Menos jornada laboral igual a mayor productividad en el trabajo
Las empresas andaluzas DelSol y Grupo Deluxe llevan un lustro con jornadas máximas de 36 horas semanales: “Ahora tenemos trabajadores más felices”, dicen
El debate sobre la reducción de la jornada laboral hasta las 37,5 horas a la semana, que ha sido rechazada en el Congreso por PP, Vox y Junts, cumple ya un lustro en dos empresas andaluzas que fueron pioneras en adelantarse a esta medida negociada entre Gobierno, sindicatos y patronal. Las compañías Software DELSOL y Grupo Deluxe cuentan desde hace casi cinco años con jornadas máximas de 36 horas semanales, lo cual no les ha impedido que desde entonces crezca la productividad . El secreto, dicen, es que ahora tienen “trabajadores más felices”.
Sofware DelSol, una de las empresas líderes de software de gestión en España, puso en el mapa a Jaén hace cinco años con la implantación de una jornada de entre 34 y 36 horas, repartidas en cuatro días a la semana que los empleados tienen flexibilidad para elegir porque la empresa está operativa de lunes a viernes.
“Fue una medida muy positiva y muy bien valorada tanto por la plantilla, porque pueden conciliar su vida familiar y personal, como por la empresa. Al final lo que queremos es tener trabajadores felices. Un trabajador feliz es mucho más productivo”, indicó la responsable de Recursos Humanos, Ana Arroyo. Desde la implantación de la jornada laboral de cuatro días a la semana la empresa ha crecido tanto en expansión como en facturación, con unos ingresos de 21 millones de euros hace dos ejercicios. Y las instalaciones de la empresa están adaptadas para el relax de la plantilla, con zonas de juegos o piscina.
Sofware DelSol, que cuenta con cerca de 200 empleados, era propiedad del empresario jerezano Fulgencio Meseguer, pero en 2021 fue adquirida por la italiana TeamSystem, líder italiano en el mercado de soluciones digitales para la gestión de empresas y profesionales. Con más de 40 años de historia y un millón y medio de clientes en todo el mundo, esta firma ha venido facturando en los últimos ejercicios más de 400 millones de euros anuales.
El debate sobre la reducción de la jornada laboral se abrió paso tras una pandemia que puso en cuestión la manera de trabajar hasta ese momento. Y el 1 de febrero de 2020,un mes antes de que llegara la pandemia, el Grupo Deluxe se adelantó a ese debate y comenzó con la semana de cuatro días a modo de prueba aplicando a sus empleados diferentes horarios en función del departamento al que están asignados, con un máximo de 36 horas.
Apenas un mes después la productividad ya había crecido un 20% con respecto al mismo periodo del año anterior. Hoy, cinco años después, esa productividad se mantiene y la empresa asegura que la facturación crece a un ritmo anual del 15%. “Son muchas las ventajas de esta jornada laboral más reducida, entre ellas la conciliación que permite a los empleados y, sobre todo, la desconexión que le da al personal”, explica Arancha Solís, responsable del departamento de Comunicación de esta empresa dedicada a tratamientos del agua con medio centenar de trabajadores y con sedes en Granada y Jaén.
Aunque el horario depende de la función de cada deparatamento, no ha sido necesario establecer turnos para cumplir con la jornada laboral de cuatro días a la semana. De modo que todos acaban el jueves y no regresan a sus puestos hasta el lunes siguiente. Habitualmente, el personal de Telemarketing termina el jueves a las tres, el de Administración a las cinco. Y el que más tarde acaba es el de Atención al Cliente, a las seis, apunta Solís.
Una de las trabajadoras del grupo, Cristina Morales, explica que trabajando un día menos a la semana se percibe mucho el descanso: “Lo notas mucho, vienes con más ganas a trabajar. Las semanas se hacen más cortas. Y estás más motivada pensando en que llegue otra vez el jueves para desconectar”, indica.
El objetivo que persigue la reducción de la jornada laboral, una vieja reivindicación sindical que acumula años de retraso, es impulsar la mejora de la productividad en pequeñas y medianas empresas privadas que desarrollen una actividad industrial a través de ayudas de hasta 200.000 euros a cambio de reducir durante un mínimo de 24 meses un 10% de la jornada laboral sin bajar salarios. Las 32 horas son, en cualquier caso, una reivindicación sindical a medio plazo en un contexto europeo. En este no se ha avanzado legalmente hacia ese objetivo, más allá de proyectos piloto en países como Reino Unido.
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