Digi es la ‘teleco’ que más crece, pero también en deuda: un 35,2% más en año y medio
El operador rumano elevó su endeudamiento hasta los 1.517 en el primer semestre para financiar su crecimiento
Digi es el operador que más crece tanto en ingresos como en clientes en el competido mercado de telecomunicaciones español. Pero, paralelamente, la compañía rumana también está disparando su deuda. En el último año y medio, el endeudamiento ha crecido un 35,2%, desde los 1.122 millones de euros con que cerró 2022 hasta los 1.517 millones a que se elevaba la deuda financiera a 30 de junio pasado. Solo de enero a junio de 2024, Digi ha incrementado su deuda un 9,7% (134 millones de euros más), según consta en el informe financiero de resultados del primer semestre remitido por Digi Communications -la matriz de la empresa- a la Bolsa de Bucarest al que ha tenido acceso este periódico.
Las causas de este aumento de la deuda son las inversiones millonarias que está realizando Digi para extender su red propia de fibra óptica en las zonas más rentables y el aumento de los gastos por el crecimiento orgánico y la captación de clientes. Una inversión que se incrementará aún más cuando operador rumano comience a ejecutar sus planes para disponer de una red propia móvil 5G sobre los 60MHz de espectro radioeléctrico que le ha comprado a Masorange por 120 millones de euros en el marco de las condiciones que puso Bruselas para autorizar la fusión entre Orange y MásMóvil.
En el primer semestre, Digi ha realizado inversiones en España de más de 173 millones de euros, que se suman a los 328 millones que invirtió en el conjunto de 2023, como consecuencia del despliegue de redes de fibra óptica ultrarrápidas de última generación, y la puesta en marcha del citado plan para convertirse en operador de móvil con red propia, tras conseguir la autorización de las autoridades europeas y nacionales para la compra de la citada banda de frecuencias.
Para financiar este esfuerzo inversor, en abril pasado Digi vendió, por un importe de hasta 750 millones de euros, un total de seis millones de accesos de fibra óptica, a un consorcio formado por Macquarie Capital, Abrdn y Arjun Infrastructure Partners, principales accionistas de Onivia. Aunque estos fondos no se computan aún en el informe financiero del primer semestre, aliviarán el peso de la deuda en las próximas cuentas.
De hecho, Digi ha realizado una completa reestructuración de su deuda en el primer semestre del año, pasando gran parte de los créditos que tenía a largo plazo a otros a corto plazo, una muestra de ese mayor colchón de liquidez con el que espera contar. Así, los préstamos a corto plazo han pasado de 199,8 millones de euros a 31 de diciembre de 2023 a 780 millones a 30 de junio pasado. Y los que vencen a largo plazo de 1.183 a 737 millones en el mismo periodo.
Asimismo, el 3 de junio pasado, la principal filial de la compañía, Digi Rumania, obtuvo un préstamo de 150 millones de euros con vencimiento a 3 años de ING Bank, que se usará para refinanciar los bonos senior garantizados por valor de 450 millones de euros con vencimiento en 2025.
Con todo, el nivel de apalancamiento de la empresa de telecomunicaciones rumana no supone importantes riesgos financieros, según los expertos consultados, ya que se sitúa en torno a 2,3 veces el ebitda. Un ratio en la línea de sus grandes rivales en España aunque, obviamente, lejos en términos absolutos, ya que el Grupo Telefónica acumulaba una deuda de 29.240 millones de euros y Masorange, de 12.738 millones a finales de junio pasado.
Pactos futuros
Las necesidades financieras de Digi van a seguir siendo exigentes si cumple sus planes. El consejero delegado de la filial española, Marius Varzaru, se ha comprometido a invertir 2.000 millones de euros en los próximos siete años. Una inversión que puede convertirse en coinversión puesto que fuentes del mercado no descartan que Digi selle un pacto con Telefónica o Masorange para el despliegue de fibra conjunta, similar al que ya han firmado las tres grandes operadoras con red (Movistar, Masorange y Vodafone). Además, Digi se guarda otro as en la manga ya que el acuerdo con los fondos de Onivia solo afecta a seis millones de accesos de fibra óptica y la operadora cuenta con más de 3 millones de accesos sobrantes, que puede vender por separado en el futuro.
Las relaciones comerciales entre Digi y Telefónica son inmejorables para abordar ese pacto. No en vano, el pasado mes de julio alcanzó un acuerdo con Telefónica para alquilarle su red móvil para los próximos 16 años, hasta 2041. Aunque en los resultados semestrales no se aclara el importe económico del acuerdo, fuentes del mercado estiman que Telefónica recibirá de Digi cerca de 300 millones de euros anuales, es decir, más de 3.000 millones en el conjunto del contrato. Asimismo, el acuerdo incluye también una ampliación del contrato mayorista para el uso de la red de fibra de Telefónica durante 10 años, en aquellas zonas donde Digi no dispone de red propia.
También Digi, como ha hecho la propia Telefónica, puede costear la creación de su red 5G externalizando la misma mediante una sociedad (las denominadas genéricamente TowerCos) en la que dar entrada a inversores externos, o vendiéndole esa red para que la gestione directamente a una empresa de torres de telecomunicaciones tipo Cellnex.
En cualquier caso, el factor decisivo de la capacidad de Digi para acometer esas inversiones y enjugar al mismo tiempo el elevado endeudamiento que suponen será su capacidad para seguir creciendo en el mercado español al espectacular ritmo con el que lo lleva haciendo en los últimos años. En el primer semestre de este año, sus ingresos crecieron un 23%, mientras que los Telefónica España apenas aumentaban un 1% y los de Masorange se mantenían planos (+0,11%). Y cerró junio con 7,5 millones de líneas, tras sumar de enero a junio 302.000 nuevos clientes de fibra y 635.000 de móvil.
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