El Ecofin acuerda acelerar la negociación para pactar antes de fin de año unas nuevas reglas fiscales
Bruselas reconoce “avances” en la reunión de este sábado y pide equilibrio en la revisión para mantener el tope del déficit público en un 3%
Este sábado, los ministros de Economía y Finanzas de la Unión Europea (Ecofin) han acordado por “unanimidad” intensificar las negociaciones en las próximas semanas para poder pactar antes de fin de año, durante la Presidencia Española, las nuevas reglas fiscales, que deben entrar en vigor en enero de 2024.
Tras la reunión celebrada en Santiago de Compostela, la vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital en funciones, Nadia Calviño, ha explicado que el acuerdo deberá pasar por la plasmación en el nuevo paraguas fiscal europeo de un “doble equilibrio” que los ministros ven preciso: por un lado, mantener una senda continuada de reducción del ratio de la deuda sobre el PIB que garantice la sostenibilidad financiera al tiempo que se garantizan las inversiones y los incentivos; y por otro, respetar las especificidades de los países en sintonía con la garantía de unas reglas comunes que amparan una igualdad de trato entre Estados.
Durante el debate, Calviño ha planteado en la necesidad de pasar a la fase de negociación política sobre la reforma de las reglas fiscales para lograr cuanto antes un consenso. “Hemos trabajado muy intensamente durante todo el verano con una o incluso dos reuniones semanales para ir cubriendo todos los aspectos técnicos. Ya hemos abordado y logrado un texto de consenso del 70% del texto del reglamento y a los ministros hoy lo que vamos a plantearles es la necesidad de pasar ya a la fase de negociación política para lograr cuanto antes el necesario consenso”, ha señalado la vicepresidenta primera en declaraciones a los medios antes de participar en la reunión del Ecofin.
Uno de los dosieres “clave” tratados en esta reunión ha sido el de las nuevas reglas fiscales de la Unión Europea, para los que España ha perfilado como los cuatro pilares del acuerdo: el equilibrio institucional, las salvaguardias comunes, el espacio fiscal para inversiones e incentivos y la garantía de una mayor participación de los países de la UE.
Además, Calviño ha apuntado que el acuerdo y el consenso deberá lograr el adecuado equilibrio entre la existencia de un trato personalizado que responda a las necesidades de cada uno de los países y al mismo tiempo un marco común que garantice que habrá sendas sostenidas de reducción de deudas sostenidas en el tiempo que protejan la estabilidad fiscal y financiera medio y largo plazo.
“Hemos cubierto con ese intenso trabajo técnico el 70% del texto que ya se ha ido cerrando en los correspondientes artículos y ahora llega el momento de trabajar a nivel político para lograr los necesarios consensos”, ha enfatizado.
Países como Alemania o Países Bajos ya han trasladado a Calviño su apoyo para encabezar la negociación en torno al regreso de unas normas fiscales que, tras cuatro años congeladas por la pandemia y las consecuencias de la guerra en Ucrania, volverán a exigir una reducción del déficit público por debajo del 3% del PIB y una deuda pública por debajo del 60%.
Bruselas pide mantener el “equilibrio” de la propuesta de revisión
El comisario europeo de Economía, Paolo Gentiloni, ha reconocido “avances” positivos en la revisión de las reglas fiscales pero ha pedido este sábado a los Estados miembro que “no cambien el equilibrio” de la propuesta presentada por Bruselas para garantizar una senda de deuda descendente pero sin comprometer las inversiones.
La revisión de la disciplina fiscal que planteó en noviembre el Ejecutivo comunitario contempla reglas más flexibles y asequibles como una senda de gasto neto a medio plazo sujeta a la deuda específica de cada país con un horizonte de cuatro años ampliable hasta un máximo de siete, si bien se mantiene el tope del déficit público en un 3%.
“Está claro que la propuesta que hemos hecho está abierta a modificaciones que decidirán los Estados miembro, pero es necesario que si hay correcciones, no cambien el equilibrio de nuestra propuesta. En otras palabras, no podemos modificar sólo en una dirección una propuesta que debe mantener juntos tanto el objetivo de la estabilidad financiera como el de promover las inversiones y el crecimiento en un contexto de ralentización de la economía”, ha explicado Gentiloni.
No obstante, ha resaltado la “contribución positiva” de este Ecofin, que ha dado lugar a un resultado “importante” al mostrar el ánimo de todos los países, “en primer lugar, de acelerar e intensificar sustancialmente el trabajo para alcanzar este acuerdo y, en segundo lugar, la voluntad de compromiso, que por supuesto debe transformarse en decisiones”.
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