Trump nombra un “zar cripto” después de que el bitcoin supere los 100.000 dólares
El inversor de Silicon Valley David Sacks será también el encargado de marcar la posición de la Casa Blanca sobre inteligencia artificial
“De nada”. Con esas palabras, se apuntó Donald Trump este jueves el mérito de que el bitcoin superase por primera vez en la historia la cota de los 100.000 dólares. El criptoactivo se ha revalorizado más del 40% desde que el republicano ganó las elecciones y el impulso a la cotización del miércoles llegó después de que el presidente electo designase para dirigir la Comisión de Valores y Bolsa (la SEC) a Paul Atkins, un defensor de las criptomonedas. Y para que no pare la fiesta, Trump anunció este jueves el nombramiento de un “zar cripto y de la inteligencia artificial”. Se trata de David Sacks, destacado inversor de Silicon Valley ―y cómo no, cercano a Elon Musk―.
“Me complace anunciar que David O. Sacks será el ‘Zar de la Inteligencia Artificial y las Criptomonedas de la Casa Blanca’. En este importante papel, David guiará la política de la Administración en Inteligencia Artificial y Criptomonedas, dos áreas críticas para el futuro de la competitividad estadounidense”, escribió Trump en Truth, su red social. “David se centrará en hacer de Estados Unidos el claro líder mundial en ambas áreas. Protegerá la libertad de expresión en Internet y nos alejará de los prejuicios y la censura de las grandes empresas tecnológicas. Trabajará en un marco legal para que la industria de las criptomonedas tenga la claridad que ha estado pidiendo, y pueda prosperar en Estados Unidos. David también dirigirá el Consejo Presidencial de Asesores para la Ciencia y la Tecnología”, añadió.
Sacks es partidario de una regulación laxa tanto en lo referente a la inteligencia artificial como a las criptomonedas. La naturaleza del nombramiento no queda clara. Hay dudas sobre si Sacks será un cargo público regido por las regulaciones de incompatibilidades y conflictos de intereses que les afectan o si será una figura externa, como Elon Musk y Vivek Ramaswamy, responsables del autodenominado Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), que no existe orgánicamente.
Sacks, de 52 años, es un empresario e inversor conservador que ayudó a captar financiación para la campaña de Trump en Silicon Valley. Organizó un acto de recaudación de fondos para Trump en su propia casa de San Francisco en el que la asistencia, con foto con el candidato incluida, costaba 300.000 dólares. Como el propio Musk, es nacido en Sudáfrica y nacionalizado estadounidense. Fue, junto al hombre más rico del mundo, uno de los fundadores de la empresa tecnológica de pagos PayPal, de la que fue su primer director operativo. De hecho, forma parte de la conocida como mafia de PayPal, cuyo padrino es Peter Thiel, mentor de J. D. Vance, el vicepresidente electo, muy cercano al propio Sacks.
Luego creó la empresa de software empresarial Yammer, que fue adquirida por Microsoft por 1.200 millones de dólares. Después, fundó Craft Ventures, una empresa de capital riesgo con sede en San Francisco. Sacks estuvo entre los inversores iniciales de exitosas compañías como Facebook, Uber, SpaceX, Palantir Technologies y Airbnb.
También es productor de cine y copresentador de All-In Podcast, el podcast líder en tecnología, donde él y sus amigos debaten sobre temas económicos, políticos y sociales. Trump acudió a ese programa en junio como parte de su campaña. Fue allí donde dijo que estaba dispuesto a ofrecer residencia permanente a todos los extranjeros que se gradúen en universidades estadounidenses.
“Lo que quiero hacer y lo que haré es que si te gradúas en una universidad, creo que deberías obtener automáticamente, como parte de tu diploma, una green card para poder quedarte en este país”, dijo Trump, mezclándolo con su habitual retórica xenófoba. El presidente dijo que sería una de las cosas que abordaría en el primer día en el cargo. Luego su campaña rebajó un poco la promesa y dijo que los graduados serían examinados “para excluir a todos los comunistas, islamistas radicales, partidarios de Hamás” y “odiadores de América” y que se admitiría a “los más capacitados que puedan hacer contribuciones significativas a Estados Unidos”.