Las start-ups españolas ‘resisten’ más y se apuntan al negocio verde
Desde 2019, se ha pasado de los 2,20 años a los 3,12 en 2022 e irrumpen con fuerza las compañías ecológicas, ocupando el cuarto puesto dentro del top 10
Las start-ups españolas aguantan más tiempo. De media, estas empresas emergentes ya se sitúan 3,12 años, cuando en 2019 alcanzaban los 2,2 años. Además, el 17% de las start-ups en España ya son scale-ups -empresas en fase de desarrollo temprano y con un modelo de negocio escalable a cualquier sector y que cuentan con un capital de, al menos, un millón de dólares-. El dato pertenece al Mapa del Emprendimiento 2023 de South Summit, presentado ayer. Este informe, realizado con la colaboración de IE University, realiza una radiografía sobre el ecosistema empresarial de cara a las próximas ediciones de este encuentro global de emprendimiento. La solidez del entorno emprendedor se observa también en su empleabilidad: el 68% de las startups en España tiene entre 2 y 10 empleados y 2 de cada 3 esperan contratar más empleados durante el próximo año.
A esta madurez ha contribuido la reducción de los plazos de constitución de las start-ups, ya que ahora más del 40% se registra legalmente a la par que empieza a desarrollar su idea de negocio, lo que indica que el proceso es cada vez más rápido. “Comparado con hace diez años, podemos decir que el ecosistema emprendedor español ha alcanzado la madurez. Nos hemos convertido ya en un país de destino para emprendedores e inversores”, ha subrayado la secretaria de Estado de Digitalización e Inteligencia Artificial, Carme Artigas.
Además, el negocio verde ha irrumpido con fuerza como la cuarta industria más popular en el ecosistema emprendedor global, y ya supone el 5% de todas las start-ups de nueva creación. La tecnología financiera repite como la industria más popular, aunque desciende ligeramente del 7,3% conseguido el año pasado al 6,5%. Le siguen el sector de la salud y el del desarrollo de software.
España es la región con las start-ups más formadas del mundo. Más concretamente, el 79% de los fundadores de las start-ups españolas cuentan con, al menos, un máster y/o un doctorado. Unas cifras que superan las registradas por sus homólogas europeas (76%) o norteamericanas (62%).
La incorporación de la mujer al ecosistema sigue siendo una asignatura pendiente en España. La proporción 80-20% de fundadores hombres y mujeres en las start-ups españolas apenas ha variado en una década, según se desprende del informe. María Benjumea, presidenta y fundadora de South Summit, ha incidido en que, en una década, el porcentaje apenas ha cambiado: “Las mujeres tenemos que preguntarnos cómo podemos hacer para convencernos a nosotras mismas de que merece la pena lanzarse a emprender.
La emprendedora tipo cuenta con mayor cualificación que sus compañeros hombres: un 75% tiene un máster frente al 65% de los emprendedores masculinos y el 16% tiene un doctorado frente al 14% de los hombres. En cuanto a las industrias con mayor presencia femenina, las startups de salud siguen ocupando el primer puesto, seguidas de educación y negocio verde. Además, este año se incorporan sectores como el agrotecnológico o desarrollo de software.
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