CaixaBank, ING y Unicredit lanzarán su ‘stablecoin’ en el segundo semestre de 2026
BNP Paribas se suma al consorcio Qivalis, que trabaja en una divisa estable ligada al euro, pese ya participar con Santander en otra iniciativa centrada en las principales divisas del G7

Las divisas estables respaldadas por el euro avanzan. El consorcio participado por CaixaBank, ING, Unicredit, Banca Sella, KBC, Danske Bank, DekaBank, SEB y Raiffeisen Bank International ha dado a conocer su nombre, Qivalis, y que lanzará su stablecoin en la segunda mitad de 2026. Al proyecto, que está abierto a más entidades, se ha sumado el banco francés BNP Paribas.
Jan-Oliver Sell, antiguo responsable de Coinbase en Alemania, ejercerá de consejero delegado del consorcio, mientras que Sir Howard Davies, quien fuera vicegobernador del Banco de Inglaterra y primer presidente del supervisor del mercado británico, la Autoridad de Servicios Financieros, será presidente de su consejo supervisor. Su director financiero será Floris Lugt, hasta ahora responsable del negocio de activos digitales en ING.
La stablecoin de Qivalis servirá, según detalla el consorcio, para favorecer los pagos internacionales inmediatos y de bajo coste, así como la liquidación de activos tokenizados y el impulso de las finanzas descentralizadas. Para Sell la decisión de lanzar la stablecoin a través de un consorcio de entidades permite darle más credibilidad al proyecto, ya que está respaldado por una decena de grandes bancos europeos. El consorcio quiere aprovechar además la base de clientes de estos bancos para asegurar una mayor adopción de la divisa estable.
Durante la presentación de Qivalis han destacado además la importancia del efecto red: al ser un activo emitido por un consorcio de bancos, su uso entre los clientes de estas entidades no enfrentará problemas de interoperabilidad. En cambio, apunta Sell, si cada banco hubiera emitido su propia stablecoin de manera independiente, habría una fragmentación excesiva, lo que generaría la necesidad de garantizar que estas stablecoins sean compatibles entre sí.
Qivalis estará domiciliado en Países Bajos y confía en obtener la autorización del Banco Central de los Países Bajos (DNB) como Institución de Dinero Electrónico (EMI). Su hoja de ruta pasa por una fase de preparación durante el primer semestre de 2026 en la que se prevén realizar los distintos acuerdos comerciales y su lanzamiento en la segunda mitad de año. Para todo ello, el consorcio prevé firmar alianzas con distintos socios, como custodios y proveedores de billeteras (wallets), proveedores de liquidez, plataformas y brokers y otras entidades bancarias. Aspira a contar con unos 50 trabajadores de cara al lanzamiento de la stablecoin, según ha detallado su equipo directivo
Floris Lugt considera que el diseño de una stablecoin ligada al euro, a diferencia de otras ligadas al dólar como USDT, de Tether, y USDC, de Circle, será una ventaja de cara a “atraer a los consumidores europeos”, y está amparado por el reglamento de criptoactivos MiCA. Más allá, Lugt ha detallado que al menos un 40% de las reservas que respalden a la stablecoin estarán en depósitos bancarios y resto en bonos de alta calidad, como pueden ser eurobonos o bonos gubernamentales. “Está muy limitado por MiCA qué activos son elegibles para respaldar a una stablecoin”, ha detallado para añadir que se tratará, en todo caso, de activos muy líquidos y seguros.
La decisión de BNP Paribas de sumarse al consorcio participado por CaixaBank llega dos meses después de que el banco francés anunciara su participación en una stablecoin ligada a las principales divisas del G7, el dólar estadounidense, el euro, el yen, la libra esterlina y el dólar canadiense. Un proyecto del que forman parte además Santander, Goldman Sachs, Deutsche Bank, Bank of America, Citigroup, Barclays, UBS, MUFG Bank y TD Bank Group. En Europa, Société Generale-Forge (SG-Forge) ya emitió dos monedas estables, una ligada al euro y otra al dólar.
Mientras CaixaBank y Santander han optado por integrarse en consorcios para impulsar el desarrollo de stablecoins, BBVA se ha decantado por hacer su propio desarrollo. El banco presidido por Carlos Torres trabaja en un proyecto piloto con Visa que implicará el lanzamiento de una plataforma para que las entidades financieras emitieran tokens respaldados por dinero fiduciario, como stablecoins y depósitos tokenizados en la blockchain pública de Ethereum.
En poco más de diez años las stablecoins han alcanzado una valoración de 312.000 millones de dólares y suponen ya el 8,6% del mercado total de criptomonedas, según datos de la plataforma CoinGecko. Su rápido crecimiento y la necesidad de estar respaldadas por activos seguros ha llevado a los supervisores a lanzar una serie de advertencias. El Banco Central Europeo alertó recientemente del riesgo que suponen para las letras del Tesoro estadounidense, dado que, aseguró, en caso de una retirada masiva de monedas estables se activaría una venta precipitada de sus activos de reservas, “lo que podría afectar significativamente al funcionamiento de los mercados del Tesoro estadounidense”.

