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Compra la ‘memecoin’ $TRUMP y gana una cena con el presidente: la Casa Blanca calienta la cotización del token

El activo ha llegado a dispararse un 58% tras el anuncio, aunque la recogida de beneficios enfría la fiebre. Desde el sector advierten de que la especulación daña más que ayuda

Un joven mira en su móvil un anuncio de los emisores de la memecoin de Trump.

Comprar criptos y apostar por una inversión de extremo riesgo a cambio de un tour por la Casa Blanca y una “cena privada e íntima” en el Trump National Golf Club, cerca de Washington, con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump. Esto es lo que ofrecen los emisores de la memecoin $TRUMP para impulsar su valor. Pero no será para todos: los inversores de hecho, deberán competir para conseguirlo. Los 220 mayores poseedores del token podrán cenar con el republicano y hablar sobre el futuro de las criptomonedas. Los 25 mayores inversores estarán invitados a una recepción previa con el presidente y recibirán un tour por la Casa Blanca. Un conflicto de interés en toda regla, pero al mercado no parece importarle. Tras el anuncio, la criptomoneda meme ha llegado a dispararse un 58%, hasta los 14,7 dólares (unos 12,9 euros al tipo de cambio actual). Ahora corrige, y cotiza en los 12 dólares (unos 10,5 euros): los especuladores empiezan a recoger beneficios.

Nada más abrir la página web de la criptomoneda meme, aparece un pop up con una imagen del presidente (profusamente retocada o bien creada por la IA): el magnate sentado en cabeza de la mesa señala con el dedo al usuario: “CENA CON EL PRESIDENTE TRUMP ¡Solo para los 220 principales poseedores de $TRUMP! ¡Acompaña al presidente en su club privado y exclusivo para una cena! Una de las invitaciones más exclusivas en el mundo y únicas en la vida”, se puede leer. La plataforma explica que hay un ranking actualizado en tiempo real y que los inversores tendrán desde el 23 de abril hasta el 12 de mayo para hacerse con la cripto y escalar posiciones. Los invitados se determinarán con base en el saldo promedio de tokens que han mantenido en su cartera en este periodo. En estos momentos, 320 usuarios han conectado sus wallets, y un inversor llamado “CASE” encabeza el ranking con 400.005 activos en sus manos, por un valor de unos 4,8 millones de dólares (4,2 millones de euros).

Aunque a ojos de los inversores más fanáticos esta puede considerarse una oportunidad única, el primer criptopresidente de Estados Unidos está cruzando líneas impensables bajo la supuesta premisa de querer apoyar al sector. “Esto no es simplemente Trump siendo Trump. La estafa de la memecoin es lo más descaradamente corrupto que ha hecho un presidente”, escribió Chris Murphy, senador demócrata de Connecticut, en su cuenta de X (antes Twitter). Las redes sociales arden sobre el tema. “Trump ha vuelto a estafar una vez más a los ciudadanos estadounidenses”, “Corrupción total”, “Esto es tan humillante para EE UU”, escriben algunos usuarios. El token de Trump tiene un valor de mercado de 2.360 millones de dólares (unos 2.360 euros), tras una caída del 85% sobre sus máximos, según CoinMarketCap, y está en el puesto 39 entre los criptoactivos más valorados.

Trump anunció el lanzamiento de su memecoin el pasado 19 de enero, mientras profesionales y políticos ligados al mundo de los activos digitales celebraron el primer Crypto Ball, un evento exclusivo para festejar su toma de posesión. Melania, su esposa, hizo lo mismo tan solo unas horas después, con el token $MELANIA. La sorpresa fue grande, la euforia enorme, la especulación sin límites: el token llegó a valer 15.000 millones de dólares (unos 13.180 millones de euros). Detrás de este proyecto (creado sobre la red Solana, que facilita el lanzamiento de memecoins) está una filial de la Organización Trump, CIC Digital, asociada con otras iniciativas como el lanzamiento de NFTs, zapatillas deportivas, tazas y otros artículos de la marca Trump durante la campaña electoral, y Fight Fight Fight LLC (una empresa copropiedad de CIC). El 80% de la nueva memecoin está en manos de estas entidades, que en las tres semanas posteriores al lanzamiento vendieron activos para recaudar 350 millones de dólares, según una investigación del Financial Times. Si pudieran colocar a precio de mercado todos los tokens en su posesión, incluso los que no han sido emitidos todavía, al precio actual del token, podría recaudar unos 9.600 millones.

El lanzamiento de las memecoins presidenciales ha provocado una proliferación de tokens sin valor intrínseco que, en ocasiones, experimentan subidas de la mano de las redes sociales para luego desplomarse cuando el interés se desvanece. Ya en ese entonces la industria criticó la decisión del presidente, al considerar que merma la credibilidad de un sector que está intentando limpiar su imagen y ganarse la confianza de más inversores.

Javier Pastor, director de Formación de Bit2Me, sigue siendo muy crítico y reconoce que lo que está ocurriendo el EE UU es muy difícil de replicar. “Le quita valor a proyectos más sólidos. Este token no tiene nada detrás, solo el vínculo con la persona. Su éxito depende de la narrativa y del personaje, porque no tiene fundamentos”, reconoce. Los riesgos para el inversor menos preparado son enormes. Este miércoles después del anuncio, el activo vivió una explosión del precio y se colocó entre los tres tokens con mayor número de operaciones, señal de febril especulación. “Esto trae liquidez al activo, que es útil en el corto plazo para especuladores y traders que quieren ganancias fáciles. Además, permite al token listarse en los grandes brokeres, porque hay interés en los mercados, y los exchanges están interesados en ponerlo a disposición de los usuarios de la plataforma”, asegura. A día de hoy las principales plataformas ofrecen este token: Kraken, Binance, Coinbase, Bybit e incluso Bit2Me, entre otras.

Pero el riesgo es enorme, ya que el 80% de las unidades de Trump están en manos de los fundadores o de proyectos relacionados con el presidente, que en cualquier momento pueden decidir vender masivamente o hacer un pump and dump, desplomando su valor. “Esta fusión entre la política y el mundo cripto daña más que ayuda. Desde el punto de vista ético y moral es discutible y al final es una forma de financiación indirecta. Es un conflicto de interés en toda regla”. Además, es terreno fértil para los especuladores que están cogiendo beneficios rápidamente, presionando a la baja el precio del token.

Santiago Carbó, catedrático de Economía de la Universitat de València y director de estudios financieros de Funcas, incide en que ninguna inversión privada debe tener un responsable público involucrado personalmente, aunque no tenga ganancia económica. “Los riesgos reputacionales con el sector son elevados. El hecho de que se utilice una figura pública en una inversión de elevado riesgo puede dar la falsa sensación de que esté respaldada, una percepción de seguridad al estar ligada al presidente”, advierte.

Por ahora, la Comisión de Bolsa y Valores (SEC) no ha hablado del tema. La llegada de Paul Atkins, nuevo presidente de la agencia, ha cambiado radicalmente la postura de este organismo, mucho más favorable a los activos digitales. De hecho, recientemente el regulador estadounidense ha emitido una opinión declarando que las memecoins son similares a los objetos de colección y que “tienen una utilidad o funcionalidad limitada o nula. En otras palabras, una memecoin no es en sí misma un valor”. Al no considerarse como valores, los emisores no necesitan registrar los activos ante la SEC y los inversores no están protegidos por las leyes federales de valores.



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