Plan que choque chino para reactivar la economía: rebaja de tipos, respaldo al sector inmobiliario y apoyo a las Bolsas
El banco central del país busca alcanzar el objetivo de PIB del 5% y ahuyentar las presiones deflacionistas
El Banco Popular de China (BPC) anunció este martes amplios estímulos monetarios y medidas de apoyo al mercado inmobiliario para reactivar la economía china, que afronta a fuertes presiones deflacionarias y está en peligro de no alcanzar el objetivo de crecimiento de este año, en torno al 5%. Los mercados asiáticos han recibido el paquete de medidas con importantes alzas. El plan responde a la creciente preocupación de las autoridades sobre las perspectivas económicas y la baja confianza de consumidores e inversores, y fue anunciado por el gobernador del Banco Popular Chino junto a los dos principales reguladores financieros del país.
Buena parte de las medidas son de orden monetario. En concreto, el gobernador del BPC, Pan Gongsheng, avanzó la rebaja a los requisitos de reserva a bancos (RRR), a las tasas de ‘repos’ a 7 días o a los tipos de interés para préstamos hipotecarios ya existentes. En una rueda de prensa celebrada en Pekín, el funcionario especificó que el recorte a los RRR, el porcentaje de fondos que un banco no puede prestar porque debe guardar como reserva, se traducirá en una inyección de en torno a un billón de yuanes (141.697 millones de dólares, 127.568 millones de euros) en el mercado. La tasa queda en el nivel más bajo desde 2018.
Asimismo, Pan indicó que las tasas de ‘repos’ -una de las principales y más habituales herramientas del BPC para inyectar liquidez al sistema financiero- bajarán del 1,7% al 1,5%. Por otro lado, señaló que los tipos de interés para préstamos hipotecarios ya existentes se reducirán en medio punto, lo que recortará en unos 21.000 millones de dólares los gastos en intereses de 50 millones de hogares, y anunció una reducción del requisito de pago inicial mínimo al 15% en todos los tipos de viviendas. Además, las autoridades anticiparon más rebajas a los tipos de interés de referencia del BPC -concretamente, entre 0,2 y 0,25 puntos- y a las tasas de un importante mecanismo de financiación a los bancos comerciales, a los que se dotará de una mayor fortaleza financiera al tiempo que se “estabilizan” sus debilitados márgenes de beneficio.
Los funcionarios también revelaron el establecimiento de mecanismos de apoyo a los mercados de valores: el banco central proporcionará al menos 800.000 millones de yuanes (113.000 millones de dólares) de liquidez, y añadió que están estudiando la creación de un fondo de estabilización bursátil. También apuntó la posibilidad de financiar las recompras de acciones.
La baja demanda nacional e internacional, unida a riesgos de deflación, estímulos insuficientes, una crisis inmobiliaria que no ha tocado fondo o una falta de confianza en el seno de los consumidores y el sector privado, son algunas de las causas que esgrimen los analistas para explicar lo que ocurre en la segunda mayor economía mundial. Hasta ahora, las autoridades chinas habían apostado por medidas más limitadas ante el temor a repetir las altas tasas de inflación que lastraron las economías desarrolladas tras la pandemia y también para proteger el debilitado tipo de cambio del yuan, la divisa nacional, pero la reciente rebaja de tipos de interés en Estados Unidos ofrece algo más de margen de maniobra a Pekín.
Crisis inmobiliaria
La segunda parte del paquete consiste en un plan de estímulos inmobiliarios, con un paquete para rebajar el coste de los 5,3 billones de dólares (4,7 billones de euros) en hipotecas que acumulan los ciudadanos chinos, así como para flexibilizar las normas para la compra de segunda vivienda. El mercado inmobiliario de China se encuentra en una severa recesión desde que alcanzó su punto máximo en 2021. Una serie de promotores, en particular el gigante Evergrande, han incumplido sus pagos, dejando tras de sí grandes inventarios de apartamentos no deseados y una preocupante lista de proyectos incompletos. Pekín ha eliminado muchas restricciones a la compra de viviendas y ha reducido drásticamente las tasas hipotecarias y los requisitos de pago inicial en respuesta, pero hasta ahora no ha logrado reactivar la demanda ni detener la pronunciada caída de los precios de las viviendas. La crisis inmobiliaria ha pesado mucho sobre la economía y ha paralizado la confianza de los consumidores, dado que el 70% de los ahorros de los hogares están estacionados en el sector inmobiliario.
Sesión alcista en las Bolsas chinas
El paquete de estímulos anunciado hoy, que incluye reducir los costos de endeudamiento e inyectar más liquidez en la economía, así como para aliviar la carga de pago de hipotecas de los hogares, marca el último intento de los funcionarios chinos de restaurar la confianza en la segunda mayor economía del mundo después de una serie de datos decepcionantes en los últimos meses.
Así, las acciones chinas han subido hasta alcanzar máximos de dos años y medio. El Hang Seng de Hong Kong ha ganado un 3,6%, la Bolsa de Shenzhen ha subido un 2,5% y el Shanghai Composite se ha anotado un 3,4%. “Las medidas probablemente llegan un poco tarde, pero es mejor tarde que nunca”, dijo Gary Ng, economista senior de Natixis. “Con una tasa de interés real elevada, un sentimiento pobre y ningún repunte en el mercado inmobiliario, China necesita un entorno de tasas más bajas para impulsar la confianza”.
El analista de Capital Economics, Julian Evans-Pritchard, dijo que las medidas eran “un paso en la dirección correcta”, pero que “probablemente serían insuficientes para impulsar un cambio de tendencia en el crecimiento, a menos que fueran seguidas de un mayor apoyo fiscal”. Desde Link Securities comentan que los mercados de valores asiáticos han recibido con avances las medidas. “Si bien deben ser bienvenidas, se echa en falta otras más agresivas, de tipo fiscal, que sirvan para impulsar directamente el consumo privado del país”.
Los bancos de inversión, incluidos Goldman Sachs, Nomura, UBS y Bank of America, han recortado recientemente sus previsiones de crecimiento para 2024. “Seguimos pensando que todavía hay margen para una mayor flexibilización en los próximos meses, ya que la mayoría de los bancos centrales mundiales están ahora en una trayectoria de recorte de tipos”, dijo Lynn Song, economista jefe para China continental en ING. “Si vemos también un gran impulso de la política fiscal, el impulso podría recuperarse de cara al cuarto trimestre”.