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Torres (BBVA) defiende que los compromisos ofrecidos a Competencia son “eficaces y sin precedentes”

La junta de accionistas avala todos los puntos del orden día por más del 90% y el apoyo a la opa se incrementa frente a la cita de julio

El presidente del BBVA, Carlos Torres, en la junta de accionistas del banco.

El presidente del BBVA, Carlos Torres Vila, ha defendido este este viernes, durante la junta general de accionistas de la entidad, la oferta de compromisos (remedies, en la jerga) que el banco ha ofrecido a la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) para sacar adelante la opa sobre el Sabadell. El ejecutivo los definió como “eficaces y sin precedentes, para garantizar la inclusión financiera y cohesión social, el crédito a las pymes y la competitividad”, dado que ha afirmado que son muy sensibles a los recelos de las autoridades. Torres respondía así a la petición del Sabadell de que Competencia obligue al banco a vender partes del negocio conjunto, al entender que las propuestas del BBVA no revierten la situación al estado previo a la opa.

El presidente del banco ha comparecido este viernes ante los accionistas en el Palacio Euskalduna de Bilbao. En la cita, que ha contado con una asistencia del 72,9%, los dueños de la entidad se han pronunciado sobre, por ejemplo, la renovación de Torres y del consejero delegado, Onur Genç, así como de la renovación de la consejera independiente Connie Hedegaard Koksbang y el pago de un dividendo complementario. Igualmente también han actualizado el mandato al consejo de administración para ejecutar la ampliación de capital que conlleva la opa, que le dieron en julio y caduca este verano, ante unos plazos más largos de los que se esperaba este banco.

Todas las propuestas de acuerdo han salido adelante con un respaldo superior al 90%. El punto del orden del día que ha tenido un menor apoyo ha sido el informe de remuneraciones, en el que ha votado sí el 95,6% de los asistentes. En cuanto al punto cuarto, el que autorizaba al consejo para ejecutar la opa, la aprobación ha sido del 97,6%, por encima del 96% que lo apoyaron en la junta extraordinaria de julio del año pasado, con un quorum superior al de entonces. Es decir, las filas entre los accionistas del BBVA (muchos de ellos, como grandes fondos de inversión, compartidos con el Sabadell) están aún más prietas que hace casi nueve meses, pese al retraso en su puesta en marcha.

Esta junta se produce cuando el regulador de la Competencia está a punto de pronunciarse sobre la transacción, en el final de la segunda fase del análisis, prohibiéndola, aprobándola con la aceptación de los compromisos ofertados por el BBVA o introduciendo nuevas condiciones. En ese caso, será después el Ejecutivo el que podrá ampliar o limitar estos remedies en una tercera fase. En este sentido, Torres ha vuelto a reclamar que los accionistas del Sabadell sean quienes decidan si quieren unirse al banco que él preside. Y que puedan hacerlo “lo antes posible”, una vez que la operación obtenga las autorizaciones pertinentes. Igualmente, Torres se ha mostrado totalmente convencido de que la opa se salde con éxito.

El BBVA presentó una amplia oferta de compromisos durante la primera fase del proceso de Competencia, con medidas como la instauración de precios medios nacionales, el mantenimiento de las líneas de crédito a pymes o el no cierre de sucursales en zonas rurales o empobrecidas, entre otros. Para la CNMC no fue suficiente y en noviembre decidió ampliar el análisis de la transacción a una segunda fase, en la que el BBVA intenta vencer estos recelos con compromisos extra. Las previsiones del mercado pasan por que Competencia se pronuncie en escasas semanas, imponiendo condiciones suaves, tal y como reconoce el propio consejero delegado del Banco Sabadell, César González-Bueno.

Torres ha argumentado que la opa del grupo con sede en Bilbao sobre el Banco Sabadell “cobra más sentido en una coyuntura en la que Europa y España necesitan de bancos con escala y fortaleza”, para que puedan “canalizar inversiones a proyectos estratégicos”. En una intervención anterior a la junta de accionistas, Torres Vila defendió que la opa supone “una apuesta por España y sus empresas, para contribuir al crecimiento del país”. Un mensaje similar ha repetido durante la cumbre.

En las palabras del presidente del banco, el banco conjunto entre el BBVA y el Sabadell tendrá una capacidad de prestar 5.000 millones de euros más a la sociedad, así como un mayor pago de impuestos. También ha señalado que los accionistas del BBVA y del Sabadell serán dueños, si sale adelante la opa, de un banco “mejor preparado para el futuro”, al contar con más escala, capacidad de generar sinergias, incrementos de beneficio y dividendo futuro y con un efecto “limitado” sobre el capital.

Estos mensajes sobre las bondades sociales de la operación son clave ante la próxima intervención del Gobierno en la opa. El Consejo de Ministros, a petición del titular de Economía, puede modificar los remedies que imponga la CNMC, pero por aspectos que no sean de Competencia, sino de interés general. Torres defiende, por tanto, que la opa redundará en el interés general de España, así como su homólogo del Sabadell, Josep Oliu, defendió en su junta de accionistas celebrada un día antes en que la transacción pone en peligro el bienestar del país.

Igualmente, ha ponderado “su compromiso con los territorios”, también en aquellos donde el Sabadell cuenta una mayor presencia, como Cataluña o la Comunidad Valenciana. La cohesión territorial es uno de los aspectos que el Gobierno ha esgrimido hasta ahora para criticar la transacción. En este sentido, Torres ha defendido que prevén mantener el centro corporativo del Sabadell en Sant Cugat del Vallès, así como mantener la marca en algunos lugares.

El presidente del BBVA, en otro sentido, se ha felicitado por el buen año que el banco firmó en 2024, con un beneficio de más de 10.000 millones, que ha dicho ha sido “un gran año”, con una rentabilidad a la cabeza de la banca europea. También ha querido mirar al futuro y ha recordado que trabaja en un nuevo plan estratégico, que prevé presentar al mercado en la segunda mitad del año. En este sentido, ha avanzado que versará sobre seis pilares estratégicos, entre los que destacan la apuesta por crecer en empresas y con el foco puesto en la sostenibilidad y la tecnología, fundamentalmente en inteligencia artificial.

Ha previsto que el 2025 será un año de crecimiento económico en los principales mercados en los que opera el banco. “Por ejemplo, España ha demostrado ser una economía resistente y en 2025 crecerá un 2,8%, muy por encima del 0,8% previsto para la Eurozona, impulsada por la solidez del consumo y la inversión. También México continuará creciendo en torno al 1%, respaldada por su proximidad a Estados Unidos y su competitividad en costes. Adicionalmente, su bajo nivel de bancarización sigue representando una gran oportunidad de crecimiento para el sector financiero”, ha afirmado.

A renglón seguido ha tomado la palabra el consejero delegado, Onur Genç. Ha desarrollado las cifras de 2024 y en un momento ha sido interrumpido por un sonoro aplauso de los accionistas, cuando ha presumido de que la capitalización del banco ha alcanzado su nivel histórico más alto. Igualmente, ha afirmado que auguran “buenas expectativas” para 2025 pese a las caídas en los tipos de interés. Esperan obtener una rentabilidad récord igual a la de 2024, así como un incremento del patrimonio neto por acción, incluyendo dividendos, anual del 15%.

En el turno de intervenciones de los accionistas, los representantes sindicales coincidieron tanto en los mensajes de solidaridad con los empleados del banco de Valencia afectados por las pasadas inundaciones, como en la obligada referencia a la opa sobre el Banco Sabadell. Sobrevoló el temor a que la fusión suponga sendas reconversiones en ambas plantillas. “No vamos a dejar a nadie atrás”, ha dicho Francisco Javier Rojano, de UGT, si bien ha afirmado que la sección del sindicato en el banco se desmarca de la oposición del sindicato a la transacción. En el caso de que se aplicara un plan de salidas, Luis María Urrecha, de la central CGT, pidió que fueran voluntarias, en base a los “millonarios resultados del banco”. Los sindicatos también criticaron la presión a los trabajadores para la consecución de objetivos comerciales. Fue el discurso de Alejandro Branda (sindicato ACB), Paola Torrico (CC OO) y Noemí Masagué (SEC).

El accionista Aitor Garaiyurrebaso se quejó de que compró sus títulos hace 17 años a un precio que siempre ha estado por encima de los niveles de cotización en casi dos décadas. En relación con los inversores que no estuvieron presentes en el Palacio Euskalduna de Bilbao y plantearon sus cuestiones por vía digital, Andreas Tomai, de la gestora alemana DK Investment que tiene 19 millones de títulos del banco, pidió información de la opa sobre el Sabadell y sobre las operaciones de la entidad en México y Turquía, en un momento en el que la crisis que vive el país otomano está afectando al negocio del BBVA.

Torres respondió a los recelos de la plantilla sobre la eventual integración del Sabadell. Ha reiterado que la entidad está comprometida con respetar los derechos laborales de ambas plantillas en este proceso y que cualquier medida en cuestiones laborales será tomada por criterios de “profesionalidad y mérito”. Igualmente, el banquero ha defendido las apuestas de la entidad por mercados emergentes, como son México y Turquía, y ha ponderado las buenas perspectivas que esperan de ambos países, pese a cuestiones como los aranceles que imponga EE UU. También ha reivindicado que la diversificación es, en realidad, una fortaleza del banco y le ha permitido mantener una senda al alza de generación de resultados.

A más respuestas de los accionistas, ha recordado la visión del banco, según la cual la opa sigue teniendo sentido aunque no se produzca una fusión posterior. Afirma que la mayor parte de las sinergias proyectadas se producen aún sin fusión. También ha afirmado que el racional de la transacción sigue intacto: “España y Europa necesitan bancos con la escala necesaria para canalizar inversiones en proyectos estratégicos en un momento crucial para el continente y el país. La escala tiene una relevancia cada vez mayor para afrontar las inversiones necesarias en tecnología. La unión de BBVA y Sabadell cada vez cobra mas sentido”.



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