Ana Polanco (Asebio): “¿Queremos que Europa sea la nueva India, un continente de genéricos o de fármacos innovadores?”
La portavoz de la patronal biotecnológica avisa de que las pymes serán las más afectadas si se recorta dos años la ley de protección de datos. En España pide más dinero público en I+D
La jefa de operaciones en Europa de Merck recibe a este diario en la sede en Madrid del laboratorio alemán –en el que trabaja desde 2015–, pero responde como presidenta de la Asociación Española de Bioempresas (Asebio). En el cargo desde 2019 al ser reelegida en 2021, licen...
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La jefa de operaciones en Europa de Merck recibe a este diario en la sede en Madrid del laboratorio alemán –en el que trabaja desde 2015–, pero responde como presidenta de la Asociación Española de Bioempresas (Asebio). En el cargo desde 2019 al ser reelegida en 2021, licenciada y doctora en Farmacia por la Universidad de Salamanca, Ana Polanco (Éibar, Gipuzkoa, 1964), advierte sin rodeos de que la reforma de la legislación farmacéutica, tal y como está planteada, afectará a las pymes biotecnológicas y a la competitividad europea.
P. ¿Qué balance hace del sector?
R. Su salud es buena. Hay más de 4.000 empresas que usan la biotecnología y unas 900 puramente biotecnológicas. En las últimas dos décadas se han ido creando en torno a 50 por año. Respecto al año pasado, el incremento ha sido del 11%. Contribuimos [a la economía] con unos 11.000 millones de euros, el 1% del PIB, y generamos 118.000 empleos de alta calidad y muy cualificado. La productividad triplica a la nacional y los salarios duplican a los nacionales. En cuanto a la inversión, la cifra en este último año es de más de 1.000 millones en I+D, mayoritariamente del sector privado. Y la captación de fondos se estabilizó en 142 millones. Aquí ha habido un poco de parada frente a los años de pandemia, donde vimos crecimientos del 50%. Pero las expectativas son las de seguir esa senda de crecimiento.
P. ¿Esa captación de recursos es solo del capital riesgo?
R. No, del sector privado y público a través de instrumentos del CDTI o la Agencia Estatal de Investigación. Hay también un aumento del crowdfunding.
P. ¿Además de salud, cuál es el foco de las empresas?
R. En nuestro país el sector se orienta, fundamentalmente, a salud, si hablamos de desarrollo de medicamentos, técnicas diagnósticas... Pero a mi me gusta hablar de salud en sentido más amplio y la segunda posición la ocupa el sector agroalimentario, que también es clave para el bienestar, y luego están las que se dedican a la parte medioambiental e industrial.
P. ¿Cómo afecta la inflación?
R. Está impactando en toda la economía en general, y creo que pudo haber sido también una de las razones de que la inversión, sobre todo la internacional, se haya estabilizado; veremos en 2024. Aunque lo cierto es que cada vez más fondos de capital riesgo se interesan por nuestro sector. En la asociación tenemos nueve invirtiendo. Tiene sentido: ocho de cada diez medicamentos que se comercializan son biotecnológicos y siete de cada diez en desarrollo vienen de empresas emergentes. El sector, unido a las nuevas tecnologías, dará respuesta a los retos que tenemos como sociedad a futuro en salud, agroalimentación sostenible o medio ambiente.
La biotecnología, la IA y el ‘big data’ darán juntos respuesta a los retos futuros en salud, agroalimentación y medio ambiente
P. ¿En qué se trabaja en concreto?
R. La confluencia de la biotecnología y la inteligencia artificial, el big data, el blockchain y la computación cuántica, especialmente las tres primeras, más avanzadas, va a producir una biorrevolución que nos va a permitir acometer esos retos sanitarios: el cáncer, la segunda causa de muerte global (10 millones anuales); las enfermedades huérfanas o la resistencia a antibióticos, una de las grandes prioridades en el mundo y Europa: en 2050 se van a producir 10 millones de decesos. Por lo que tenemos que buscar nuevos antibióticos o formas de acometer esas resistencias, con bacteriófagos o edición génica como la de CRISPR Cas9. Se trabaja mucho en el desarrollo de test de resistencia, también a nivel veterinario.
P. ¿Y fuera de la salud?
R. La salud engloba todo, más allá de medicamentos, diagnóstico y prevención. Tiene que ver con una agroalimentación sostenible, y tenemos muchas empresas que trabajan en el desarrollo de nuevos alimentos. Si en 2050 la población habrá crecido a casi 10.000 millones y ahora 600 millones pasan hambre, tenemos que buscar nuevas fuentes. Entre ellos, el cultivo de insectos, usado en alimentación animal y como bioestimulante; de algas, microproteínas; carne cultivada, que puede paliar el reto del ODS 2, hambre cero, o hacerlo sostenible; ingredientes funcionales (prebióticos, probióticos y simbióticos), semillas y cultivos resistentes a la sequía o que requieran menos cantidad de agua; para limpiar el océano, el desarrollo de biocombustibles o bioplásticos, a partir de patata, batata o soja para el consumo humano y hospitalario (apósitos, pañales).
P. ¿Se ha avanzado en inversión en I+D? La ministra de Ciencia, que repite en el cargo, ha dicho que España es el segundo país de Europa que más dinero destina.
R. La inversión en I+D respecto del PIB ha estado por debajo de la media de Europa, en el 1,4% frente al 2%-2,5%, y alejada de países como Alemania, que supera el 3%. Siempre ha sido una asignatura pendiente. ¿Qué es lo positivo? La ley de ciencia contempla un crecimiento de hasta el 3%, y estaría alineándose a países de primera línea de Europa. Pero se necesita que esa inversión se acompañe de instrumentos que permitan su ejecución, muchas veces no se puede por la burocracia. La OCDE ha llamado la atención a España porque tenemos más préstamos que subvenciones; hay que equilibrar esa balanza. Otro dato positivo es que se ha entendido y recogido en la ley de startups que el sector tiene largos periodos de maduración, superiores a diez años [en la norma se reconocieron siete].
P. ¿Qué sugiere para resolverlo?
R. Me voy a Europa porque las decisiones que se tomen van a tener impacto en España. Nos preocupa que, ante la mayor reforma en 20 años de la estrategia farmacéutica, que es positivo, algunas de las propuestas de la Comisión Europea van en el sentido opuesto a los objetivos que compartimos de mejorar el acceso, la disponibilidad y que los sistemas puedan introducir y desarrollar la innovación. Es decir, algunas no respetan la propiedad intelectual al plantear reducir dos años la regulación de protección de datos, etc.
P. De mantenerse la medida, ¿qué impacto tendrá en el sector?
R. Los desarrollos de tecnologías punteras como el ARNm o las terapias celulares, donde el periodo de maduración es de 10-14 años, se verán más afectados. Y como gran parte de la innovación viene de empresas emergentes, el impacto será mayor en las pymes: 9 de cada 10 no van a ser viables. Además de una pérdida de competitividad acelerada de la UE frente a EE UU y China. Ya la estamos viendo. Si hace 20 años la diferencia en inversión de I+D en Europa vs EE UU era de 2 billones de euros, ahora es de 25. Y si esta medida se pone en práctica, de aquí a 2040 vamos a perder anualmente 2 billones de inversión en I+D, con lo cual, va a disminuir un tercio más. Esto se traduce en que no se van a desarrollar medicamentos innovadores en Europa y va a impactar en una pérdida en años de vida ganadas y que implica un aumento de la mortalidad. En los últimos 20 años la esperanza de vida en Europa ha aumentado 3,3 puntos y eso se ha debido en gran parte a los medicamentos biotecnológicos. ¿Qué queremos que sea Europa, el continente donde se desarrollan genéricos, la nueva India, o que siga siendo el generador de una industria farmacéutica, biofarmacéutica y biotecnológica innovadora, como ha sido históricamente? Tenemos que ver toda la cadena de valor, que haya una visión holística. Otro dato relevante: de los 8.000 nuevos medicamentos en desarrollo, en torno al 10%, 800, es de terapias avanzadas; el 50% de las fábricas están en EE UU y el mayor número de ensayos clínicos están en China.
Pedimos a la nueva ministra de Sanidad que mejore el acceso a la innovación y sea equitativo en todas las autonomías
P. ¿Cuándo se prevé su aprobación?
R. En noviembre se cerró la fase de enmiendas en el Europarlamento y hasta mediados de 2025 no creo que el Consejo haya adoptado su posición; después tienen que llegar a un acuerdo los tres [Comisión, Parlamento y Consejo Europeo].
P. Hay una nueva ministra de Sanidad, ¿qué le pide?
R. Su influencia en Europa, y a nivel de España, que trabaje para que el acceso a la innovación mejore, que disminuya el tiempo [en 629 días] y sea equitativo en todas las autonomías.
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