Europa se rezaga en la carrera por la automatización industrial
China se ha convertido en el principal implementador de esta tecnología, mientras que el bloque europeo pierde competitividad. Ante la revolución de la inteligencia artificial, la UE debe superar la fragmentación del mercado comunitario y desarrollar políticas industriales más eficientes para evitar quedarse atrás una vez más

El Viejo Continente ha perdido el trono de la automatización industrial. Este sector europeo, que hasta hace unos años había permitido a países como Alemania e Italia competir con la mano de obra barata de otras partes del mundo, se está quedando atrás ante el avance de China y otros países asiáticos. En concreto, las últimas cifras de la Federación Internacional de Robótica (IFR, por sus siglas en inglés) sobre robots industriales muestran que, de los 542.000 equipos instalados a nivel global en 2024, el continente asiático representó el 74%, mientras que Europa solo abarcó el 16% y América, el 9%. En este contexto, los expertos temen que los Veintisiete vuelvan a quedar rezagados en un segmento que se perfila clave para las próximas décadas; sobre todo, ante el surgimiento de nuevas aplicaciones físicas con carácter industrial para la inteligencia artificial (IA).
La automatización es una tendencia transversal en ascenso en todas las principales economías globales. De hecho, un informe de Allianz revela que la inversión en robótica creció casi un 230% entre 2019 y 2024, y se prevé que el mercado supere los 100.000 millones de dólares para 2030. En consonancia, la OCDE y el FMI anticipan un crecimiento global en la instalación robótica industrial de entre el 2,9% y el 3,1% en 2026. Para 2028, se superará la marca de las 700.000 unidades instaladas anualmente a nivel global, según proyecciones de la IFR.
La turbulenta coyuntura geopolítica sería uno de los factores que ha potenciado la robotización de la industria. “Los aranceles, la relocalización y las medidas contra la inmigración probablemente acelerarán la automatización. Esto se debe a que es posible que las empresas no tengan acceso a mano de obra y materiales de bajo coste, áreas típicas que permiten aumentar los márgenes de beneficio”, indican los analistas de Capital Group a este diario.
Sin embargo, el crecimiento proyectado no necesariamente beneficiará al bloque europeo. A pesar de que la región cuenta con dos de las cuatro empresas más grandes a nivel global (ABB y Kuka), y con más de un tercio de los desarrolladores, la contracción de la producción de los sectores industriales ha afectado a este mercado. Así, los países asiáticos están absorbiendo una cuota cada vez mayor de la compra, instalación y fabricación de robots industriales, movilizando el núcleo de este segmento fuera de las fronteras comunitarias.
A este respecto, desde Allianz alertan de que los fabricantes en Europa corren el riesgo de verse afectados por la llegada de “actores consolidados respaldados por sólidas políticas industriales”, así como por nuevas propuestas que emergen del ecosistema tecnológico en medio del frenesí de la IA. “Dado que la robótica podría generar mayor productividad, ayudar a abordar los desafíos demográficos de Europa y proteger su soberanía industrial, la región debería actuar ahora para evitar seguir el destino de la industria automotriz”, sentencian desde la aseguradora.
Liderazgo asiático
China se ha posicionado, con diferencia, como el mayor mercado mundial para este campo en 2024, representando el 54% de las implementaciones globales. Las últimas cifras muestran que se han instalado 295.000 robots industriales, la cifra anual más alta registrada. Asimismo, por primera vez, los fabricantes chinos han vendido más que los proveedores extranjeros en su país de origen. Su cuota de mercado nacional ascendió al 57% el año pasado, frente al 28% de la última década.
“El parque de robots operativos de China superó los dos millones en 2024, el mayor de cualquier país [duplican a los de la UE]. Dado que la robótica en China está abriendo nuevos mercados, no hay indicios de que la demanda de robots en el país vaya a disminuir. Su industria manufacturera aún tiene un gran potencial para un crecimiento promedio del 10% anual hasta 2028”, aseveran desde IFR.
En una conferencia reciente, la Federación de la Industria de Maquinaria de China (CMIF) reportó que los ingresos de las compañías nacionales se duplicaron, pasando de 15.000 millones de dólares en 2020 a 33.807 millones en 2024. Igualmente, en los tres primeros trimestres de este ejercicio los ingresos aumentaron un 29,5% interanual, en base a los datos compartidos por la patronal a través de medios oficiales.
De forma similar, las exportaciones se dispararon de 390 millones de dólares en 2020 a 1.150 millones en 2024. Más aún, en los tres primeros trimestres de este año, estos envíos chinos alcanzaron los 1.240 millones de dólares, superando el total del año pasado y marcando un aumento interanual del 56%. Con estas cifras, las compañías de este ámbito en el gigante asiático ganaron una cuota de mercado significativa, pasando del 31,4% en 2020 al 57% en 2024, según cifras oficiales.
Dejando a Pekín de lado, Japón, que a inicios de siglo era uno de los mayores competidores europeos, se mantuvo como el segundo mayor mercado mundial de robots industriales, con 44.500 unidades instaladas en 2024 (un ligero descenso del 4% respecto a 2023). Corea del Sur e India instalaron 30.600 y 9.100 unidades respectivamente en ese año, situándose en la cuarta y sexta posición, respectivamente, a nivel global.
Europa, rezagada
La situación en el Viejo Continente es casi opuesta a la de Asia, y se ve lastrada por la crisis en la industria pesada, la automotriz y otras manufacturas. Las instalaciones de robots industriales en Europa cayeron un 8%, hasta las 85.000 unidades en 2024 (80% en países comunitarios). Esta es la segunda caída más alta registrada en la historia documentada. Como dato, Estados Unidos implementó 34.200 en ese mismo año.
Debido a su papel histórico como el corazón industrial de Europa, Alemania se mantiene como el mayor mercado de robots de la región y el quinto del mundo. A pesar de esto, las cifras más recientes de la IFR revelan que las instalaciones de robots industriales en el país germano se hundieron un 5%, hasta las 26.982 unidades en 2024 (32% del total anual en Europa).
La situación se replica en casi todas las grandes economías europeas, pero con cifras aún peores. El número de instalaciones en Italia, el segundo mayor mercado, cayó un 16%, hasta las 8.783 unidades. Francia, con 4.900 unidades, descendió al cuarto puesto entre los países de la UE, con un descenso del 24%. Fue superada por España, la única excepción, que instaló 5.100 unidades por la fuerte demanda de la industria automotriz.
“La brecha actual entre China y Europa no se limita a la cantidad de robots desplegados, sino a la visión, el impulso y el posicionamiento a largo plazo en el panorama industrial global. En comparación con China, la UE parece estar quedándose atrás. Si bien países como Alemania, Suecia e Italia cuentan con una sólida tradición en robótica y una automatización avanzada en sectores específicos, el continente en su conjunto carece del impulso unificado y a gran escala que se observa en Pekín. La fragmentación de los mercados, la lentitud en la alineación de políticas y la mayor cautela en la inversión han frenado la velocidad y la escala de la adopción de la robótica”, ponderan desde Allianz.
Los analistas de la firma recuerdan también que los fabricantes europeos tienden a abordar la automatización “de forma gradual”, a menudo limitados por las complejidades regulatorias y el envejecimiento de la infraestructura industrial. “Como resultado, Europa corre el riesgo de perder su ventaja tecnológica, no por falta de innovación, sino por la falta de urgencia y una estrategia cohesionada. Mientras que China considera la robótica un pilar de su futuro modelo económico, Europa aún tiende a verla como una herramienta para la mejora gradual”, afirman desde Allianz.
Punto de quiebre
Pero ¿qué impacto puede tener este atraso en las próximas décadas? Más allá de los claros beneficios para la competitividad industrial, los expertos coinciden en que una transformación radical se avecina al mundo de la robótica en este ámbito con la mayor implementación de la inteligencia artificial. Algunos de los campos en los que China ya compite con los Veintisiete son en las aplicaciones industriales de la visión computarizada, los sensores y el aprendizaje automático.
“Si bien la automatización se ha asociado durante mucho tiempo con entornos de fabricación grandes y complejos, ahora vemos una adopción más amplia en todos los sectores y tamaños de empresas. Este cambio se ve respaldado por herramientas más accesibles, una infraestructura digital sólida y una mayor preparación de la mano de obra”, afirma un informe reciente de Universal Robots, una de las empresas líderes de fabricación de robots industriales en Europa. “Si Europa quiere seguir siendo competitiva a nivel mundial, debe adoptar esta nueva fase de la automatización, que combina inteligencia, flexibilidad y un diseño centrado en el ser humano. La oportunidad es enorme. El impulso es real”, agregan desde la compañía.
Respecto a las nuevas aplicaciones, los analistas de Meridian Capital explican que las empresas que luchan por atraer y retener talento, especialmente para tareas repetitivas, peligrosas o de baja cualificación, están recurriendo a la automatización para reducir la brecha laboral. “La demanda de robótica avanzada, automatización basada en IA y soluciones de externalización está en aumento a medida que las empresas buscan operaciones escalables y con menor mano de obra”, apuntan desde la firma de inversión. “Las inversiones en automatización, como los robots móviles autónomos (RAM) y las soluciones de almacenamiento inteligente, se están acelerando a medida que las empresas buscan reducir su dependencia de proveedores extranjeros”, sostienen los expertos.
Desde Allianz, subrayan que actualmente la debilidad de Europa reside en la fragmentación de su mercado y la falta de cooperación para promover la inversión privada. “En este contexto, se necesita apoyar la creación de líderes regionales o promover la puesta en común de inversiones para desempeñar un papel destacado en la actual carrera tecnológica por el liderazgo en IA. Incrementar la colaboración y la cooperación empresarial mediante programas de incubación entre las escuelas de ingeniería y el sector privado contribuirá al desarrollo de un ecosistema innovador a un coste reducido”, recomienda la aseguradora.
De forma complementaria, Allianz sugiere elevar el presupuesto público europeo para el periodo 2028-2034 en al menos un 5% (más de 100.000 millones de euros), estableciendo al mismo tiempo una previsión mínima de inversión dedicada a la industria robótica (entre un 5% y un 10%).

