Javier Hidalgo asume la búsqueda de un nuevo accionista para Air Europa y quiere las ofertas en febrero

La condición ante las propuestas, que aún serán no vinculantes, es que Globalia debe mantener el control

Javier Hidalgo, ex consejero delegado de Globalia.Pablo Monge

El empresario Javier Hidalgo vuelve a estar al frente de un proyecto clave para el futuro del holding familiar Globalia: el rastreo del mercado en busca de un nuevo accionista para Air Europa, aerolínea que los Hidalgo controlan con el 80% del capital frente al 20% en manos de IAG. El hijo de Juan José Hidalgo, fundador del grupo y de la compañía aérea, está liderando los contactos con posibles interesados y ha fijado el mes de febrero para la entrega de las ofertas no vinculantes.

El que fuera consejero delegado de Globalia en una anterior etapa, cargo del que se desvinculó en abril de 2021 después de acordar hasta en dos ocasiones la frustrada venta de Air Europa a Iberia, vuelve ahora con mando en plaza para tratar de cerrar la operación antes del verano. Y lo hace como representante del propietario de la aerolínea, Globalia, y no como directivo.

Una de las exigencias ante los inversores es que Globalia mantenga al menos el 51% del capital y, por tanto el control, de Air Europa. Así se ha explicitado en conversaciones con potenciales entrantes. En el sector aéreo se especula con el interés de Air France-KLM, del grupo Lufthansa, Etihad e incluso la estadounidense Delta. También se busca llamar la atención de fondos de inversión ante la apertura de una de las pocas aerolíneas de red independientes de un gran grupo en Europa. La pretensión de dejar un paquete del entorno del 20% en manos de un nuevo socio posibilita que este sea extracomunitario sin incumplir la normativa de propiedad y control de las aerolíneas de la UE, en la que se fija que el capital comunitario de estas compañías debe superar el 50%.

Javier Hidalgo ha estado de actualidad en los últimos meses. En septiembre compareció como testigo en la Audiencia Nacional, y en noviembre lo hizo en la comisión de investigación del Senado sobre la trama Delorme o caso Koldo. Fue para dar explicaciones sobre sus vínculos con Víctor de Aldama y Koldo García, y la supuesta intervención de estos, e incluso de Begoña Gómez, esposa del presidente del Gobierno, en la concesión del crédito de 475 millones por parte de la Sepi en noviembre de 2020. Air Europa pudo sortear con esa ayuda la crisis del coronavirus. La versión de Hidalgo es que su compañía aérea nunca obtuvo trato de favor. Incluso fue una de las últimas grandes aerolíneas europeas en obtener dinero público y a un alto tipo de interés.

Precisamente la devolución de ese crédito de 475 millones, con vencimiento en noviembre de 2026, está detrás de la necesidad de dar entrada a un nuevo socio en Air Europa. El apoyo financiero del Estado se articuló a través de un crédito ordinario de 235 millones y un préstamo participativo de 240 millones. El objetivo de Globalia es quitarse con un año de anticipo esa losa, por la que paga intereses cercanos al 9%.

Los Hidalgo cuentan con asesoramiento del banco de negocio PJT y parecen decantarse por la doble vía de la entrada de capital nuevo a través de una ampliación en la que, en principio, se ofrecería derecho de suscripción a los actuales partícipes. La intención es captar los 240 millones para borrar el participativo, al tiempo que se trata de establecer puentes con los bancos en busca de crédito a precios más ventajosos que los que ofreció en su momento la SEPI para los 235 millones del préstamo ordinario. La refinanciación tendría ya como referencia un euríbor a la baja.

¿Rescate?

Juan José Hidalgo suele recordar que el apoyo financiero de la SEPI no fue un rescate sino un crédito tan caro como necesario en el peor momento que ha vivido la aviación en toda su historia. Con la gestión de Air Europa intervenida, un alto coste financiero, y el daño reputacional que sufre la empresa desde que saltó el caso Koldo, la intención de Air Europa es zanjar cualquier duda sobre su capacidad para devolver el dinero y reintegrarlo a las arcas públicas este mismo año.

Así actuó también el pasado ejercicio respecto a la financiación bancaria con aval público del ICO que fue obtenida en plena pandemia, en mayo de 2020, por un importe de 141 millones. Ese préstamo, por el que la aerolínea pagaba un interés del 8%, acabó siendo amortizado con cuatro años de adelanto.

Para cumplir con los acreedores, al igual que para poner en el escaparate una porción de Air Europa, ha tenido que darse una notable mejoría en el negocio del transporte aéreo. La aerolínea adelantó a finales del pasado ejercicio que su facturación iba a crecer un 6,3%, hasta la histórica cifra de 2.900 millones gracias a la mayor demanda en el mercado. De continuar la actual efervescencia del sector turístico y la recuperación del segmento de viajes de negocio, Air Europa podría superar los 3.000 millones en este 2025. De momento, se espera la entrada de nuevos aviones en la flota, tres unidades B787 Dreamliner y el primero de los B737 MAX encargados a Boeing.

De salir adelante la ampliación de capital, el accionista minoritario de Air Europa, IAG, volverá a estar obligado a decidir si inyecta fondos en el rival de Iberia o no. La participada ya recibió aportaciones por 81 millones a final de año para el restablecimiento del equilibrio patrimonial ante las pérdidas de 2020 y 2021. Al conglomerado de aerolíneas que dirige Luis Gallego le correspondió poner 16 millones en función de su participación del 20%. Pese a su pequeño calado económico, esta inversión tuvo que ir a un consejo de administración en el que se decidió poner dinero para evitar la dilución en Air Europa.


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