Sacyr cierra la venta de tres autopistas en Colombia por 1.350 millones al fondo Actis
Recupera 286 millones en capital propio con el traspaso del 100% de las participaciones en las concesiones de la Pamplona-Cúcuta, autopista al Mar 1 y la Rumichaca Pasto
El plan de venta de los activos concesionales de Sacyr en Colombia ha superado la fase de autorizaciones regulatorias y el acuerdo alcanzado en junio con el fondo Actis Longlife Infrastructure, para el traspaso de la participación en tres autopistas, ha sido culminado con un valor de 1.565 millones de dólares (unos 1.350 millones de euros), según ha comunicado Sacyr ante la CNMV.
La desinversión, favorecida por el escenario de tipos bajos, afecta a las concesiones de la Pamplona-Cúcuta, autopista al Mar 1 y la Rumichaca Pasto, con un total de 416 kilómetros. Del importe total, el capital (equity) asciende a 332 millones de dólares (286 millones de euros). El importe final ha sido ajustado, desde los 1.600 millones de dólares anunciados cinco meses atrás, por el tipo de interés aplicado hasta el cierre de la venta.
El director general de Administración y Finanzas de Sacyr, Carlos Mijangos, explica en la nota remitida al regulador que la empresa podría recibir aún cantidades variables (earn-outs) valoradas en unos 70 millones de dólares. Estos cobros adicionales vendrán en función “del éxito de varias reclamaciones actualmente en gestión, con un posible impacto positivo en la contabilidad y la tesorería del grupo”.
Desde Sacyr se subraya la consecución de objetivos como el incremento de valor en la cesta de activos concesionales. El importe pagado por Actis está un 12% por encima del valor que la española ofreció a sus tres autopistas colombianas en el Investor Day de 2024. Además, Sacyr consigue fortalecer la caja, con el equity entrante, para desarrollar sus planes de crecimiento y sigue dando pasos para equilibrar geográficamente su cartera de proyectos. La firma que preside Manuel Manrique está poniendo especial énfasis en ganar peso en mercados anglosajones.
En el comunicado que Sacyr lanzó en junio se indicó que el adelgazamiento en Colombia iba a generar un impacto contable negativo de 65 millones de euros, percibido ya en las cuentas del primer semestre, lo que se explica por el tratamiento contable fijado por las normas internacionales de contabilidad (IFRIC XII) respecto a las sociedades concesionarias clasificadas como activos financieros. En estos casos, los fondos propios aumentan durante la etapa de construcción. Sacyr prevé compensar ese efecto con entrada de los variables acordados con Actis.
El refuerzo de caja obtenido en Colombia hizo que la dirección de Sacyr aparcara otras desinversiones, como la que afectaba a las autopistas del grupo en Chile. En el país andino explota la Ruta del Algarrobo (participación del 26%), Rutas de Limarí (26%), Valles del Bío-Bío (26%), Rutas del Desierto (26%) y Valles del Desierto (31%), con un total de 680 kilómetros.
Una vez culminada la rotación de activos colombianos, Sacyr se mantiene en ese mercado, donde acumula otras tres concesiones: la autopista Puerta de Hierro; el corredor Buenaventura-Loboguerrero-Buga y la recuperación de los ecosistemas degradados del Canal del Dique, los dos últimos en fase de desarrollo. Al cierre de 2024, el colombiano era el principal mercado por ingresos y ebitda para Sacyr Concesiones, con 528 y 317 millones de euros, respectivamente, y Chile era el segundo destino por ventas, con 524 millones el año pasado y un ebitda de 225 millones.
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