El Banco de España atribuye a la inflación algo más de la mitad del incremento de la recaudación en 2022
Para este año prevé una menor contribución por la previsible desaceleración de los precios
El actual proceso inflacionista que vive el conjunto de las grandes economías europeas y en particular la española, tiene un doble efecto sobre las variables económicas. Si bien el problema del incremento del IPC afecta con mayor dureza a las economías domésticas de menor nivel de renta en forma de fuertes pérdidas de poder de compra, la otra cara de la moneda ofrece un elevado dinamismo de los ingresos públicos, especialmente en la recaudación por IVA e IRPF.
Precisamente el Banco de España ha elaborado un estudio que está integrado en el Boletín Económico del primer trimestre, que bajo el título, “Los ingresos públicos tras la pandemia. Residuos fiscales e inflación” pone de relieve como la inflación ha sido un factor decisivo en la dinamización de los ingresos públicos, siendo de menor o casi inexistentes los efectos derivados de la actividad económica o las medidas fiscales aprobadas por el Gobierno para hacer frente a la crisis derivada por la pandemia de Covid y prolongada por la guerra de Ucrania.
De hecho, el órgano regulador va más allá y considera que el mayor peso en los ingresos de la inflación se ha acrecentado a lo largo de los últimos trimestres de 2022, lo que explicaría que algo más de la mitad del aumento de los ingresos públicos, ha sido consecuencia directa de la inflación.
A recordar que en julio del año pasado el IPC tocó techo con una tasa del 10,8% en julio, lo que tuvo su efecto especialmente en la recaudación del IVA. El Banco de España estima que en los tres primeros trimestres de 2022, los precios habrían supuesto 6,2 puntos porcentuales de los 12,3 puntos de incremento de los ingresos públicos, lo que supone aproximadamente la mitad, aunque cabe esperar que sea aún mayor en los meses finales del año.
Esta estimación resulta coherente con las cifras adelantadas hace unos días por el secretario de Estado de Hacienda, que adelantó un crecimiento de los ingresos tributarios del orden del 15%, superando en cerca de 10.000 millones las previsiones recogidas en los Presupuestos Generales del Estado de 244.000 millones de euros.
Esta vitalidad de la recaudación ha sido consecuencia del dinamismo de las principales figuras tributarias impulsadas por la evolución de los precios, como han sido el IVA y el IRPF, que registraron crecimiento entre el 13% y el 14%. También la recaudación por sociedades, con incrementos superiores al 20%, ante la buena marcha de la actividad empresarial.
Tomando como periodo de análisis los tres últimos años, el incremento de los precios podría explicar el 43% del aumento de los ingresos públicos tras la pandemia.
Menor peso en 2023
Para este año, el organismo regulador espera una menor contribución de la inflación sobre el IVA, lo que resulta coherente con la desaceleración prevista de la inflación, aunque los últimos datos adelantados conocidos este martes para febrero, siguen mostrando cifras preocupantes con una tasa general en el 6,1%, mientras que la tasa subyacente alcanza el 7,7%.
El Banco de España anticipa, no obstante, que este impacto sobre el IRPF y las cotizaciones sociales tenderá a incrementarse a medida que se vayan plasmando incrementos salariales, así como por el incremento en un 8,5% de las pensiones, en virtud de la inflación.
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