Aena cumple diez años en Bolsa con la cotización en máximos y cerca de cuadruplicar su valor
La acción supera los 218 euros, desde los 58 euros del precio de salida el 11 de febrero de 2015
Primer operador mundial de aeropuertos por tráfico de viajeros y sexta empresa del Ibex 35 por capitalización bursátil. Aena cumple diez años en Bolsa con estas credenciales y con una revalorización del 273,4% al cierre del pasado viernes (216,6 euros) desde el debut bursátil un 11 de febrero de 2015. El actual precio, en el entorno de los 218 euros, multiplica por 3,7 los 58 euros del estrenó. El valor actual en el mercado, de 32.500 millones de euros, es el más alto alcanzado jamás por el grupo que preside Maurici Lucena. Y las expectativas sobre la actividad siguen siendo optimistas, tal y como reflejan estimaciones internas y casas de análisis como Barclays.
Mucho se habló una década atrás de si era conveniente, o no, la privatización del 49% del capital. También hubo meses de intenso debate sobre el precio. Ferrovial, uno de los candidatos para entrar en el capital en 2011, tasaba la acción del operador de la red de aeropuertos en 48,6 euros, mientras Corporación Alba (familia March) estaba dispuesta a comprar a un máximo de 53,3 euros. La colocación ya se realizó muy por encima de ese nivel, con el fondo británico TCI como principal inversor entrante con el 6,7%. Tras esta entidad se colocaron Morgan Stanley con el 3,6% del capital, y Fidelity, que se hizo con el 1,3%. Esa tasación inicial de 58 euros también quedó rápidamente en evidencia por corta.
Aena tuvo un despegue fulgurante en el parqué y el rifirrafe político se centró en si se había malvendido la mitad del capital en un momento de urgencia económica por el impacto de la crisis financiera mundial. Pero en el mercado también se reconocen los beneficios de la semiprivatización sobre una gestión eficiente, bajo el foco del Estado y de inversores privados, lo que ha llevado a una senda de mejora en los dividendos, con un pay out (parte del beneficio que se dedica a dividendos) alto del 80%, y a beneficios crecientes.
Aena ha repartido en este tiempo 4.857 millones de euros entre sus accionistas por la vía de los dividendos, cifra de la que un 51% (2.477 millones de euros) ha ido directamente a las arcas del Estado. La entidad pública Enaire, dependiente del Ministerio de Transportes, se mantiene como primer accionista con ese paquete que garantiza el control estatal. Además, Aena funciona sin cargo a los Presupuestos Generales del Estado, invirtiendo en su desarrollo en España a través de lo que recauda con las tarifas aeroportuarias que supervisan la CNMC y el propio Gobierno. De forma simultánea, el grupo tiene un ambicioso plan de internacionalización que le ha convertido, por ejemplo, en el primer operador en Brasil.
En este redondo aniversario, desde la pública cotizada se subraya “el doble compromiso con la sociedad, los territorios que albergan los aeropuertos y con los accionistas públicos y privados”, ha señalado el presidente Lucena. En las últimas semanas, el ejecutivo se ha visto obligado a recordar a la aerolínea líder por tráfico en España, Ryanair, que la política tarifaria la marca la compañía en interés de toda la red. Desde la low cost irlandesa se han criticado, por ineficaces, los incentivos al tráfico en aeropuertos regionales. La carga contra Aena vino acompañada del anuncio de un recorte de 800.000 plazas para el próximo verano en siete aeropuertos regionales, lo que incluye la salida de Valladolid y de Jerez de la Frontera. Una decisión que Aena ha visto como un chantaje inaceptable y que Ryanair defiende como la manera de proteger sus cuentas.
Además de la continua brega con Ryanair, Aena también ha mantenido sonados enfrentamientos en los últimos años con la principal referencia en la operación comercial en las terminales, Dufry, o con el líder de los servicios en tierra, Iberia Airport Services. En todos los casos, la pública ha esgrimido la defensa de su interés patrimonial y el de sus accionistas. Se ha dado el caso en que Aena, dependiente del Ministerio de Transportes, ha peleado contra decisiones de Aviación Civil, que cuelga del mismo departamento del Gobierno.
2.000 millones de pasajeros
En los diez años como cotizada, el operador de Barajas y el Prat, entre una extensa red de infraestructuras por todo el país, ha atendido a 2.000 millones de viajeros. “Las cifras hablan por sí mismas. La red de Aena de 81 aeropuertos en seis países dio servicio en 2024 a 440 millones de pasajeros, prácticamente la población de la Unión Europea”, destaca Maurici Lucena, que cumple casi siete años al frente de la empresa que sacó a Bolsa el Gobierno del PP, con José Manuel Vargas ocupando la presidencia de Aena.
Atrás queda el peor momento de la historia para la aviación, con la pandemia rebajando a mínimos la movilidad aérea durante 2020 y parte de 2021. Aena también ha tenido que bregar en este tiempo con la salida de la referida crisis financiera mundial y con acontecimientos adversos más locales, como la borrasca Filomena o el volcán de La Palma. Desde el punto de vista operativo mantiene un duro pulso con los principales nodos aéreos europeos, entre los que figuran Londres-Heathrow, París-Charles de Gaulle y los aeropuertos de Fráncfort y Ámsterdam. Al margen de la línea de negocio aeronáutica, Aena también avanza en la comercial, con mayores ingresos y márgenes por la explotación de miles de metros cuadrados en sus terminales, convertidos en tiendas, restaurantes, oficinas de cambio monetario y otros servicios, a la espera de los primeros pasos en nuevos desarrollos inmobiliarios.
Además de los dos grandes activos en Madrid y Barcelona, con importantes proyectos de ampliación, Aena opera otros 44 aeropuertos y dos helipuertos en España. En la cesta hay dos hubs internacionales (Barajas y El Prat), 13 plazas turísticas y 26 regionales. En el último ejercicio completo, 2024, el volumen de viajeros alcanzado es de 369,4 millones, con un alza del 8,5% sobre el récord anterior de 2023.
Esta red da entrada al 80% de los turistas internacionales que llegan a España, además de conectar los territorios y facilitar la movilidad por negocios. El transporte aéreo, contribuyente en un 10,5% del PIB español e inductor de 605.000 puestos de trabajo, también carga con buena parte de las emisiones del transporte. En este sentido, operador y aerolíneas avanzan en diversas estrategias hacia la descarbonización que pasan por el autoconsumo en los aeropuertos y el uso de combustibles sostenibles de aviación por parte de las compañías aéreas, como las dos iniciativas más destacadas.