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Las ‘golden visa’ tienen los días contados: los permisos vigentes se extinguirán en ocho años

El Gobierno de Sánchez, que ultima su supresión, extendió en 2022 de dos a tres años la duración inicial de estas autorizaciones, prorrogables por otros cinco

consejo de ministros
Vista de la fachada de un edificio en la calle Serrano de Madrid.Javier Lizon (EFE)
Jesús Sérvulo González

Los visados de oro o golden visa, como se conocen a los permisos de residencia concedidos por el Gobierno a inversores extranjeros que compren una vivienda valorada en más de medio millón de euros, sin tener en cuenta las cargas y las hipotecas, tienen los días contados. El Gobierno prepara su supresión tras una década vigente. Desde 2013, se han concedido 14.576 de residencia a través de esta vía, según los datos difundidos este martes por la ministra de Vivienda, Isabel Rodríguez, en la conferencia de prensa posterior al Consejo de Ministros. La ministra justifica la supresión de los visados de oro tras el repunte de los dos últimos años. “Este tipo de inversiones tensionan el mercado, incrementan el precio de la vivienda y eliminándolas, vamos a amortiguar y paralizar este tipo de especulación”, ha insistido Rodríguez.

No obstante, el Gobierno de Sánchez amplió en 2022 un año más la duración inicial de las golden visa. Extendió de dos a tres años el permiso inicial de residencia cuando se obtiene un visado por inversión. Lo hizo el 21 de diciembre de 2022 en la Ley de fomento del ecosistema de las empresas emergentes, cuando Rusia ya había invadido Ucrania. Previamente, el Gobierno de Rajoy en 2015 ya elevó de dos a cinco años el periodo prorrogable del permiso de residencia una vez que se consumiera la autorización inicial. Con estos cambios legislativos de los últimos años en la norma que regula los visados de oro, las autorizaciones actualmente vigentes se extinguirán como máximo en ocho años. “La especulación se ha incrementado de manera exponencial desde hace un par de años. En 2022 se concedieron 2.017 visados y 3.217 en 2023, en los dos primeros meses de este año ya se han otorgado 424. Es decir, se nos encendió la luz de alarma, ya que en los últimos dos años se han duplicado las concesiones de golden visa por la inversión extranjera”, ha recalcado Isabel Rodríguez.

El jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, anunció este lunes su intención de acabar con este mecanismo: “Vamos a tomar las medidas necesarias para garantizar que la vivienda sea un derecho y no un mero negocio especulativo”. El Gobierno se apresura a poner fin a este régimen dos años después de que ampliara el plazo para que los extranjeros que compraran vivienda pudieran residir en España. En 2022 introdujo una modificación en la norma para añadir un año más a la vigencia inicial del permiso de residencia, a través de una disposición en otra ley, la 28/2022, de 21 de diciembre, que tenía por objetivo el fomento de las empresas emergentes. Extendía así de dos a tres años la autorización inicial para que los extranjeros que compran casa por más de 500.000 euros puedan vivir en España. En ese mismo año, a raíz de la invasión rusa de Ucrania, la Comisión Europea recomendó a los países miembros que se replantearan la práctica de conceder la residencia europea (incluso en algunos Estados la ciudadanía) a cambio de inversiones.

“Esto no es solo iniciativa del Gobierno de España, la Comisión Europea instó en 2022 a los estados miembros a derogar inmediatamente cualquier sistema de ciudadanía para inversores existente y a garantizar que se establezcan controles estrictos para abordar los riesgos que plantean los sistemas de residencias para inversores”, ha recordado la ministra.

Rodríguez ha detallado que desde el inicio de esta medida, hace diez años, se han concedido en España 10.576 golden visa por inversiones inmobiliarias. Las principales provincias donde los extranjeros han comprado casas para obtener estas autorizaciones de residencia son Barcelona, Madrid, Málaga, Alicante, Baleares y Valencia, concentrando el 90% de autorizaciones en estos territorios, explica el ministerio. En ciudades como Marbella o Barcelona las adquisiciones de viviendas ligadas a este tipo de operaciones han llegado a representar el 7,1% y el 5,3% respectivamente del total de las compraventas de vivienda en un año.

Un informe de Transparencia Internacional publicado el año pasado revela que los principales beneficiados por este sistema en España son los inversores chinos. Un total de 2.712 ciudadanos de ese país obtuvieron la golden visa en España desde 2013, seguidos por los rusos (1.159) y los iraníes (203). El Ejecutivo también ha autorizado la residencia por este sistema a 179 estadounidenses, 177 británicos, 143 egipcios, 143 ucranios y 122 filipinos. También han conseguido el visado de oro 114 mexicanos, 98 venezolanos y 89 ciudadanos de Arabia Saudí, según refleja el informe elaborado por la ONG.

Las golden visa a extranjeros o permisos de residencia por inversión están reguladas por los artículos del 61 al 67 de la Ley 14/2013 de emprendedores y su internacionalización, que fijan los criterios legales para la entrada y permanencia en España por razones de interés económico. Como requisitos generales, esta norma exige a los extranjeros que se quieran beneficiar de este régimen que no tengan antecedentes penales en España y no figurar como rechazables por los socios europeos.

Más allá de la compra de una casa valorada en más de medio millón de euros, la norma establece que los extranjeros pueden obtener una golden visa si invierten más de dos millones de euros en comprar deuda pública, gastar un millón de euros en acciones o participaciones en empresas españolas; invertir más de un millón de euros en depósitos bancarios en entidades financieras españolas o desarrollar un proyecto empresarial considerado de interés general por el Ejecutivo.

Sánchez anunció el lunes su intención de acabar con los visados de oro por compra de vivienda, pero no hizo referencia al resto de inversiones financieras. La Comisión Europea advirtió en 2022 de que este sistema podría permitir la entrada en territorio comunitario de oligarcas rusos o de ciudadanos de otros países que no eran aliados para Europa. Desde entonces, Irlanda y Portugal han acabado con las golden visa y Grecia las ha endurecido.

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Sobre la firma

Jesús Sérvulo González
Redactor jefe de Economía y Negocios en EL PAÍS. Estudió Económicas y trabajó cinco años como auditor. Ha cubierto la crisis financiera, contado las consecuencias del pinchazo de la burbuja inmobiliaria, el rescate a España y las reformas de las políticas públicas de la última década. Ha cursado el programa de desarrollo directivo (PDD) del IESE.
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