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Las rentas de hasta 18.000 euros ahorrarán entre 50 y 163 euros con la adaptación del IRPF al SMI

Hacienda eleva el mínimo exento del impuesto al salario mínimo. Disminuye además las retenciones por rendimientos inferiores a 19.747,5 euros

Efecto de la subida del SMI en el IRPF de las rentbas bajas
Belén Trincado Aznar
Pablo Sempere

Guiño de Hacienda a las rentas más bajas. El ministerio publicó ayer el borrador del real decreto que modificará el reglamento del impuesto sobre la renta con el objetivo de que los beneficiarios del nuevo salario mínimo interprofesional (SMI) no tengan que tributar. A grandes rasgos hay dos cambios: el límite exento de retención a cuenta aumenta hasta los 15.876 euros (un euro por encima del SMI) y, en paralelo, se sube hasta los 19.757,5 euros la deducción general del impuesto. Estos movimientos permiten a quienes cobren el salario mínimo mantener todo su poder adquisitivo a cuenta del IRPF. Pero también reducen las contribuciones del resto de las rentas bajas, aquellas que se sitúan tímidamente por encima del SMI.

La modificación, tal y como argumenta el departamento que dirige María Jesús Montero, era necesaria. De lo contrario, y dado que el anterior mínimo exento se situaba en los 15.000 euros anuales, los contribuyentes que se viesen beneficiados por la subida del SMI tendrían que tributar de más. La elevación del salario mínimo, resume el texto que desde ayer se encuentra en audiencia e información pública, “obliga a revisar el reglamento del impuesto sobre la renta de las personas físicas para evitar que estos contribuyentes soporten retención o ingreso a cuenta”.

Con estos cambios, según las estimaciones del Registro de Economistas Asesores Fiscales (REAF), el contribuyente que cobre en 2024 el salario mínimo no sufrirá ningún tipo de retención. De no haberse modificado el mínimo exento, esta misma persona habría tenido que tributar 163,5 euros.

En el borrador puede verse que Hacienda también ha tenido en cuenta a las rentas inmediatamente superiores. Así, y con el objetivo de evitar un “error de salto” para contribuyentes que ganan algo más del SMI, el ministerio proyecta un incremento de las reducciones de las retenciones para ingresos de hasta 21.000 euros brutos, que se ampliarán hasta los 19.747,5 euros netos.

En la práctica esto significa que aquellas rentas del trabajo comprendidas entre el SMI y la cifra que limita la nueva reducción sufrirán menos retenciones de las que, en teoría, les corresponderían y menos de las que se aplican ahora, que ya están rebajadas.

De nuevo, según el REAF, se contemplan ahorros que son decrecientes según aumentan los ingresos, pasando de un alivio de 130,5 euros para una renta de 16.500 euros a otro simbólico, de apenas un euro, para una de 21.000 euros. Todas las simulaciones, explica Rubén Gimeno, secretario técnico del REAF, parten del caso de un soltero menor de 65 años y sin hijos, ya que las modificaciones de Hacienda contemplan mejoras algo más notables en función de la situación familiar y del número de hijos. También pueden cambiar levemente en función de la tarifa autonómica del impuesto.

Aunque supone una buena noticia para los contribuyentes, el cambio vendrá de la mano de un real decreto. Es algo que Gimeno califica como “extraño”, ya que “llama la atención que se regule por decreto un precepto de la ley del impuesto”. A partir de aquí, prosigue, los que se verán más beneficiados con la medida son los trabajadores que cobren exactamente el mínimo interprofesional. Y no solo porque registren el mayor ahorro de todos, sino porque, a diferencia de lo que sucedió en 2023, no tendrán que pagar nada.

El año pasado, por ejemplo, quienes cobraban el SMI (situado entonces en los 15.120 euros brutos anuales) pagaron alrededor de 39 euros, ya que el mínimo exento –que es la cantidad de salario bruto por la que el empleador no está obligado a practicar retención– se situó algo por debajo. Ahora, al superar por un euro al SMI, permitirá que estas rentas tributen cero euros.

El coste de la última modificación en el IRPF tuvo un impacto en términos de caja, hasta el pasado mes de noviembre, de 1.400 millones de euros, una cantidad que se distribuirá entre la Administración central y las autonomías al tener el IRPF un tramo estatal y otro regional. Esos cambios beneficiaron a aproximadamente 5,2 millones de contribuyentes.

El lunes, el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, exigió al Gobierno modificar el IRPF para que parte de la subida del SMI no acabase en las arcas públicas. El ministerio, rápidamente, explicó que ese cambio se ha hecho siempre que ha subido el SMI y cargó contra la oposición por intentar “dar lecciones” sobre mejoras fiscales para las rentas bajas.

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Sobre la firma

Pablo Sempere
Es redactor en la sección de Economía de CINCO DÍAS y EL PAÍS y está especializado en Hacienda. Escribe habitualmente de fiscalidad, finanzas públicas y financiación autonómica. Es graduado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid.
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