, un compuesto potencialmente cancerígeno]. El objetivo: conseguir un producto de calidad, que cumpliera con las estrictas especificaciones y necesidades regulatorias.
P. ¿Qué implica esta exigencia?
R. Nuestro producto, que logramos reformular con éxito rápidamente, está por debajo del límite de nitrosaminas permitido y cumple con todos los requerimientos exigidos por las autoridades.
P. Tras la terapia, ¿la persona deja el tabaco?
R. Es un tratamiento de tres meses. La tasa de éxito es de hasta tres veces mayor que la de otras terapias. No solo es su consumo, también es el cambio de hábitos que produce en las personas que cumplen con el tratamiento. Sus efectos adversos, como náuseas y malestar, son menores y conjuga muy bien con las terapias cardiovasculares, psiquiátricas y para la Epoc.
P. ¿Qué sucede después de esos tres meses?
R. En principio, ya habría llegado esa deshabituación. Se tendrá que hacer también un seguimiento con el médico para ver si se tiene que extender o no.
Esperamos fabricar este año 370 millones de unidades, un alza del 10% anual
P. Se ha cuestionado que Sanidad financie este tipo de fármacos o que se incluya una sola alternativa terapéutica, ¿qué opina?
R. Según la OMS, es una enfermedad. Es cierto que es un hábito aceptado en la sociedad y que uno decide exponerse a las consecuencias, pero dado el coste que tiene para el sistema nacional de salud, y las enfermedades asociadas, es mucho mejor financiar el tratamiento contra el tabaquismo que luego tratar todas sus consecuencias sin poner remedio a este gran problema y a las enfermedades que genera. Respecto a lo segundo, es bueno que haya diversidad en los tratamientos.
P. La compañía sigue con su plan de inversión y alza de plantilla pese al entorno adverso.
R. En el mundo del genérico, de mucho volumen, las capacidades son fundamentales. El crecimiento es muy intensivo en capex para duplicar la producción de nuestra planta de Tres Cantos, con un moderno centro de distribución, ser competitivos en costes y crecer en España y el exterior. Desde 2019 hemos invertido 300 millones de euros. Este año esperamos destinar 70 millones y otros 250 millones hasta 2030. Además, queremos incorporar a 200 personas; somos 3.100.
P. Habla de duplicar capacidad, ¿puede concretar?
R. En 2023 fabricamos 340 millones de unidades, casi 5.000 millones de dosis, con un alza del 10% anual. Desde que nos mudamos a Tres Cantos en 2006 nuestras capacidades han ido incrementándose con las inversiones para poder tener subidas del 10%-15% interanual. Esperamos crecer también este año un 10% y llegar a 370 millones de unidades.
P. ¿Y el impacto en los ingresos?
R. El año pasado cerramos el ejercicio en unos 420 millones. El alza en los próximos años dependerá de las situaciones que nos encontremos en España: tenemos un marco muy inestable de demanda, no solo por la capacidad de suministro, también por cambios regulatorios. Y ver cómo evoluciona nuestra expansión internacional.
P. ¿Adónde mira al exterior?
R. Estamos en más de 90 países. Tenemos filiales en Portugal y EE UU, este último es uno de nuestros grandes objetivos. El año pasado lanzamos allí pantoprazol [para la inflamación del esófago]. Pero nuestra idea es seguir integrándonos en los mercados en los que estamos. También fabricamos mucho para terceros con otros big players de farma, de genéricos y no genéricos.
P. ¿Contempla salir a Bolsa?
R. No, queremos seguir al frente del 100% del capital.
No hay políticas claras para promover el uso de genéricos; su precio es bajo. Esto afecta a las empresas, al sistema y al paciente
P. Cite los próximos lanzamientos.
R. Nos preparamos para fabricar productos que vencerán la patente en los próximos años, como apixabán y rivaroxabán, anticoagulantes. En autocuidado, otra de las apuestas, lanzamos la línea de complementos alimenticios Bensania y estamos completando las diferentes indicaciones y sintomatologías. Y en dental, completamos la cartera de consumibles (composites para caries, material de sutura, desinfección e impresión).
P. ¿Se ha planteado la compañía fabricar biosimilares?
R. Hemos analizado muchísimas oportunidades, pero no es el momento aún.
P. Se lo preguntaba porque otros laboratorios apuestan por los biológicos para ganar rentabilidad.
R. Tenemos que invertir mucho para ser competitivos. No hay políticas claras para promover el uso de genéricos. Prácticamente, no conseguimos tener penetración con los nuevos lanzamientos por su precio bajo, de hace 30 años. Las bajadas discrecionales de algunas empresas de fuera, sobre todo asiáticas, también nos afectan. A largo plazo, eso hace que no entren más, que no haya ahorros para el sistema y que se produzca un riesgo de desabastecimiento; hay que replantear el modelo.