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El concurso de construcción de 3.770 viviendas de alquiler asequible de Sareb queda desierto

La entidad pública abre un periodo de análisis para valorar cómo relanzar el conocido como Proyecto Viena. La duda que surge es si esos terrenos podrían pasar a Sepes en la nueva política del Gobierno

Obras de construcción de vivienda nueva en el barrio de La Marina de Port de Barcelona.
Obras de construcción de vivienda nueva en el barrio de La Marina de Port de Barcelona.Massimiliano Minocri
A. Simón

El concurso de Sareb (Sociedad de Gestión de Activos procedentes de la Reestructuración Bancaria) para construir vivienda asequible no ha interesado al sector privado. La entidad pública -controlada en un 51% por el FROB, dependiente del Ministerio de Economía)- no ha recibido pujas por el suelo donde levantar 3.770 casas de alquiler de la primera fase de lo que se ha denominado como Proyecto Viena en una apuesta por la colaboración público-privada.

Desde Sareb se indica que el proceso, con la ayuda de PwC, se había estructurado buscando la mayor concurrencia entre promotoras e inversores de distintos perfiles. “La licitación de estos primeros lotes no ha recibido sin embargo ninguna oferta por lo que Sareb abrirá un periodo de análisis y diálogo con el sector para valorar las posibles causas, con el objetivo de plantear los cambios que sean precisos para poder relanzar el proyecto”, reconoce este martes la entidad presidida por Javier Torres en un comunicado.

En este Proyecto Viena, Sareb cedía 50 parcelas a inversores a cambio de la construcción de los edificios y el cobro de las rentas durante 80 años con un precio tasado por debajo de mercado. En esta primera fase, el conocido como banco malo había seleccionado 39 municipios donde se edificarían las casas a una renta media de 7,6 euros por metro cuadrado al mes para los inquilinos. Para construir estos inmuebles, la sociedad pública se tenía que aliar con empresas que deberán invertir alrededor de 460 millones de euros en hacer realidad los proyectos.

Para la capital española, por ejemplo, Sareb había elegido suelos en el futuro barrio de Los Berrocales, que todavía está por desarrollar y donde acaban de comenzar las obras de las primeras viviendas de una zona donde se levantarán más de 20.000 casas.

Se da la circunstancia que a finales de 2024 la entidad también suspendió temporalmente la venta de su promotora Árqura, una compañía valorada en alrededor de 800 millones, después de que el PSOE apoyara una propuesta de su socio de Gobierno Sumar para que esa compañía permaneciese en el ámbito público.

Además, la pasada semana Pedro Sánchez, presidente del Gobierno, avanzó nuevas medidas en política de vivienda que, entre otras propuestas, apunta a que activos de Sareb pasarán a la nueva empresa pública de vivienda, que tiene como germen a la entidad estatal de suelo Sepes. Por eso, hay una posibilidad de que si el banco malo no avanza con las adjudicaciones del Proyecto Viena, esos terrenos acaben en Sepes. Aun así, la intención comunicada por Sareb es continuar en un futuro con la licitación con las modificaciones pertinentes para atraer al sector privado.

Sareb y su asesor PwC habían sondeado previamente a inversores y promotoras sobre si había interés en estos terrenos. Se desconoce qué ha pesado más en el ánimo de los inversores para no concurrir a esta licitación, si las medidas anunciadas por Sánchez, al temer que finalmente no se licitase la puja, o la falta de interés en las ubicaciones de las parcelas.

Las promotoras e inversores podían pujar por cada uno de los siete lotes que seleccionó PwC, que agrupaban suelos en Andalucía, Asturias, Galicia, Castilla y León, Cataluña, Islas Baleares, Comunidad Valenciana, Región de Murcia, Islas Canarias, Madrid y Castilla-La Mancha.

Una de las fórmulas que las Administraciones han encontrado para poner vivienda a precio asequible (un término que indica alquileres por debajo de mercado) ha sido el de la colaboración público-privada. Habitualmente, el modelo consiste en que la Administración cede suelo por entre 50 y 75 años a las empresas para que construyan edificios residenciales y gestionen el arrendamiento. La Comunidad de Madrid, por ejemplo, fue pionera con este tipo de programas, aunque inicialmente también recibió algún revés de las empresas que no acudieron a la adjudicación de algún lote, a los que llamó Plan Vive y en los que han participado empresas como Culmia, Aedas, Avintia, Salas, DeA Capital, Grupo Ferrocarril, Pryconsa o Vía Ágora.


Sobre la firma

A. Simón
Graduado en Economía y máster de Periodismo UAM / EL País. En Cinco Días desde 2007. Redactor especializado en información empresarial, especialmente sobre el mercado inmobiliario, operaciones urbanísticas y, también, sobre la industria farmacéutica y compañías sanitarias.
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