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La operación europea para seducir a los científicos y académicos que huyen de Donald Trump

El Viejo Continente destinará 500 millones de euros para captar a los investigadores y científicos decepcionados de Estados Unidos, en medio de una crisis de financiación que le podría costar a Washington su liderazgo global en innovación y desarrollo tecnológico

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, pronuncia un discurso durante el evento 'Choose Europe for Science', para animar a investigadores y científicos de todo el mundo a ejercer en Europa
Luis Alberto Peralta

La campaña de Donald Trump contra las universidades estadounidenses está empujando a los académicos y profesionales fuera del país. Los recortes en el financiamiento (actualmente se han congelado 2.200 millones en ayudas), se suman a otras presiones para alentar a los investigadores a buscar alternativas alrededor del planeta. En este contexto, Europa ve una oportunidad para potenciar la innovación en campos estratégicos. Recientemente, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, anunció la campaña Choose Europe for Science (elige Europa para la ciencia, en inglés), que cuenta con un presupuesto de 500 millones entre 2025 y 2027 para atraer talento científico al Viejo Continente.

En las universidades estadounidenses ya se habla de una “fuga de cerebros”, y un sondeo realizado recientemente por la revista Nature a 1.200 científicos apunta a que hasta un 75% de los docentes e investigadores estarían considerando dejar el país. Fuentes académicas de Estados Unidos con conocimiento del tema han confirmado a CincoDías que actualmente se vive una situación extremadamente tensa en el mundo de la investigación.

Estas fuentes, que han pedido permanecer anónimas, explican que, además de los recortes presupuestarios, Washington está presionando a los docentes para que participen de algunas políticas que pueden ir en contra de sus creencias o de sus principios (como denunciar estudiantes o compañeros de trabajo por su situación migratoria o sus actividades políticas).

En el caso de los investigadores o profesores que tienen visas de trabajo, la situación es incluso más compleja. Las citadas fuentes académicas confirman que una gran parte de los profesionales está contemplando volver a sus países de origen o buscar mejores alternativas en Europa, pero también en Asia, ya que China, Japón, Corea del Sur y Singapur tienen algunas de las mejores universidades del mundo. “Es un terrible error, porque la innovación científica y tecnológica es uno de los campos que realmente hace grande a EE UU. Además, los estudiantes de doctorado o posdoctorado vienen como mano de obra barata para el sector, por lo que en realidad no tiene sentido”, indican.

El plan europeo

El programa presentado por la CE está orientado a investigadores científicos, pero también a académicos que apunten a un doctorado. En concreto, pone a disposición de estos profesionales facilidades y apoyos en materia de visados, permisos de residencia, alojamiento, impuestos, salarios, reconocimiento de títulos y derechos de propiedad intelectual. En cuanto a los fondos, la UE ofrece hasta dos millones en ayudas a través de las becas del Consejo Europeo de Investigación para los profesionales que quieran migrar a Europa desde Estados Unidos.

“La iniciativa beneficiará a los investigadores de fuera de la UE, brindándoles mayores oportunidades para colaborar con investigadores europeos, acceder a financiación y recursos, y reubicarse en la Unión. La iniciativa también brindará apoyo para el traslado e integración en la UE a través de Euraxess, una red de más de 650 centros de apoyo en 43 países que ofrecen apoyo personalizado a los investigadores entrantes y salientes. Colaboración con los Estados miembros”, comentan las mencionadas fuentes.

Si bien aún no se tiene una cifra exacta, múltiples universidades europeas ya han reportado cientos de solicitudes de traslado (que incluyen a profesionales que ya han perdido su empleo por los recortes presupuestales de Trump). Asimismo, se especula que los campos que se favorecerán son la salud, la inteligencia artificial, la tecnología aeroespacial, la energía, la computación cuántica, los semiconductores, la biodiversidad, la desinformación y la economía circular ecológica, entre otros.

“Queremos fortalecer la libre circulación de conocimientos y datos en toda Europa, al igual que lo hacemos con los bienes, el talento y el capital en nuestro mercado único. Buscaremos también consagrar la libertad de investigación científica en una nueva Ley del Espacio Europeo de Investigación. Porque, ante el aumento de las amenazas en todo el mundo, Europa no cederá en sus principios. La UE debe seguir siendo el hogar de la libertad académica y científica”, manifestó la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, durante la presentación del programa.

La líder del Ejecutivo comunitario también aseguró que, para 2030, la UE quiere destinar una inversión equivalente al 3% del PIB regional a la investigación y desarrollo. “Durante años, los europeos han lamentado la pérdida de talento innovador en manos de Estados Unidos, no solo de cerebros europeos, sino también de India, China y otros países. Puede que los salarios en Europa sean más bajos y las instalaciones de investigación menos lujosas, pero el acceso a una atención médica y una educación decentes es universal, y el Estado de derecho sigue vigente. Para los investigadores más jóvenes, en particular, Europa es más atractiva para formar una familia, y aportarían aquí sus mejores años de trabajo”, señalan Heather Grabbe y Daniel Gros, investigadores del think tank europeo Bruegel, en un análisis reciente.

Sin embargo, el objetivo de los Veintisiete no es solo captar científicos estadounidenses, sino también recuperar a aquellos profesionales comunitarios que emigraron buscando mejores condiciones y evitar que los nuevos talentos se vayan de la UE. “El talento impulsa la investigación y la innovación en Europa. Por eso nos centramos en atraer y retener a las mentes más brillantes. El objetivo es claro: situar la ciencia en el centro de su economía, convertirse en el hogar de la libertad y la colaboración científicas, y acoger el talento de todo el mundo. Como dijo la presidenta Von der Leyen, Europa siempre elegirá la ciencia, y siempre animaremos a los mejores científicos del mundo a que elijan Europa”, expresa una portavoz de la Comisión Europea a este periódico.

Atractivos y retos

Así, el Ejecutivo comunitario confía en que la estabilidad europea y la calidad de vida atraerán a los profesionales decepcionados de Estados Unidos. Desde Bruselas enfatizan que el continente cuenta con inversión sostenida, infraestructuras de primer nivel, un “compromiso con la ciencia abierta y colaborativa” y una economía social de mercado que garantiza el acceso a la educación, la sanidad y mucho más. En particular, Alemania apunta a captar hasta a 1.000 académicos y científicos en distintos campos estratégicos.

“Al seguir mejorando las condiciones laborales, las perspectivas profesionales y las oportunidades, queremos convertir a Europa en el lugar donde científicos e investigadores puedan prosperar. Estamos decididos a seguir desarrollando estas fortalezas. Queremos que Europa sea líder en tecnologías de vanguardia, desde la IA hasta la cuántica, desde el espacio hasta los semiconductores, desde la salud digital hasta la biotecnología”, sostuvo la portavoz de la CE.

La situación, sin embargo, podría no ser tan favorable para Europa como la Comisión Europea piensa. Si bien el Viejo Continente cuenta con universidades de primer nivel, las mejor calificadas en las listas globales se concentran en Reino Unido y Suiza, dos países europeos pero no comunitarios. Los ejemplos más notables podrían ser instituciones como la Universidad de Oxford, la de Cambridge, o la Politécnica Federal de Zúrich, líderes globales en investigación e innovación.

Por otro lado, los expertos dudan que atraer y conservar el talento sea algo tan sencillo. En principio, se teme que la burocracia nacional demore o dificulte la rápida asimilación de los disidentes, haciendo que otros destinos sean más atractivos (como por ejemplo Canadá, Australia o Reino Unido, donde además se habla inglés). A pesar de esto, el Ejecutivo comunitario insiste en que presionará a los Gobiernos nacionales para dar mayores facilidades a los investigadores.

“La Comisión Europea trabajará estrechamente con los Estados miembros para garantizar que la Iniciativa Choose Europe esté en consonancia con las políticas y prioridades nacionales. Esto implicará coordinación con los Gobiernos nacionales para identificar áreas de solapamiento y cooperación; compartir buenas prácticas y experiencia para apoyar el desarrollo de políticas nacionales. y brindar apoyo y recursos para ayudar a los Estados miembros a implementar la iniciativa“, subraya la portavoz de Bruselas.

La diferencia en inversión y los sueldos también pueden ser un factor que desanime a los investigadores. Según los últimos datos disponibles de la OCDE, las universidades, empresas y otras entidades invirtieron 786.000 millones de dólares en investigación y desarrollo en Estados Unidos durante 2021, mientras que la UE gastó tan solo 480.000 millones de dólares ese año.

Beneficios económicos

La Unión Europea también es consciente de que los avances de estos investigadores tienen que traducirse en una ventaja competitiva para el continente en materia de innovación. “Necesitamos acelerar el camino, desde la ciencia de vanguardia hasta la innovación transformadora y las oportunidades de negocio. Por ello, presentaremos la primera ley europea de innovación y una estrategia para startups y scaleups, para eliminar barreras regulatorias y de otro tipo, y facilitar el acceso al capital riesgo a las startups y scaleups europeas innovadoras”, declaró Von der Leyen durante la presentación de la iniciativa.

Sobre esto, la portavoz de la Comisión Europea detalla que la estrategia de la UE para startups y scaleups fomentará un entorno favorable a la innovación que facilite y agilice el crecimiento y la expansión de las empresas europeas innovadoras en el mercado único. Se espera que este proyecto aborde las dificultades que enfrentan las empresas europeas para acceder al capital, los mercados, los servicios, la infraestructura y el talento necesarios para prosperar y competir a nivel mundial.

“La ley europea de innovación racionalizará el marco regulatorio de la UE para reducir las barreras para las nuevas empresas, facilitando la innovación y la creación de empleo. Mejorará el acceso a la financiación y las oportunidades de inversión, garantizando que las startups y scaleups cuenten con los recursos necesarios para desarrollar y comercializar sus ideas dentro de la UE. Apoyará la prueba de nuevas soluciones y tecnologías, incluyendo el uso de entornos de pruebas regulatorios para ayudar a las empresas a probar sus productos en condiciones de mercado. La ley también se centrará en reducir la precariedad y mejorar las condiciones laborales de los investigadores, con el objetivo de atraer y retener talento en el ecosistema de innovación de la UE”, apuntalan desde Bruselas.

Otros fondos disponibles para investigadores

Innovación. A través del Fondo de Innovación de la UE para apoyar la I+D en tecnologías verdes se podrían movilizar fondos adicionales. Este proyecto tiene un presupuesto anual de aproximadamente 4.000 millones de euros, de los cuales aproximadamente el 10% podría reasignarse para atraer a investigadores.

NGEU. El programa Next Generation EU (NGEU), destinado a apoyar las transiciones ecológica y digital, también está infrautilizado. Más de 350.000 millones de euros aún no se han desembolsado porque los países de la UE no han cumplido las condiciones del programa, y ​​NGEU solo estará vigente hasta el próximo año.

Becas. Las becas Marie Curie de la UE y las subvenciones del Consejo Europeo de Investigación (CEI) ya están abiertas a solicitudes de Estados Unidos y otros países. Se espera que aumenten las peticiones. El presupuesto combinado de las becas Marie Curie y el CEI asciende a unos 4.000 millones de euros, y un aumento del 20% no supondría una carga.

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