El repliegue proteccionista de Trump pone en jaque la expansión internacional del Ibex
La tensión también se eleva sobre toda Latinoamérica, el gran mercado español, con notable presencia bancaria

Donald Trump ha puesto patas arriba el statu quo de la gran empresa española. Mostrándose como puente entre España y Latinoamérica, los grandes grupos nacionales se lanzaron a la gran aventura internacional en los años 90 y han lucido su perfil exterior en momentos de tribulaciones, cuando el negocio en España flaqueaba —como durante la Gran Recesión—, para dar lustre a sus balances. Sin embargo, este repliegue proteccionista pilla a muchos grandes grupos con el pie cambiado, con un importante papel en Latinoamérica y, en muchos casos, tras una decidida apuesta por crecer en EE UU. Una apuesta que ahora queda en el aire.
El presidente ha anunciado un arancel general del 10% a todas las importaciones a EE UU como base general. Esta tasa se incrementará con aranceles recíprocos para los países donde Trump considera un trato divergente para el país. Estos alcanzarán el 20% para la UE y el 34% para China, entre otros países.
Estas medidas suponen una doble amenaza para la gran empresa española. Por un lado, ponen en cuestión su exposición al mercado estadounidense; por el otro, elevan la tensión económica sobre Latinoamérica, que tradicionalmente ha sido un buen granero de negocio para ellas. Un ejemplo paradigmático ha sido lo ocurrido con Repsol, el canario en la mina de algunas de los problemas que pueden enfrentar otras firmas. El pasado fin de semana la Casa Blanca retiró el permiso para que la empresa exportase petróleo de Venezuela. Esto puso al grupo ante una disyuntiva. Por un lado, EE UU supone cerca del 5% de los ingresos y es su tercer mayor mercado, tras España y Perú. Pero renunciar a Venezuela, un país con menos peso en el total del grupo, implica no solo un agujero contable 504 millones de euros, sino también renunciar a cobrar una deuda histórica con la petrolera estatal del país, PDVSA, después de que en 2024 se disparara la entrega de crudo a la empresa española hasta máximos de 20 años.
De toda la presencia de la empresa española en Latinoamérica, México aparece ahora como especialmente clave, dado que este país ha quedado en el corazón del ataque arancelario de Trump. El sector automotriz, uno de los que más intercambio comercial protagoniza en la frontera entre EE UU y México, tendrá aranceles del 25%. Este país, junto a Canadá, queda al margen del anuncio de este miércoles, al aplicarse una tarifa del 25%.
Se trata, además, de un nicho especialmente clave para los grandes bancos españoles. Los bancos ni importan ni exportan bienes gravables, pero su negocio es extraordinariamente sensible a los vaivenes de la economía. La situación es especialmente delicada para el BBVA, para quien México supone su mayor mercado y representa más del 40% de su margen bruto (que mide los ingresos por margen de interés, comisiones y operaciones financieras). Preguntados una y otra vez en ruedas de prensa y conferencias con analistas, tanto el presidente de la entidad, Carlos Torres, como el consejero delegado, Onür Genç, han reiterado que, pese a las andanadas del magnate estadounidense, confían en el país. Es un mercado muy rentable para el negocio bancario —supone que el BBVA sea el banco español con una rentabilidad mayor, del 19%— y apuestan por que su aún reducido nivel de bancarización y el poco endeudamiento de la economía mexicana supongan una oportunidad. La opa sobre el Sabadell es interpretada como una apuesta por potenciar el mercado nacional y reducir el peso de México y Turquía.
El Banco Santander también cuenta con un potente negocio mexicano, si bien más diluido en el balance total del grupo, al representar el 2,5% del margen bruto total del grupo. La apuesta de la entidad en los últimos años, no obstante, está más enfocada en EE UU, que es ya su tercer mercado, tras Brasil y España. Mientras que el BBVA vendió en 2020 el banco que tenía en el país, el Santander ha optado por crecer, impulsando su banco de inversión en el país con una oleada de fichajes, pero también en la banca minorista, donde acaba de lanzar Openbank y cuenta también con un potente negocio de financiación al consumo en el país. También acaba de adquirir una ficha bancaria en Canadá, país que sufrirá aranceles del 25%. Prueba de la importancia de este mercado para el banco es que su presidenta, Ana Botín, es una de las pocas directivas españolas que han intercambiado pareceres con Trump. En una mesa redonda en la cumbre de Davos, ambos se intercambiaron elogios. Botín le felicitó por su victoria en las elecciones y por sus planes de desregulación. Trump le replicó que la entidad había hecho “un trabajo fantástico”.
Más allá del sector bancario, las energéticas y las empresas de infraestructuras también han apostado fuerte por EE UU en los últimos años las eléctricas y las constructoras. Lo hicieron, sin embargo, en un marco totalmente distinto, auspiciados por los programas de gasto público del anterior presidente, Joe Biden, para favorecer las energías renovables y la renovación de las infraestructuras. Así, el mercado estadounidense fue donde más invirtió Iberdrola en 2024 y supuso un 17% de sus ingresos totales. Por el otro lado, para ACS, EE UU supone su primer mercado. En el caso de Ferrovial, hace justo un año que dio el salto a cotizar a la Bolsa de Nueva York, el objetivo de su polémica decisión de trasladar su sede social a Países Bajos, para así estar más cerca de los potentes fondos estadounidenses.
En el lado contrario está Telefónica. La gran operadora de telecomunicaciones española fue una pionera en la internacionalización, abriendo camino en Latinoamérica en los 80 y los 90. Ahora, sin embargo, ha puesto en cuarentena su apuesta por este continente. Ha vendido el negocio en Argentina a Clarín y negocia traspasar el de Colombia a Milicom; del mismo modo, ha encargado la venta de la rama mexicana y ha pedido el concurso de acreedores para la peruana. Previsiblemente, una vez termine este proceso, Brasil será el único gran mercado de la firma en la región, mientras que en Europa mantiene sus apuestas en Alemania y Reino Unido, además de España. En el caso de otra gran multinacional como Inditex, con una extensión amplia por todo el mundo, la suma de todos los mercados americanos ronda el 20%.
Sobre la firma
