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La millonaria familia dueña de 7-Eleven lucha por quedarse con la empresa: propone sacar a Bolsa las tiendas de EE UU

Los fundadores, junto al equipo directivo y otras empresas, buscan hacer frente a la oferta de la canadiense Couche-Tard y mantener Seven & i en manos japonesas

Tienda 7-Eleven en Tokio, Japón
Tienda 7-Eleven en Tokio, JapónKim Kyung-Hoon (REUTERS)
CINCO DÍAS

La lucha por el control de Seven & i, empresa dueña de las tiendas de conveniencia 7-Eleven, se eleva. Tras la oferta de compra lanzada por parte de la canadiense Alimentation Couche-Tard (ACT) para hacerse con el 100% del capital, la familia fundadora y propietaria de parte de la empresa eleva su apuesta. La propuesta de compra, apoyada por directivos de Seven & i y por Itochu (compañía dueña del rival en tiendas de conveniencia FamilyMart) por 9 billones de yenes (unos 60.000 millones de dólares) incluirá planes para colocar en la Bolsa de Nueva York su negocio de tiendas de conveniencia y estaciones de servicio en Norteamérica, y de esta manera tratar de aliviar las preocupaciones de analistas financieros sobre la viabilidad de la oferta.

Seven & i ha estado bajo presión para convencer a los inversores de que puede elevar su valor de manera orgánica y defenderse de la oferta de adquisición de 47.000 millones de dólares de la canadiense Alimentation Couche-Tard.

La familia fundadora ha creado una denominada empresa de propósito especial que está en conversaciones con los tres mayores entidades financieras de Japón y bancos de Estados Unidos para recaudar fondos, hacer frente a la oferta canadiense y finalmente excluir de Bolsa al holding propietario de 7-Eleven.

En paralelo, la salida a Bolsa del negocio estadounidense se está considerando como la forma óptima de obtener liquidez y arfrontar así el pago de la deuda que sería otorgada por tres de los bancos más grandes de Japón en la compra, dijeron a Bloomberg fuentes cercanas a la operación.

Una oferta pública de venta de acciones (OPV) recaudaría más de 1 billón de yenes (6.600 millones de dólares) en efectivo para pagar parte de 6 billones de yenes (39.700 millones de dólares) en préstamos que concederían Sumitomo Mitsui Financial Group, Mitsubishi UFJ Financial Group y Mizuho junto a otras instituciones japoneses.

Los planes recogen que la familia Ito e Itochu están tratando de convencer al consejo de administración de Seven & i para que recomiende su compra por parte de los fundadores y el equipo directivo, en lugar de la propuesta de Couche-Tard. Un acuerdo sería la mayor oferta de la historia de Japón y reflejaría el esfuerzo unificado del sector corporativo japonés para evitar que una de las empresas más famosas del país caiga en manos extranjeras.

Seven & i tiene la intención de conservar una participación en el negocio después de cualquier posible cotización. La compañía no quiso hacer comentarios a Bloomberg.

Junto con la separación ya anunciada de los supermercados y el negocio minorista domésticos de Seven & i, la empresa se dividiría en tres entidades. Las otras dos consistirían en tiendas de conveniencia 7-Eleven en Japón y tiendas 7-Eleven en Norteamérica, así como estaciones de servicio Speedway y Sunoco, que generaron 70.300 millones de dólares en ventas durante el último año fiscal de la empresa hasta febrero.

Couche-Tard, el operador canadiense de tiendas Circle K, había intentado comprar Speedway en 2020, pero en ese momento Seven & i superó su oferta y pagó 21 mil millones de dólares para adquirir la franquicia de Marathon Petroleum Corp.

Itochu es una de las principales empresas cotizadas de Japón y possee FamilyMart, rival de las tiendas 7-Eleven. La empresa considera que cualquier acuerdo podría buscar generar sinergias entre las dos cadenas de tiendas de conveniencia

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