¿Cuánto cuesta un entierro? En Madrid, 27 veces más caro que en Murcia
El servicio de inhumación en Madrid cuesta más de 2.000 euros, en total, con velatorio y el resto de servicios funerarios, según la OCU, el coste del último adiós supera los 5.000 euros en la capital
Aunque la muerte es algo inherente al ser humano y no hace distinciones, sí que hay diferencia entre fallecer y ser enterrado o incinerado en una comunidad autónoma u en otra en lo que a términos económicos se refiere. No solo morirse es objetivamente un lujo en España, al menos, en términos de un IVA del 21% que pesa sobre los servicios funerarios desde 2012, sino que además, dentro de nuestro país hay grandes discrepancias en los costes en función de la región en la que se expida el último adiós. Según ha detallado un estudio de la OCU publicado este martes, Madrid es de largo y con mucha diferencia el lugar en el que más caro sale morir y los costes de inhumación en la capital son 27 veces superiores a los de la Ciudad de Murcia, la más económica de todas las analizadas.
La OCU explica que los importes son muy variables no solo en función de la geografía, sino que también lo son en función de los servicios incluidos en el coste: desde el ataúd, a las flores, pasando por el coste de la inhumación o cremación y el tanatorio. Según un estudio realizado por la organización de consumidores el año pasado, el coste medio de los servicios funerarios se situaba de media por encima de 3.700 euros, pero en algunos lugares, como Madrid, supera fácilmente los 5.000 euros.
De los costes del servicio funerario, el féretro, arca o ataúd es el apartado más caro: un modelo común, sin lujos especiales, cuesta entre 600 y 1.300 euros, pero la media ronda unos 1.200 euros. El precio del cementerio marca diferencias: desde la inhumación a las tasas por el alquiler, la media puede suponer más de 660 euros. La incineración, cuando se opta por ella, es más económica, poco más de 600 euros de media. El alquiler de tanatorio también supera los 500 euros, y a eso hay que sumar otros gastos: esquelas, flores, el coche fúnebre, la preparación del cuerpo, los gastos de personal... Tienen cuantía muy variable, pero una corona mediana supera los 100 euros.
Este año la OCU ha puesto el foco en los costes de la inhumación en sí y de la incineración, una opción más económica que está al alza y que ya es elegida por el 47% de la población. Tal y como recuerda la OCU, en la mayor parte de España los cementerios son de responsabilidad municipal. Y por ende, en muchos casos son los grandes responsables de la elevada factura que deben pagar los usuarios cuando hay un fallecimiento. “En el coste de un entierro, el precio del cementerio marca diferencias”, señalan.
La organización se ha propuesto comprobar cuál es el coste del, por así decirlo, “servicio mínimo” en caso de ser enterrado en un cementerio. “Habitualmente el servicio de cementerio incluye dos conceptos: servicio de inhumación y el coste de la unidad de enterramiento, pero algunos ayuntamientos exigen el pago de tasas adicionales relacionadas con el mantenimiento, movimiento de lápidas, etc. Hemos revisado las tarifas que 30 municipios están aplicando a sus vecinos para un servicio de inhumación en un nicho (u opción equiparable si no hay disponibles) para la opción más económica (normalmente en las filas más elevadas) y por la opción de alquiler temporal más breve disponible (al menos 5 años)”, especifican sobre su estudio.
El precio medio de estos servicios de inhumación en 2023 es de 668 euros, pero una vez más las diferencias son elevadísmas. Destacan en cabeza por sus elevados precios Madrid (2.035 euros), Valladolid (1.457 euros), Ciudad Real (1.410), León (1.194) y Salamanca (1.161), superando o incluso duplicando los 1.000 euros para la opción más económica. En el extremo contrario, estarían los vecinos de Murcia (74 euros), Zaragoza (140 euros) y Alicante (164 euros) que tiene acceso a un servicio de inhumación realmente económica y que facilita que en esas ciudades el servicio funerario en su conjunto pueda ser más económico.
La OCU recuerda por último que este era el precio del “servicio mínimo” y que la factura puede crecer rápidamente en función de lo que se decida. Si se desea elegir fila del nicho, si se quiere cambiar la unidad de enterramiento por una sepultura, panteón, si la inhumación se va a realizar en unidades de enterramiento de las que ya dispone la familia y es necesario actuar sobre los restos allí existentes o si se va a ampliar el periodo de concesión del mínimo al máximo que permita el ayuntamiento (que según los casos suele ser 75 o 99 años) son algunos de los factores que influyen.
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