Tomás Muniesa, un hombre de ‘la masía’ de Fainé para dar la cara por CaixaBank
El nuevo presidente no ejecutivo de CaixaBank trabaja en la entidad desde hace casi 50 años.
“El ruido no hace bien y el bien no hace ruido”. Hace semanas, una fuente bien informada del mundo financiero español aludía a esta máxima —atribuida al todopoderoso Isidro Fainé, otrora presidente de CaixaBank y hoy cabeza de su primer accionista, Criteria Caixa— para vaticinar cómo se produciría el cambio en la cúpula de la entidad valenciana si se rompía el tándem entre José Ignacio Goirigolzarri como presidente y Gonzalo Gortázar como consejero delegado. Esta misma máxima parece también grabada a fuego en el nuevo presidente del banco, Tomás Muniesa (Barcelona, 1952), hasta ahora vicepresidente. Un hombre marcadamente de la estirpe Caixa.
En contraposición con su predecesor, José Ignacio Goirigolzarri, un outsider procedente de la fusión con Bankia, Muniesa ha desarrollado toda su carrera profesional en el entorno de las torres negras, en la Diagonal en Barcelona, la sede con la que la Caixa campa en el skyline de la ciudad. Es un hombre salido del entorno de Fainé, una especie de masía de las finanzas en el corazón de Barcelona, a imagen de la escuela de fútbol con la que el otro gran emblema catalán, el FC Barcelona, ha asombrado al mundo.
Muniesa —licenciado en Ciencias Empresariales y máster en Dirección de Empresas por ESADE— entró en La Caixa en 1976, hace casi medio siglo, meses después de la muerte de Franco. En 1992 fue nombrado director general adjunto y ha pasado por diversos departamentos, como Recursos Humanos, mercado de capitales o la gestión del ALCO. Pero gran parte de su trayectoria ha estado en el lado del negocio asegurador del grupo. Ha sido vicepresidente ejecutivo y consejero delegado de VidaCaixa desde 1997 hasta 2018.
En 2018 dio el salto al consejo de administración de CaixaBank y fue reelegido como consejero en la junta de accionistas de 2022. Prueba de su sangre Caixa está que representa en el consejo de administración del banco a Criteria, el brazo financiero que pilota el propio Fainé. Ha sido hasta ahora, además, vicepresidente no ejecutivo de la entidad. También ostenta los cargos de vicepresidente de VidaCaixa y SegurCaixa Adeslas, así como miembro del Patronato de ESADE Fundación y consejero de Allianz Portugal.
Con anterioridad, fue presidente de MEFF (Sociedad Rectora de Productos Derivados), vicepresidente de BME (Bolsas y Mercados Españoles), vicepresidente segundo de Unespa, la patronal de los seguros, consejero y presidente de la Comisión de Auditoría del Consorcio de Compensación de Seguros, consejero de Vithas Sanidad SL y consejero suplente del Grupo Financiero Inbursa en México.
Ahora asalta la cumbre de su carrera, como presidente no ejecutivo de CaixaBank, la joya de la corona de todo el entorno de La Caixa. No obstante, tendrá menos poder que su antecesor, José Ignacio Goirigolzarri, que sí contaba con funciones ejecutivas. Su papel será representar al banco, mientras que la gestión del día estará plenamente en manos del consejero delegado, Gonzalo Gortázar.