OHLA mantiene sus objetivos tras elevar las pérdidas a 34 millones hasta junio
El grupo mejora su ebitda en un 13,2% y logra 40 millones de caja positiva en el segundo trimestre
Los números rojos de OHLA han ido a más a la espera del cierre de desinversiones y de la ampliación de capital por 100 millones anunciada el pasado 26 de junio. El grupo que lidera la familia mexicana Amodio concluye el primer semestre con unas pérdidas de 34 millones, frente al beneficio de 600.000 euros anunciado en el mismo periodo de 2023. Si en el primer trimestre se achacó el resultado negativo de 4,7 millones al coste de arrancar nuevos proyectos, ahora también pesan los tipos de cambio adversos en mercados como Colombia y Chile. Hace un año la compañía se apuntaba 10 millones por el efecto de las divisas y ahora restan tres millones al resultado neto.
Además, se ha contabilizado un impacto de 8 millones por el acuerdo alcanzado con el fondo IFM por dos litigios relacionados con concesiones en Colombia y Perú. Esa cifra se integra en un pago total de 74 millones de euros hasta 2030.
En la información enviada a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) se reitera la intención de ampliar capital, para lo que OHLA cuenta con el compromiso de la familia Amodio, que acudiría a la recapitalización de la empresa con su participación del 26%. Un inversor ajeno a la compañía, el mexicano Andrés Holzer, ha ofrecido otros 25 millones de euros y se negocia con terceros, como el propietario de Audax Renovables, José Elías, ante la posibilidad de que los actuales partícipes no cubran la ampliación en su totalidad. El director general corporativo, Tomás Ruiz, ha señalado ante los analistas que continúan abiertas las negociaciones con potenciales inversores para llevar el refuerzo del capital a una junta extraordinaria, en la que se daría detalle sobre las condiciones de la ampliación. Ruiz no ha querido comprometerse con los plazos y se ha limitado a señalar que será antes de que concluya el año. También ha afirmado que se habla con inversores “para maximizar el valor del equity”. Días atrás quedó en vía muerta la propuesta de la sociedad inversora de Atitlan, de inyectar 75 millones en un aumento con fuerte descuento sobre la actual cotización.
El objetivo es “garantizar la estabilidad financiera de la sociedad y asegurar la continuidad del negocio y su sostenibilidad a largo plazo”. A OHLA le vencen 60 millones de deuda bancaria tras el verano y otros 206 millones en bonos en marzo de 2025. La empresa tiene un acuerdo para vender su participación del 25% de la concesionaria del Centro Hospitalario de la Universidad de Montreal (CHUM), en Canadá, por 54,9 millones. El cierre de esta desinversión, con la que se recortaría el endeudamiento, está previsto para el último cuatrimestre.
Pese a las pérdidas, la constructora cotizada dice dirigirse con paso firme hacia las cifras presupuestadas para el ejercicio: 3.800 millones de euros en ingresos (3.600 millones en 2023), un ebitda de más de 145 millones (137 millones el año pasado), y 4.100 millones de contratación (4.494 en el excepcional 2023). Todo ello incluyendo los números de la filial de servicios, uno de los negocios que está en proceso de venta.
Los ingresos de OHLA crecen un 22% en los seis primeros meses, hasta los 1.720,8 millones (el 72% facturado en el exterior). El ebitda alcanza los 57,5 millones, con un aumento del 13,2%. El margen de ebitda sube del 2,5% declarado a 31 de marzo hasta el actual 3,3%, situándose tres décimas por debajo del obtenido a junio de 2023. La mejora del rendimiento responde al avance en distintos proyectos. El negocio principal, el de la construcción, eleva su margen del 3,4% reconocido el pasado mes de marzo al 4,2% en la totalidad del semestre (4,7% un año atrás).
Por mercados, un 44,3% de la cifra de negocios procede de Europa, por el 31,8% que aporta la actividad en Norteamérica y el 23,2% que OHLA debe a Latinoamérica.
Entre los datos favorables está el de la generación positiva de caja en el segundo trimestre, con 40,5 millones. La constructora viene manifestando que su reto es mantener bajo control el consumo de efectivo y mejorar la generación de caja libre. La actividad del grupo se ha llevado 128 millones entre enero y junio.
La liquidez es de 672 millones de euros, un 17,5% menos que los 815 millones a junio de 2023, y el endeudamiento financiero bruto es de 526,9 millones, lo que deja una posición neta de tesorería de 145,1 millones (-50,4%).
La contratación a corto plazo suma ya 2.460,2 millones de euros, con una ratio book-to-bill (contratación sobre ventas) de 1,4 veces. La cartera por ejecutar asciende a 8.231 millones, un 5,8% por encima de la cifra de final de 2023. Los casi 7.000 millones que se deben al área de construcción ofrecen 26,7 meses de actividad en los actuales niveles de facturación.
Entre los últimos proyectos adjudicados figura el último tramo del Corredor Mediterráneo de Alta Velocidad, entre Murcia y Almería, que está siendo ejecutado en UTE por 146 millones, o el del diseño y construcción del túnel de Gjønnes por 150 millones.
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