Transportes lanza la reforma de las grandes rutas de autobús con un nuevo corredor entre Madrid y Valencia
El futuro servicio entre las dos comunidades autónomas tendrá tarifas un 12% más bajas en competencia con el tren de alta velocidad y el avión
Pistoletazo de salida al nuevo mapa de grandes rutas para servicios de autobús con la expectativa de conseguir itinerarios más directos y tarifas más bajas. El Ministerio de Transportes ha diseñado un nuevo corredor entre Madrid y la Comunidad Valenciana cuyo anteproyecto se somete a información pública durante un plazo de 30 días a partir de la publicación en el BOE este jueves. Los ramales del citado corredor tendrán parada en 51 municipios de Madrid (3), Guadalajara (5), Albacete (2), Ciudad Real (4), Cuenca (10), Teruel (3), Valencia (16) y Castellón (8 municipios).
Desde el departamento que lidera Óscar Puente se subraya el incremento en las frecuencias de viaje entre capitales de provincia, la reducción de los tiempos y la pretendida rebaja en los precios de los billetes de un modo de transporte que compite en el eje Madrid-Levante con la alta velocidad y el avión. El proyecto incluye la creación de nuevas líneas como la Castellón-Teruel, Guadalajara-Valencia, Madrid-Motilla del Palancar, Alcalá de Henares-Valencia, Madrid-Sagunto o la Molina de Aragón-Valencia.
Las estimaciones del ministerio señalan un recorte del 12% en la tarifa por kilómetro y viajero: se pasa de 0,080408 euros por viajero y kilómetro a 0,070730 euros. En cuanto a la mejora de los tiempos de viaje, destacan los 45 minutos de recorte la línea de Cuenca a Teruel, o los 25 minutos que se consiguen entre Madrid y Valencia, bajando a 255 minutos de travesía. Además se refuerza la conectividad entre las comarcas de La Plana de Utiel-Requena (provincia de Valencia) y La Manchuela conquense; la Serranía Baja de Cuenca y el Rincón de Ademuz (provincia de Valencia), y entre El Alto Palancia (Castellón) y Gúdar-Javalambre (Teruel).
Las líneas diseñadas discurren por carreteras nacionales como la A-2, A-3, AP-7, A-23, A-40, A-43 o la N-211, además de carreteras autonómicas como la CM-220, CM-311, CV-10 y CV-50.
El mapa concesional lanzado por el Ministerio de Transportes integra tráficos atendidos en la actualidad por concesiones de transporte regular. En el caso del corredor Madrid-Valencia afecta a la VAC 051, Madrid-Badajoz-Valencia, en manos de Avanza y que caducó en 2013. También se ve afectada la VAC 248 que enlaza Puertollano con Valencia, cuyo plazo de explotación venció en 2021, pese a lo que continúa con Alsa al frente del servicio. La VAC 255, de Madrid a Valencia pasando por Molina de Aragón y Teruel, se encuentra en vigor hasta enero de 2028 y tiene a Samar como concesionaria. Y la VAC-260, también de Samar hasta agosto de 2026, sirve las rutas de Cuenca a Barcelona.
Competencias
Desde Transportes se explica que los tráficos íntegramente comprendidos en el territorio de una sola comunidad pasarán a prestarse por sus respectivos gobiernos regionales. De hecho, se están analizando mecanismos de financiación para apoyar la prestación de los servicios de competencia autonómica. En cuanto a las nuevas líneas de titularidad estatal, se buscan conexiones más directas entre grandes núcleos de población y una reducción de los tiempos de viaje.
En el transporte en autobús conviven más de 3.000 licencias de operación y unas 1.400 concesiones repartidas por todo el país. Con el diseño de un nuevo mapa de rutas se continúa apostando por el modelo concesional, con libre competencia en procesos de licitación y la posterior prestación de los servicios regulares en exclusividad una vez adjudicado cada uno de los corredores.
La intención de partida era rebajar de 77 a 22 el número de contratos en grandes líneas. Según datos del Ministerio, menos de la mitad de los contratos actuales son rentables y la mayoría presentan ocupaciones por debajo de los 24 viajeros en sus frecuencias, lo que movió a una reforma línea por línea. Unos 30 millones de viajeros se mueven cada año en autobuses de larga distancia, lo que representa una cuota modal inferior al 4% sobre los viajes interprovinciales en España. El automóvil domina con el 90% de cuota; el tren tiene algo menos del 5%, y el avión nueve alrededor del 1,4% de los viajeros.
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