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La actividad manufacturera de la eurozona vuelve a contraerse en septiembre

El índice PMI retrocede nueve décimas respecto a agosto tras dos meses en los que el indicador había mejorado

El sector industrial de la eurozona ha vuelto al terreno de la contracción este septiembre. El índice PMI manufacturero, que mide la actividad de las fábricas de la zona euro, se ha situado en 49,8 puntos, nueve décimas menos que en agosto (50,7 puntos) y de nuevo por debajo del umbral de 50 puntos que separa la expansión de la zona recesiva, según el indicador publicado este miércoles por S&P Global y el Hamburg Commercial Bank (HCOB). El informe atribuye el movimiento a la reducción de los pedidos y a la destrucción del empleo. Pero a pesar del mal dato, las empresas se mantienen optimistas y siguen creyendo que su producción aumentará en los próximos doce meses.

Los expertos que elaboran el índice señalan que la caída de los nuevos pedidos es la principal explicación del dato: en septiembre retrocedieron de forma “leve”, tras aumentar en agosto por primera vez en casi tres años y medio. Además, los nuevos pedidos recibidos del extranjero cayeron por tercer mes consecutivo y a un ritmo ligeramente más pronunciado, en el contexto de los nuevos aranceles impuestos por Estados Unidos.

Por países, el indicador muestra que las fábricas tuvieron un mejor desempeño en Países Bajos, ya que su indicador es el más elevado de los países analizados (53,7 puntos) y marcó el mejor dato en 38 meses. En la zona de expansión (más de 50 puntos) se encuentran Grecia (52 puntos), Irlanda (51,8) y España (51,5 puntos). Alemania (49,5 puntos), Italia (49 puntos) y Francia (48,2 puntos) siguen sin salir de la zona de contracción.

En el caso concreto de España, ambos organismos señalan que la actividad de las fábricas alcanza su ritmo de crecimiento más lento en tres meses. Así, los expertos señalan que la producción y los nuevos pedidos aumentaron a un ritmo más débil en comparación con agosto, mientras que los nuevos pedidos de exportación disminuyeron y la actividad de compras registró pocos cambios.

El economista jefe del HCOB, Cyrus de la Rubia, señala que este leve estancamiento en el sector manufacturero “puede considerarse positivo” a la vista de “factores adversos” como los aranceles estadounidenses, la incertidumbre política en Francia y España o las tensiones geopolíticas. Dado ese contexto, “el sector industrial europeo se mantiene sorprendentemente bien”, explica en una nota difundida por la entidad.

La caída general se ha visto amortiguada por el aumento de los volúmenes de producción manufacturera, extendiendo una secuencia de crecimiento que comenzó en marzo. Pero “la recuperación perdió impulso, y se atenuó con respecto al sólido ritmo registrado en agosto”, destacan los expertos. También señalan que la destrucción de empleo fue la más elevada en tres meses. Por eso De la Rubia señala que “no hay indicios claros de que la situación vaya a mejorar pronto”. “Los nuevos pedidos recibidos disminuyeron ligeramente y se mantuvieron prácticamente planos durante la primavera y el verano”, agrega.

Las fábricas también redujeron sus compras a finales del tercer trimestre, lo que provocó que la demanda de insumos por parte de los fabricantes se contrajera al ritmo más pronunciado desde abril. Además, el inventario de materias primas y productos elaborados se redujo “a un ritmo sólido” en septiembre. Los expertos achacan esta disminución a las tensiones de la cadena de suministro, ya que los plazos de entrega se alargaron al mayor ritmo en casi tres años.

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