Calma tensa en el mercado cripto: la volatilidad contenida prepara el terreno para octubre
Septiembre trajo la típica corrección del mercado, pero ahora el mercado está posicionado de forma más limpia y la fuerte demanda de bitcoin permanece intacta

Bitcoin cayó un 5,1% la semana pasada, cerrando en los 109.690 dólares. El activo rompió niveles de soporte clave mientras el repunte posterior a la reunión del FOMC daba paso a una renovada presión vendedora. Ether (-10,1%) y solana (-14,3%) sufrieron caídas aún más pronunciadas, reforzando un tono general de aversión al riesgo en los principales activos. La capitalización total del mercado se contrajo un 5,9% hasta los 3,7 billones de dólares. A pesar de la caída, persistió una rotación selectiva hacia altcoins especulativas.
Desde una perspectiva cíclica, las entradas de capital realizado resaltan la escala estructural del actual mercado alcista. Desde enero de 2023, bitcoin ha absorbido 678.000 millones de dólares en entradas netas, 1,8 veces el tamaño de todo el ciclo anterior. A diferencia de ciclos pasados, este ha avanzado en tres oleadas, cada una marcada por una intensa toma de beneficios. Con la tercera ola de distribución ahora desvaneciéndose, las condiciones favorecen una fase de enfriamiento antes del próximo impulso estructural.
La estacionalidad refuerza las perspectivas para el mes que comienza. Septiembre trajo la típica corrección del mercado, que sirvió para eliminar el exceso de apalancamiento y reajustar el sentimiento inversor. El término Uptober (octubre alcista) es un dicho común en el sector, y las condiciones parecen propicias para ello: el mercado está posicionado de forma más limpia y la fuerte demanda fundamental de bitcoin permanece intacta.
Productos de inversión en activos digitales
Los productos de inversión en activos digitales registraron salidas por valor de 812 millones de dólares la semana pasada, a medida que se moderaban las expectativas de dos recortes de tipos de interés en EE UU este año tras datos macroeconómicos más fuertes de lo previsto.
A pesar de ello, las entradas acumuladas siguen siendo sustanciales. Los flujos en lo que va de mes ascienden a 4.000 millones de dólares y las entradas en lo que va de año se sitúan en 39.600 millones, manteniendo el impulso para igualar potencialmente el récord del año pasado de 48.600 millones.
Los ETFs de bitcoin registraron salidas de 719 millones de dólares. Sin embargo, no hubo un aumento proporcional en la demanda de productos de inversión en corto de bitcoin, lo que sugiere que el sentimiento negativo fue de baja convicción y probablemente temporal. Ether también se vio afectado, con salidas de 409 millones de dólares.
En contraste, solana (291 millones de dólares) y XRP (93 millones de dólares) lideraron el mercado en entradas de capital, beneficiándose del optimismo general en torno a los próximos lanzamientos de ETFs en EE UU.
La actividad en ethereum está en auge
El sector de las finanzas descentralizadas (DeFi) se está expandiendo rápidamente, y ethereum se encuentra en el centro de este ecosistema. Como resultado, el número de transacciones en la red se está disparando y acaba de romper un rango que se mantuvo durante unos cuatro años, alcanzando los niveles más altos jamás registrados (entre 1,6 y 1,7 millones de transacciones diarias).
Dado que las transacciones requieren el pago de comisiones de gas en ETH, una parte de esa comisión se “quema” (se elimina permanentemente de la circulación), introduciendo una dinámica deflacionaria en la oferta del activo. Es interesante señalar que existe una correlación real entre el aumento de la actividad y el precio de ether.
Una historia de dos volatilidades
La volatilidad realizada a siete días de bitcoin se disparó bruscamente, alcanzando un máximo de tres meses. Esto fue provocado por una caída repentina del precio y un gran evento de liquidación, que causó pánico a corto plazo en el mercado. El rápido aumento de la volatilidad realizada a siete días refleja la rapidez con la que el mercado reaccionó a estos bruscos movimientos de precios y la consiguiente cascada de liquidaciones. Sin embargo, este pico de volatilidad fue de corta duración, volviendo rápidamente a la media a medida que el mercado se estabilizaba tras disiparse el shock inicial. Este patrón sugiere que el pánico fue contenido y no condujo a un período prolongado de inestabilidad.
En contraste, la volatilidad realizada a 30 días se mantuvo en una trayectoria descendente gradual durante todo el mes. Esto indica que las presiones repentinas no se convirtieron en una tendencia sostenida a largo plazo, y que el mercado se mantiene estable en el horizonte de medio plazo. La volatilidad relativamente baja a 30 días sugiere que los grandes inversores (ballenas e instituciones) no participaron en compras o ventas masivas, sino que prefirieron esperar.
Jorge Schnura es presidente de Keyrock Asset & Wealth Management

