Boeing lanza una gran ampliación de capital de unos 19.000 millones de dólares
La compañía quiere mejorar su balance tras las fuertes pérdidas para evitar que su calificación caiga al nivel de ‘bono basura’
Boeing ha puesto en marcha este lunes una enorme ampliación de capital para dar oxígeno a sus maltrechas finanzas y evitar que su calificación caiga al nivel de bono basura. La empresa quiere captar unos 19.000 millones de dólares a través de la emisión de 90 millones de acciones ordinarias y además emitir acciones de depósito por otros 5.000 millones de dólares en una operación en la que Goldman Sachs, BofA Securities, Citigroup y JPMorgan actúan como principales colocadores.
La cifra final captada dependerá del precio al que se coloquen las acciones y de si se ejerce la opción de sobresuscripción aparejada a la colocación (sobre 13,5 millones de acciones ordinarias y 750 millones en acciones de depósito), de modo que el importe definitivo puede oscilar entre los 18.000 y los 21.000 millones, aproximadamente. Las acciones de Boeing cerraron el viernes a 155 dólares por título, pero la ampliación conllevará previsiblemente un descuento
“Boeing tiene la intención de utilizar los ingresos netos de las ofertas para fines corporativos generales, que pueden incluir, entre otras cosas, el pago de la deuda, adiciones al capital circulante, gastos de capital y financiación e inversiones en las filiales de la compañía”, ha indicado la empresa este lunes a través de un comunicado.
La huelga continúa
La empresa comunicó la semana pasada que había sufrido pérdidas de 6.174 millones de dólares en el tercer trimestre, con lo que suma 7.968 millones de dólares de números rojos en los primeros nueve meses del año. El día de la presentación de resultados, los trabajadores votaron en contra del acuerdo alcanzado por Boeing con los líderes sindicales para firmar un nuevo convenio que implicaba subidas de sueldos del 40% en cuatro años. De ese modo, la huelga que empezó a mediados de septiembre en las plantas donde produce sus aviones continúa y la compañía iba consumiendo la liquidez disponible.
La empresa lleva en pérdidas de 2019, desde los accidentes fatales de los aviones 737 Max, y en los últimos cinco años esos números rojos sumaron 23.868 millones de dólares. Con los acumulados en este ejercicio, la cuenta supera los 31.800 millones de dólares. La compañía se ha lanzado a buscar liquidez para sortear su crisis al tiempo que acomete medidas de ajuste, entre ellas el despido del 10% de su plantilla, unos 17.000 empleados.
La Comisión de Valores y Bolsa de Estados Unidos, la SEC, dio la semana pasada el visto bueno a un folleto para que Boeing colocase hasta 25.000 millones de dólares en acciones, deuda y otros títulos. Boeing también suscribió un nuevo acuerdo de crédito por 10.000 millones de dólares, que le da acceso adicional a corto plazo a liquidez, también liderado por BofA, Citibank, Goldman Sachs y JPMorgan. La compañía ha registrado ahora el folleto provisional de la nueva emisión.
Boeing está viviendo un año negro que empezó con un extraño accidente en enero, en que un avión de Alaska Airlines perdió en pleno vuelo un panel que tapaba un hueco destinado a puerta de emergencia en otras configuraciones del modelo, un 737 Max. Eso obligó a la empresa a ralentizar la producción para solucionar problemas en su proceso de fabricación. El anterior presidente y consejero delegado, Dave Calhoum, anunció su dimisión en marzo. El nuevo tomó posesión recientemente.
El siniestro de Alaska Airlines puso de nuevo a Boeing y su modelo 737 Max en el disparadero después de que en 2019 se le retirara el permiso de vuelo a raíz de dos accidentes fatales que le costaron la vida a más de 300 personas en otra variante diferente. En octubre de 2018 se estrelló en el Mar de Java, en Indonesia, el vuelo 610 de la compañía de bajo coste Lion Air, operado por un 737 Max 8; pocos meses después, en marzo de 2019, fallecieron 157 personas en el vuelo 302 de Ethiopian Airlines en el mayor desastre aéreo de ese año, también en un 737-8.
La compañía está estudiando desprenderse de su negocio aeroespacial, según han avanzado medios estadounidenses, para centrarse en los aviones comerciales.
Wells Fargo Securities, BNP PARIBAS, Deutsche Bank Securities, Mizuho, Morgan Stanley, RBC Capital Markets y SMBC Nikko también actúan como colocadores destacados de la operación.