TRC emerge en el ecosistema de defensa y ciberseguridad español en plena fase de rearme
El grupo acelera junto a Escribano e Indra en un sistema integral antidrón español; negocia con Interior la vigilancia de puestos de frontera con IA en puertos y aeropuertos


El grupo español TRC está dando pasos de gigante en el ecosistema de seguridad y defensa español al calor de las nuevas necesidades del Gobierno. Tras su creación hace 35 años ha pasado de ser una empresa pionera de software sanitario (proveedor del grupo HM hospitales) y montador de centrales de ciclos combinados para Iberdrola, a socio de grandes empresas tecnológicas (contratista de ciberseguridad de la Administración del Estado junto a Orange, de la Policía Nacional con Telefónica, y de entidades locales con Indra y Telefónica) y proveedor de las Fuerzas Armadas (suministra el sistema antidrón Cervus para el Ejército de Tierra). Ha sido clave en todo esto la especialización en ciberseguridad de vanguardia para infraestructuras vitales, y a partir de este momento la automatización con sistemas de inteligencia artificial (IA).
Alfredo Estirado, su consejero delegado, se muestra seguro, en una entrevista con Cinco Días, de la capacidad de la empresa para aportar soberanía tecnológica, ahora que la autonomía estratégica es un valor añadido en la UE. “Podemos aportar nuestra experiencia en sistemas antidrones, guerra electrónica [cuentan con experiencia de despliegue en zonas de operaciones como Afganistán] e inteligencia aplicada a sistemas de ciberseguridad”, añade, y con productos propios. El Cervus, detección e inhibición de drones de pequeño y mediano tamaño para el Ejército de Tierra es un caso de éxito de la empresa, tanto es así que ya hay versiones mejoradas (Cervus II+ y Cervus III), puestas en el mercado en colaboración con EM&E (Escribano).
Es más, en la actualidad TRC ha firmado una alianza con Escribano e Indra para formar un sistema español unificado para contrarrestar drones, compatible en todas las Fuerzas Armadas, uniéndose la experiencia de Indra en la Armada y el Ejército del Aire. “Fruto de esta alianza nos han adjudicado 32 millones para suministrar 14 sistemas antidrón. En diciembre se hizo la primera entrega, ahora en junio ha sido la siguiente. La idea del Ministerio de Defensa es que haya un único sistema antidrón compatible que valga para todos los Ejércitos”, añade. La solución combina la tecnología de sensores radar y de radiofrecuencia, con sistemas de mando y control, incorporando inteligencia artificial.
En la pasada feria internacional de seguridad y defensa (Feindef 25), TRC ha presentado un sistema automatizado de detección de cualquier vehículo no tripulado (Nexor), con protocolo OTAN, para entornos críticos. “Somos capaces de anular selectivamente las señales de vehículos no tripulados, o de 4G, 5G o LTE”. Es una herramienta de mando y control de última generación para el Ministerio de Defensa. En Feindef, ha presentado también Sentra (Innovación en Seguridad y Gestión de Entornos Críticos), Aeria (Sistema C-UXV Ligero, Rápido y Modular), y Carina (Transcriptor de denuncias vía IA).
Además, TRC cuenta con otra joya de la corona. Se trata del sistema de control fronterizo vía inteligencia artificial (Frontek). Está ya operativo en Ceuta y Melilla. “Estamos dialogando con el Ministerio de Interior para extenderlo a todos los pasos fronterizos, como puertos y aeropuertos”, desvela Estirado. Aparte de verificar la identidad de personas, analiza comportamientos y situaciones de riesgo para la toma de decisiones.
Reunión con Sánchez
Esta clara apuesta por la ciberseguridad con tecnología española le ha llevado a TRC a ser incluida en el ecosistema de referencia del Ejecutivo. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, reunió en marzo a los primeros ejecutivos de las ocho grandes empresas en la materia, incluida TRC. En mayo ha habido reuniones ministeriales posteriores con Defensa y Transformación Digital. “Fue interesante. Ahora hay la oportunidad, la necesidad y el dinero. El presidente quería saber cómo estamos de preparados para esta apuesta estratégica. Se trata de sentar las bases para llegar a acuerdos entre nosotros y sumar capacidades”, dice Estirado.
El ejecutivo ve con buenos ojos la idea de consorcios empresariales. En esta línea, considera “lógico” el análisis para que Indra y Escribano se fusionen. “Son empresas que se complementan”, añade. Respecto a TRC, indica que el grupo está en una “posición compradora”, buscando adquirir empresas de nicho, e invirtiendo en startups como ya ha hecho con Carina IA, al margen de la formación de UTE con otras compañías para proyectos de mayor tamaño.
Prueba del proceso de expansión es su plan estratégico en el que prevé triplicar su facturación (hasta 450 millones) en 2030. “No es un crecimiento alocado, el mercado va muy a favor. Tenemos mucha cartera. A estas alturas de año ya tenemos contratado para ejecutar lo mismo que en todo 2024”, resalta. Para escalar la compañía, Estirado destaca que está abriendo delegaciones (País Vasco, Cataluña, y dentro de unos días, Portugal). Mientras tanto, reforzándose en el área de innovación, y en formación del personal, “dada la escasez de personal cualificado” en el sector.
Crítica a Ley de Contratos del Estado
Otro problema que ve Estirado es la Ley actual de Contratos del Estado, “muy compleja y farragosa”, para los procesos de compra que necesita el sector de la seguridad y defensa en un corto espacio de tiempo (el Consejo de Ministros ha aprobado un plan industrial y tecnológico de 10.471 millones de euros para inversión en seguridad y defensa solo para 2025). “Debería habilitarse un proceso extraordinario para agilizar los trámites y que el Estado pueda cumplir con los exigentes objetivos de inversión previstos”, añade.
En materia de ciberseguridad, otorga un papel relevante futuro de coordinador al Centro Criptológico Nacional (CCN), dependiente del Centro Nacional de Inteligencia (CNI). “Falta un modelo de gobernanza, que sustente las infraestructuras críticas” destaca.
Israel y catálogo de productos europeos
Mientras tanto, TRC está ampliando el diálogo con empresas europeas, francesas en especial. “Estamos elaborando un catálogo de productos europeos de ciberseguridad. Ha llegado el momento de que empresas europeas empecemos a hablar de qué soluciones tenemos que no se han valorado antes porque se daba prioridad a dos mercados, Estados Unidos e Israel” añade. “En este catálogo deberán estar empresas como Indra, Thales y TRC, cada uno con su especificidad”. “Indra en algún momento tendrá que acercarse a Thales si quiere llegar a acuerdos europeos razonables”, añade.
Respecto al gran apagón eléctrico vivido en España y el riesgo para la seguridad del sector, concluye: “es una infraestructura crítica, con muchas medidas de seguridad para garantizar la prestación de servicio pero muy susceptible a ser atacada. Hay que invertir más para dejarla lo más indemne posible a ciberataques”. La clave, tecnología nacional de alto rendimiento, como TRC.
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