El BBVA espera obtener 300 millones en ahorro de costes de personal tras la fusión con el Banco Sabadell
La entidad calcula que deberán cerrarse el 35% de las oficinas que están localizadas a menos de 500 metros
El BBVA ha actualizado las cifras en su opa hostil sobre el Banco Sabadell. El banco ha detallado, en la presentación para analistas, que planea cerrar 300 oficinas bancarias una vez que se haga con el banco catalán y lo fusione, algo a lo que se opone frontalmente el Gobierno. La cifra de cierre de oficinas representa cerca del 35% de las 870 que el banco calcula que están localizadas a menos de 500 metros. También prevé un ahorro de 300 de millones en costes de personal. Fuentes financieras elevan a unos 4.000 los despidos que se producirían.
El BBVA cuenta, a cierre del primer semestre, con 5.872 oficinas, mientras que el Banco Sabadell atesora 1.382. Es decir, el banco combinado tendría unas 7.254. De acuerdo a los planes difundidos por el banco de origen vasco, cerrar 300 supondría mermar la red comercial de ambos bancos en apenas un 4%.
El presidente del BBVA, Carlos Torres, ya ha minimizado el efecto de la transacción sobre el empleo. Ha afirmado que la mayor parte de las sinergias no vendrán por ahorros de personal, sino por asuntos tecnológicos y de sistemas. También ha sostenido que los ajustes laborales serán, en cualquier caso, pactados y “no traumáticos”.
Ahora el banco ha puesto cifras a estas palabras. De los 850 millones que espera obtener en sinergias de la operación, prevé obtener 450 millones, más de la mitad del total, de ahorros administrativos y de tecnología. De ahorros de personal espera obtener 300 millones, un 36%, y de ahorros financieros 100 millones más.
La entidad también responde a los resultados presentados por el Banco Sabadell la semana pasada, que supuso una mejora del 40% del beneficio semestral. Y también un alza del dividendo en efectivo a máximos de 2010 y de la remuneración total a los accionistas, que esperan repartir 2.900 millones en dos años. Así, el BBVA trata de convencer a los accionistas del Sabadell con la promesa que la opa les supondrá una mejora del 27% en el beneficio por acción, mientras que para los dueños de títulos del BBVA será del 3,5%.
El banco también ha informado de que ya cuenta con el sí de la junta de accionistas, que se celebró a inicios de mes, así como de las autoridades de competencia de EE UU, Francia, Portugal y Marruecos, así como anuncia que ha presentado ya la documentación ante la SEC. Por delante tiene aún la autorización del Banco Central Europeo (BCE) y la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), tras lo que se abriría un plazo de 70 días de aceptación. Calcula, además, que la Comisión Nacional del Mercado de la Competencia (CNMC) dará su visto bueno en entre seis y ocho meses.
El último escollo será la autorización del Ministerio de Economía que tendrá lugar una vez la opa se complete con éxito y el BBVA proponga la fusión de ambos bancos. Este parece el escollo más difícil de resolver, por la negativa expresa del ministro de Economía, Carlos Cuerpo, a la transacción. Torres ha hecho un esfuerzo en los últimos meses por convencer al Gobierno de las bondades de la adquisición. Y, a este respecto, calcula que la suma del BBVA y del Sabadell tendrá una capacidad adicional de dar préstamos a familias y empresas de 5.000 millones.
Los ajustes de las tres grandes fusiones
Las tres últimas grandes fusiones bancarias en España trajeron el despido de más de 13.200 empleados y el cierre de unas 3.500 oficinas, según datos recabados por Efe. A modo de ejemplo, la integración del Banco Popular en el Santander provocó la salida de 4.648 personas, que se articuló principalmente a través de dos expedientes de regulación de empleo, con la destrucción de 1.100 empleos del centro corporativo y más de 3.200 en las oficinas. En oficinas, supuso el cierre de 1.276, la mayoría en 2019, coincidiendo con la integración operativa de ambas entidades.
Un impacto aun mayor sobre el empleo y las oficinas tuvo la fusión de CaixaBank y Bankia, pues provocó la salida en España de 6.409 personas, lo que equivalía al 40% de la plantilla de la entidad absorbido. Todo ello estuvo acompañado del cierre de 1.814 oficinas, que representaban el 31% de la red de la entidad resultante o el 86% del número de sucursales que tenía Bankia, mientras el resto de banco cerró un 14%. La tercera gran integración fue la de Unicaja Banco y Liberbank, que provocó en España la salida de 2.174 personas, equivalente al 58% de la plantilla de la entidad absorbida o al 22% de la entidad combinada y el cierre de 444 oficinas, el 32% de la red conjunta y el 77% de la de Liberbank.
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