Mango, más allá de Isak Andic: finanzas férreas y un interrogante en EE UU
El grupo textil quiere pasar página de la desaparición de su fundador sacando brillo a su Excel: más ventas, más mercados, más beneficios y menos deuda
Mango mira al futuro asegurándose de que la melancolía no se lleva sus avances por delante. Ocurre que el grupo textil ha perdido de forma trágica a su fundador y máximo accionista, Isak Andic, en el mejor momento de su historia, lo que le hace caminar sobre una fina línea: la de cómo presumir de un desempeño financiero como nunca ha tenido, o cómo mostrarse optimista por lo que está por llegar, sin que parezca que se olvida del que ha sido su alma máter durante 40 años.
Sobre ese contexto presentó ayer sus resultados anuales en su sede a las afueras de Barcelona. Ya sin grandes homenajes visibles a Andic, como si la compañía quisiera transmitir que, aunque no se olvida de la pérdida de su creador, quiere superarlo. Toni Ruiz, elegido heredero sin serlo, resumió en dos frases ese doble mensaje con el que la compañía tiene que convivir: “Todo lo que somos se lo debemos a él”, dijo en un primer momento, para más tarde afirmar: “El proyecto de Mango late más allá de Isak”.
El proyecto de Mango más allá de Andic tiene la impronta de su actual presidente ejecutivo, consejero delegado y accionista. Ruiz, un experto financiero que ahora tiene sobre sus hombros los números y la imagen de un gigante de la moda, desplegó la artillería: en cinco años, todos bajo su gestión, Mango ha elevado un 40% sus ventas, más que triplicado su ebitda, multiplicado por 10 su beneficio, ha elevado su margen bruto al nivel de Inditex, y ha reducido su deuda neta a 79 millones. En aquel 2019, su pasivo se contaba por centenares de millones.
Ruiz ha conseguido el sueño de todo financiero: pagar un plan de expansión y crecimiento con la caja y los beneficios que genera el negocio. De ahí no se va a salir. Ni nueva deuda, ni salida a Bolsa, ni apoyo de terceros. Pero solo funcionará mientras la oferta sea aceptada por el cliente.
Ese no es un reto cualquiera. Sin Andic, Mango ha perdido una buena dosis de inspiración y, sobre todo, de conocimiento innato del mundo de la moda. Habrá que ver si el Excel de Toni Ruiz puede con todo. No será fácil.
También si la amenaza arancelaria afecta a sus planes en EE UU. Hace un año, Mango marcaba el objetivo de que, en 2026, este sea su tercer mercado en ventas. En 2024 fue el quinto, y sus ejecutivos prefirieron no profundizar demasiado en el horizonte que se abre allí. Sí se insistió en que sigue siendo un “mercado estratégico”, y que continuará abriendo tiendas, en principio una veintena en 2025. Pero los planes en España, Francia, India, Portugal o Alemania sonaron más rotundos esta vez. “Tenemos un grupo de mercados donde estamos haciendo más aperturas que en EE UU”, resumió su responsable de expansión, Daniel López.
La Mango más allá de Isak Andic, la Mango de Toni Ruiz, inicia una nueva era.
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