Revuelo ante la posibilidad de que Isabel Pardo de Vera fuera la próxima presidenta del ‘lobby’ de la vivienda Asval
El eventual fichaje como presidenta de la asociación, que ha sido descartado por la ex número dos de Transportes, tendría que superar el filtro de la Oficina de Conflictos de Interés
La Asociación de Propietarios de Vivienda en Alquiler (Asval), organización capitaneada por fondos como Blackstone y Ares, se ha fijado en la ex secretaria de Estado de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, Isabel Pardo de Vera, como candidata a la presidencia del colectivo en sustitución a Joan Clos, quién finaliza su etapa en el cargo este mes de diciembre. El revuelo generado en las redes sociales, como reacción a la noticia adelantada por El Confidencial, ha sido automático. Fuentes cercanas a Pardo de Vera matizaron a lo largo de la mañana que no había una contratación firmada y que la ex número dos del Ministerio de Transportes no iría en contra de las indicaciones del Gobierno.
Ya a primera hora de la tarde se fue más taxativo: “Isabel Pardo de Vera no ocupará la posición que menciona El Confidencial y que han recogido otros medios. Ella no consideraría siquiera acceder a ese cargo sin contar con el aval de la Oficina de Incompatibilidades y el beneplácito del Gobierno. Su único propósito es ser útil a los ciudadanos, y cumplir de forma estricta con la normativa de compatibilidades. Durante los últimos meses, ha trasladado todas las propuestas que recibe primero a la Oficina de Incompatibilidades, para tomar después una decisión al respecto.”
La junta rectora de Asval iba a proponer el relevo a sus asociados en la junta convocada para el 20 de diciembre. El nombramiento estaría pendiente de la resolución de la Oficina de Conflictos de Interés (OCI), que debía dar el visto bueno al haber ocupado Pardo de Vera un cargo público.
Los altos cargos de la Administración General del Estado tienen fuertes limitaciones para prestar servicios en entidades privadas durante dos años desde la fecha del cese. Y Pardo de Vera tuvo que dejar el cargo de número dos del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana a finales de febrero de este 2023.
La OCI examina cada uno de los casos, especialmente si la empresa de destino ha podido resultar afectada por decisiones en las que haya participado el mandatario. Pardo de Vera está obligada a comunicar a la OCI su intención de ingresar en las filas de un colectivo como Asval explicando la actividad que desempeñará y que esta no está relacionada directamente con las competencias del puesto que desempeñó (artículo 15 de la Ley 3/2015). Fuentes consultadas por Europa Press afirman que la solicitud fue enviada a la OCI, pero desconocen cuándo se resolverá la misma.
Isabel Pardo de Vera fue nombrada secretaria de Estado de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana en sustitución de Pedro Saura, en la pasada legislatura, a propuesta de la anterior ministra de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, Raquel Sánchez. Antes de este nombramiento, Pardo de Vera ocupaba el puesto de presidenta de Adif, compañía en la que ingresó en el año 2007 a través de una Oferta de Empleo Público y tras haber trabajado en el sector privado de la ingeniería y consultoría de proyectos de infraestructuras ferroviarias y de carreteras.
Tras más de dos años y medio desde su nombramiento, Pardo de Vera presentó su dimisión, junto al entonces presidente de Renfe, Isaías Táboas, por la crisis sobre las dimensiones y el diseño de los trenes de Cercanías para Cantabria y Asturias. Tras su renuncia, Pardo apuntó, sobre su dimisión que “nunca” había tenido “apego al puesto” ni problema por poner su cargo “como siempre a disposición”. También defendió que “nunca se han fabricado trenes que no cabían por túneles y nunca se ha desperdiciado ni un solo euro”.
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