Ángel Olivares (Feindef): “En defensa, hay que ir a procesos de consolidación empresarial”

El gestor de la principal feria de seguridad y defensa ve prioritario luchar contra la fragmentación del sector vía fusiones y grandes consorcios, y elevar el gasto en I+D. Feindef 2025 crecerá un 25% y contará con un cuarto pabellón

El nuevo presidente de Feindef, Ángel Olivares, en su sede.Álvaro García

Ángel Olivares cuenta con 30 años de experiencia en el sector público. Entre ellos fue director general de la Policía, y más recientemente, mano derecha de la ministra Margarita Robles como secretario de Estado de Defensa. En junio fue nombrado presidente de la Fundación Feindef, creada por el Ministerio de Defensa, y Tedae y Aesmide, asociaciones que agrupan las principales empresas del sector. Tiene en sus manos la gestión de Feindef 2025, la principal feria de defensa y seguridad del país y hacerla crecer internacionalmente. Olivares charla con CincoDías del futuro inmediato de un sector considerado estratégico.

Pregunta. ¿Cómo van los preparativos de la próxima feria bienal Feindef, a celebrar en mayo?

Respuesta. La feria se podría inaugurar mañana mismo. Ya hay lista de espera para participar. En próximos días tomaremos la decisión de contratar un cuarto pabellón. Solo con los tres primeros, supone un crecimiento del 25% con respecto a la edición anterior de 2023, y 400 empresas. El cuarto permitirá realizar una exposición estática y una dinámica, abierta al público, donde se expondrán los materiales más avanzados de empresas expositoras y las Fuerzas Armadas, además de atender la demanda insatisfecha. Tenemos fundadas esperanzas en que la edición de Feindef 2025 suponga un salto cualitativo en su relevancia. Ya somos la séptima feria del mundo por superficie de exposición (50.000 metros cuadrados) y la sexta por el número de expositores internacionales.

Optamos por la internacionalización de la feria porque estamos convencidos de la necesidad que tiene la industria de formar grandes consorcios empresariales. En la edición de 2025 van a participar 135 empresas internacionales, que suponen el 33% del total. La feria va a ser un buen marco que facilite el diálogo entre empresas, y ayude a solucionar uno de los grandes problemas que tiene la industria española y europea, que es la fragmentación.

P. ¿Y cómo luchar contra ella?

R. Hace años hubo un proceso de gran concentración empresarial en Estados Unidos. Este país representa el 50% de la facturación mundial en la industria de la defensa. Europa es el 18,8%. La UE va a finalizar 2024 con un gasto en defensa de 326.000 millones de euros, que supone el 1,9% del PIB. Esto representa un tercio de lo que gasta en defensa EE UU. Además, la UE gasta menos de un quinto de lo que gasta Estados Unidos en I+D. No podemos permitir que la brecha tecnológica siga incrementándose, además, con terceros competidores que han elevado sus recursos, como China.

La UE tiene, en aras a su autonomía estratégica, un doble objetivo: incrementar la capacidad de producción y elevar los recursos en I+D que nos permitan tener un sistema disuasorio creíble.

P. Indra, Navantia, Escribano... ¿Necesita España hacer crecer estas empresas, con campeones nacionales?

R. En defensa, hay que ir a procesos de consolidación empresarial, en España y en Europa. Los procedimientos para incrementar el músculo empresarial español son diversos. El Ministerio de Defensa como principal cliente debe ser quien los alimente. No tiene por qué realizarse solo a través de concentraciones empresariales, también se puede con consorcios entre empresas españolas, y la participación en consorcios internacionales. Lo que está claro es que hay que concentrar, incrementar la potencia de la industria de defensa europea. Grandes empresas que tiren del carro y den cobertura a las pymes.

Además, se debe exigir que, en cualquier nuevo proyecto se garantice la interoperabilidad. Una de las desventajas de la UE es la proliferación de sistemas de armas que no son interoperables entre sí.

P. La UE está potenciando programas de compras conjuntas. ¿Podría ayudar?

R. Totalmente. Se acaba de firmar una compra de misiles conjunta, el Mistral. La UE tiene dos objetivos que vienen explicitados en la estrategia industrial de la defensa de Europa. Uno es que el 40% de las compras se realice mediante adquisiciones conjuntas en 2030. También para 2030 que el 50% de los productos que se compren sean en el ámbito de la UE. Y en 2035 llegar al 60%.

P. Da la impresión de que estamos llegando tarde, también en telecomunicaciones. Elon Musk ya está desplegando su sistema de satélites. Europa renquea…

R. No hay que tener complejos. En las recientes jornadas de Defensa de El País se puso de relieve que el sistema europeo Galileo es mejor que el sistema GPS americano, desarrollado con menos recursos y menor espacio de tiempo. Aquí es donde juega mucho el talento. La clave pasa por seguir apostando en invertir más en I+D.+i

P. El futuro sistema aéreo de combate (FCAS) es una gran oportunidad para el sector. ¿Está bien posicionada Indra?

R. Sí. Es el coordinador nacional de España y una potencia en sensores. Lo está haciendo bien. España está participando en igualdad de condiciones en un programa innovador junto con Alemania y Francia. España ha dejado de ser un país de ensamblajes para serlo de aportación de valor y talento.

P. Donald Trump dice que los europeos deben pagar más por su defensa. ¿Se necesita elevar este gasto para compensar el repliegue en la OTAN que se espera de EE UU?

R. La necesidad de incrementar el gasto en defensa es evidente, al margen de lo que suceda con EE UU. El conflicto de Ucrania ya ha puesto sobre la mesa esa debilidad de la UE. Europa no puede estar subarrendando su seguridad a un país tercero. Esa dependencia coarta su libertad de acción.

P. El objetivo es un gasto en defensa del 2% del PIB. ¿Se llegará?

R. La UE superará esos niveles. España tendrá dificultades para alcanzarlos aunque es un compromiso firme del Gobierno y no tengo dudas de ello. Es un objetivo muy ambicioso porque nuestro PIB está creciendo más que el de la UE y exige un esfuerzo superior en términos relativos. Cuando fui secretario de Estado (2018-2020), el gasto en defensa era en España del 0,92% del PIB. Ahora estamos en 1,24%.

P. ¿Considera vital para el sector que salgan adelante los Presupuestos del Estado para 2025 que aún se están negociando?

R. Sí. Unos Presupuestos prorrogados no son beneficiosos para nadie. Ahora bien, la industria puede estar tranquila. España tiene comprometidos cerca de 44.000 millones de euros en programas plurianuales de modernización, con techo de gasto ya aprobado.

P. Cuando fue secretario de Estado, impulsó programas como los submarinos S-80, la actualización del Eurofigther, las fragatas 110 y los satélites de telecomunicaciones. ¿Cómo van?

R. Se comprometieron durante esos dos años más de 15.000 millones de euros. Esos programas van razonablemente bien con los problemas inherentes, de sobrecostes y ampliación de plazos, a cualquier programa innovador que incorpora tecnologías disruptivas. La industria española ha demostrado que tiene talento para participar en cualquier proyecto multinacional, por complejo que sea, incluso, de liderarlo. España participa desde 2021 en el 74% de los proyectos financiados por el Fondo Europeo de Defensa.

P. ¿La opinión pública está preparada para más gasto en Defensa?

R. Ha cambiado mucho esto. Hace diez años, según Metroscopia, solo el 32% de los españoles consideraba que el gasto en defensa era justo. En estos momentos, supera el 52%. Y más del 70% apoya la permanencia de España en la OTAN.

P. La UE cuenta ahora con un comisario europeo específico en Defensa. Nunca lo ha habido.

R. Sí. Es un primer paso. La competencia de la Defensa es estatal, pero es un primer paso. También en la evolución de la UE, ha habido competencias que en origen eran de los Estados y al final han pasado a la UE. Estoy convencido de que también la defensa europea terminará siendo otra competencia compartida. Por ejemplo, en el ámbito de la industria, es evidente que tiene que haber cesiones parciales de soberanía. No hay ningún país que pueda ser autónomo total.

P. ¿Cómo se puede mejorar la ciberseguridad desde el ámbito de la defensa?

R. Invirtiendo mucho en nuevas tecnologías y dedicando recursos a la preservación de la seguridad de las comunicaciones. La desinformación es una manera de plantear una batalla. Estamos viendo cuál es la incidencia de Rusia en los sistemas políticos de la Europa del Este, incluso en los Occidentales. En estos momentos, sin el manejo de los datos y sin garantizar las comunicaciones discretas y fiables, es imposible manejar un sistema de armas. La democracia es una conquista social, y hay que defenderla todos los días. Invertir en defensa es invertir en paz, libertad y seguridad.