Los aranceles y la dependencia de China recortan los márgenes de las empresas familiares
El presidente del Instituto de la Empresa Familiar, Ignacio Rivera, insta a abrir las fronteras para cubrir las plantillas ante las dificultades para encontrar personal
La excesiva dependencia de la producción de bienes de China, la guerra comercial desatada por Donald Trump desde el pasado mes de marzo y la irrupción de la inteligencia artificial están teniendo un impacto negativo en las cuentas de resultados de las empresas familiares en España.
Esta es la principal conclusión de un estudio realizado por el Instituto de la Empresa Familiar (IEF) junto a Mckinsey & Company, a partir de una encuesta a 116 empresas de origen familiar, de las que 100 forman parte del IEF. “Se está produciendo una reducción de costes y márgenes por disrupciones geopolíticas, la imposición de aranceles, la guerra de Ucrania y la inteligencia artificial generativa, que nos está pillando sorprendidos por el impacto”, recalcó Ignacio Marcos, socio senior de Mckinsey & Company durante la presentación del informe.
El 69% de las empresas encuestadas confirma que existe una presión creciente en la estructura de margen y de costes, intensificada además por un mayor incremento del coste de la electricidad en España y por una mayor carga regulatoria en Europa frente a Estados Unidos. Entre esas compañías, la preocupación por esos factores es más evidente entre las empresas cuya cifra de negocio supera los 1.000 millones de euros, con un 60% de respuestas, frente a las medianas o pequeñas, donde el alza de costes y los menores márgenes es señalado por menos del 40% de las compañías.
El otro gran foco de preocupación de las empresas familiares se centra en las dificultades para cubrir las plantillas. El 34% de los encuestados constata que existe escasez de talento, especialmente en las compañías de primera y segunda generación. “Es evidente la escasez de talento para determinados puestos de trabajo. Tenemos que abrir nuestras fronteras, ya que todos estamos locos por encontrar talento”, recalcó Ignacio Rivera, presidente del IEF. Marcos detalló que esa falta de personal tiene tres vertientes diferentes. “Por un lado está la falta de talento tecnológico, especialmente en posiciones ligadas a la I+D, que afecta a la hora de competir con otras empresas a nivel global. En segundo lugar se están perdiendo oficios y en tercero son evidentes los problemas en el sector servicios para hacer planes de carrera profesionales, como en el caso del sector hotelero, penalizado por la estacionalidad y los horarios prolongados”.
Para corregir este desequilibrio, Rivera instó a unir fuerzas entre las empresas europeas para competir en igualdad de condiciones con los gigantes americanos o asiáticos a través de la creación de grandes consorcios. “Como Europa no espabile tenemos un problema. Es necesario que hagamos proyectos conjuntos como el de Airbus”.