La dueña de Santa Bárbara firma un contrato de 3.000 millones para hacer los vehículos de reconocimiento del ejército alemán
GDELS, que en España perdió una buen parte de los contratos que este año se disputaba con Indra en el ámbito de los vehículos terrestres, gana peso en Alemania, donde también hará los Piranha 8x8 del proyecto TaWAN


General Dynamics European Land Systems (GDELS) gana peso en Alemania. Según ha informado en un comunicado este lunes, la dueña de la española Santa Bárbara se ha hecho con un contrato de unos 3.000 millones de euros para hacer el nuevo vehículo de reconocimiento del ejército alemán, al que suministrará 274 unidades. Se basará en el Piranha en su versión 6x6, un tipo de vehículo con el que ya había conseguido en febrero hacerse con otro contrato en Alemania: en ese caso, se trataba de los Piranha 5, del que hará 256 vehículos para el proyecto TaWAN para el desarrollo de una red de telecomunicaciones de largo alcance basada en unidades terrestres del ejército teutón.
En el caso del vehículo de reconocimiento, que es un contrato sustancialmente mayor que el del TaWAN —en su momento, la compañía habló para ese contrato de tres dígitos en millones—, el acuerdo incluye equipos de entrenamiento y simuladores, así como servicios de apoyo logístico para un vehículo con capacidad anfibia. El nombre de este modelo será Luch 2, se fabricará en Alemania y se basará en la misma plataforma de la que sale el VCR 8x8 Dragón del Ejército de Tierra español, de cuya producción se encarga Tess Defence, una unión temporal de empresas en la que están GDELS, Indra —que ahora domina la sociedad con más del 50%—, Sapa y Escribano Mechanical & Engineering (EM&E).
“Con la decisión de Alemania de seleccionar nuestro Piranha 8x8 para el proyecto TaWAN, y ahora el Piranha 6x6 para el programa del vehículo de reconocimiento de nueva generación, las fuerzas armadas alemanas han demostrado su confianza en GDELS como socio fiable y probado y en nuestra capacidad para realizar una contribución significativa. Esta elección por parte de las fuerzas armadas de Alemania nos consolida como uno de los principales proveedores de sistemas terrestres en Europa”, ha declarado Antonio Bueno, presidente de GDELS.
De esta forma, la compañía de capital estadounidense —la matriz de GDELS es General Dynamics, con sede en el Estado de Virginia— muestra músculo después del varapalo que le supuso quedarse fuera de la mayoría de los nuevos contratos que ha asignado España este año a la industria de defensa en el marco de los Programas Especiales de Modernización (PEM), lanzados por el Ejecutivo para alcanzar el objetivo de gastar el equivalente al 2% del PIB en defensa este mismo año. Concretamente, GDELS se quedó sin los contratos del nuevo lanzapuentes y la artillería móvil que fueron a parar Indra.
“La compañía considera que las ofertas presentadas por GDELS-Santa Bárbara Sistemas para ambos programas son las que cumplen en mayor medida los requisitos técnicos demandados por el Ministerio de Defensa y las únicas que garantizan capacidades actuales inmediatas (...) Por esta razón, iniciará conversaciones con Indra en los próximos 15 días como coordinador con el fin de desarrollar el Plan Industrial y Tecnológico asociado a los préstamos concedidos por el Ministerio de Industria”, dijo GDELS en un comunicado la semana pasada.
Ambas empresas han entrado en una guerra sin cuartel por ver quién se queda con el mercado español después de que GDELS se negara a venderle Santa Bárbara a Indra, la cual terminó comprando la planta de El Tallerón a Duro Felguera para que esta fuera su centro de producción de vehículos terrestres militares. A esto se suma su interés por EM&E, empresa del propio presidente de Indra, Ángel Escribano, una operación para la que Indra ha creado una comisión de consejeros independientes para estudiar si hay conflicto de interés en la compra.
Lo que sí logró GDELS fue hacerse con el contrato de actualización de los Pizarro, un vehículo blindado de menos de 30 toneladas —mucho más ligero que los tanques Leopard, por ejemplo—, para el que el Gobierno ha aprobado una prefinanciación de 176 millones de euros. A Indra, por su parte, el Gobierno le prestará 2.178 millones de forma directa y otros 4.404 millones para iniciativas en las que colabora con otras compañías, como los 788 millones que han ido a parar a Tess, y por tanto también en parte a GDELS, para hacer el vehículo de apoyo de cadenas.
Sobre la firma


