El Sabadell admite que la CNMC dará luz verde a la opa del BBVA con condiciones poco duras
César González-Bueno considera imposible que el BBVA pueda aflorar las sinergias prometidas si no hay una fusión tras la opa


El consejero delegado del Banco Sabadell, César González-Bueno, ha admitido que las previsiones de la entidad pasan por que la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) avale la opa lanzada por el BBVA con compromisos o condiciones (remedies, en la jerga) más suaves de lo esperado por esta entidad, por lo que no prevé que tenga una “posición dura”.
“Reconocen que hay un problema claro de competencia, pero probablemente lo abordarán de una manera poco relevante”, ha afirmado el banquero en un evento organizado por Morgan Stanley en Londres.
El Sabadell, en sus alegaciones a la opa, había reclamado que, a diferencia de lo propuesto por el BBVA, la CNMC le obligase a vender partes del negocio unido de los dos bancos, los llamados remedies estructurales. En una entrevista con EL PAÍS/CincoDías, González-Bueno explicaba que la metodología llevada a cabo por la CNMC en operaciones de este tipo, basada en el análisis por códigos postales, “no es eficaz”, así como tampoco lo son en su opinión las medidas que fuercen al comportamiento del BBVA durante un periodo de tiempo concreto, puesto que considera que no son suficientes a que la competencia se restituya en la situación previa a la opa.
El BBVA, por su parte, considera que su oferta de remedies a Competencia es histórica. Entre ellos, destaca el mantenimiento de las líneas de crédito a pymes durante 18 meses, la aplicación de precios medios nacionales a este segmento de empresas o el no cierre de sucursales en zonas poco pobladas, de renta baja o sin competencia. Sin embargo, esta batería de medidas generó dudas a la CNMC, que decidió ampliar el análisis a una segunda fase y ultima su decisión final para las próximas semanas. Para salvar estos recelos, el BBVA trata de abrochar el proceso con nuevos compromisos, que profundicen en los ya expresados. El consejero delegado del banco, Onur Genç, el martes en este mismo foro se mostró convencido de una autorización por la fortaleza de estas medidas.
Paralelamente, González-Bueno también afirmó que es imposible que las sinergias, de 850 millones, sin una fusión posterior a la opa sean las mismas a las que aflorarían con la consecución de ambas operaciones societarias. Ha señalado que, según lo declarado por el BBVA ante el regulador estadounidense de los mercados, la fusión ya no es el “escenario central con el que trabajan, por lo que en su opinión “la situación es completamente distinta”. Las sinergias, ha insistido, no serán posibles sin fusión: “No importa cuántas veces se repita, no es posible”, ha subrayado.
Una vez se pronuncie la CNMC, será entonces el turno del Gobierno de decidir al respecto. Si el regulador autoriza la transacción con condiciones o compromisos, entonces se iniciará la llamada tercera fase, en la que el Ministerio de Economía tiene un plazo de 15 días para elevar una propuesta para endurecer o suavizar esos remedies al Consejo de Ministros, que tiene un mes para resolver.
Pese a eso, González-Bueno ha afirmado que la operación es “muy inestable” no por razones políticas, sino sociales. Y ha ponderado el hecho de que 70 entidades se han opuesto a la operación, incluidas las principales asociaciones empresariales y los sindicatos.
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