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La industria de defensa en España disparó sus ingresos en 2024 y superó por primera vez el nivel prepandemia

La patronal de defensa, aeronáutica y espacio señala que el sector facturó más de 16.000 millones, un 16% más que en 2023

Manu Granda

La industria de defensa, aeronáutica y espacio en España ha recuperado ya sus niveles de facturación prepandemia. Si en 2023 se había quedado a las puertas de alcanzar los ingresos de 2019, el año pasado el sector rompió ese techo de cristal con una cifra de negocio de 16.153 millones de euros, según el informe anual elaborado por PwC para Tedae, la patronal que representa al sector, hecho público este lunes. “Nos hemos encontrado el hambre con las ganas de comer. Las necesidades de defensa y, por otro lado, de la reindustrialización y la necesidad de poner la competitividad en el centro de nuestras iniciativas”, ha sintetizado el secretario de Estado de Industria, Jordi García Brustenga, que ha participado del evento en el que se ha presentado el estudio.

Esto ha sido posible gracias al incremento del gasto en defensa producto del bum europeo, aunque estos datos no reflejan todo lo acontecido este año, en el que la Unión Europea se ha marcado como objetivo movilizar 800.000 millones de euros para rearmarse y en el que España ha disparado su gasto, con 10.471 millones extra, lo que le ha permitido alcanzar un gasto militar del 2% del PIB. Esto hará, previsiblemente, que la facturación vuelva a subir este año, algo que se verá en el próximo informe, gracias a los nuevos contratos por los que pujarán empresas como Navantia, Indra, Airbus, General Dynamics-Santa Bárbara o Escribano Mechanical & Engineering.

Según el estudio, la aeronáutica ha sido la actividad que más aportó en 2024 a los ingresos de los sectores que representa Tedae, con 11.370 millones, un 14,5% más. En esa cantidad se incluyen unos 5.724 millones correspondientes a las aeronáutica militar, que se cuentan también dentro de los 9.364 millones que facturaron las empresas de defensa, un 16,4% más; mientras que espacio creció un 14,9%, hasta los 1.293 millones (con 150 millones en la parte de actividades de espacio destinadas a uso militar).

García Brustenga ha destacado que el objetivo del Gobierno es aumentar la cantidad de empresas que participan del sector, pasando de las 500 compañías con las que empezó el año, a 800 al finalizar el presente ejercicio, y con el objetivo de alcanzar las 1.200 en el próximo año. El secretario de Estado, a su vez, ha destacado la importancia de la calidad de los proyectos españoles, poniendo como ejemplo la entrega de Navantia de la primera fragata F-111 Bonifaz en septiembre a la armada española.

“Lo bien hecho nos define. En el mercado se nos conoce en España porque tenemos buen precio, nuestros productos están bien hechos y por el mix de energías renovables. Con la botadura [de la F-111] mostramos, además, que cumplimos [en tiempos]. Tenemos que ser y somos una de las potencias europeas en industria. Si queremos destacar en este sector hay que poner el foco en la tecnología, que se produzcan cosas aquí, pero sobre todo que se desarrollen en España, que tengamos la patente”, ha señalado el secretario de Estado.

En este sentido, el informe de PwC destaca que la complejidad de los productos realizados por estos sectores es de 0,58 puntos, cuatro veces más que la media de productos exportados por España. Las ramas de actividad a las que representa Tedae vendieron al exterior 9.931 millones, un 20% más que en el ejercicio precedente. Defensa, aeronáutica y espacio emplearon a 75.000 personas de forma directa y a unas 260.000 si se incluye a toda la cadena de valor, lo que supone un incremento del 20,6%. “Todo este informe prueba la fortaleza de nuestra industria y la capacidad de España para situarse en la vanguardia tecnológica”, ha celebrado, por su parte, la secretaria de Estado de Defensa, María Amparo Valcarce, que también ha participado en el evento.

Sobre la firma

Manu Granda
Redactor de la sección de empresas, especializado en el automóvil y en defensa. Como 'freelance', cubrió la temporada de incendios del verano 2019-2020 en Australia para EL PAÍS. Es graduado en periodismo por la Universidad Rey Juan Carlos y cursó el Máster de periodismo de EL PAÍS.
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