La guerra de Ucrania acelera las inversiones en las ‘startups’ europeas de defensa
La alemana Helsing capta 450 millones de General Catalyst, Elad Gil, Accel, Saab, Plural, Lightspeed y el fundador de Spotify. El fondo de la OTAN cerró en junio sus primeras inversiones
Las inversiones en el ámbito de la seguridad y la defensa se aceleran, ante la creciente inestabilidad, derivada de la amenaza de la Rusia de Putin. La startup alemana Helsing, especializada en el segmento del software para defensa, ha cerrado una ronda de financiación de 450 millones de euros. Con la transacción, liderada por General Catalyst, y con la participación del conocido inversor de Silicon Valley, Elad Gil; además de grupos como Accel, Saab, Lightspeed, Plural y Greenoaks, la compañía ha alcanzado una valoración cercana a 5.000 millones de euros. El anuncio de la operación ha coincidido con la celebración de la cumbre anual de la OTAN en Washington, y en la que la guerra en Ucrania sigue siendo una prioridad.
Hasta el momento, Helsing, que inició sus actividades en 2021, ha captado fondos por 769 millones de euros de distintos inversores, entre los que figura, además de los grupos citados, Daniel Ek, fundador de Spotify.
En un comunicado, Helsing explicó que los fondos serán destinados a investigación y desarrollo (I+D) junto con el desarrollo de productos, enfocados en las capacidades para asegurar la soberanía europea, incluyendo la protección del flanco oriental de la OTAN. La startup diseña software para el uso de armas como drones y aviones de combate, junto con la mejora de la toma de decisiones en el campo de batalla.
Este área ha experimentado un fuerte crecimiento en los últimos años, especialmente tras el enfrentamiento bélico derivado de la invasión de Ucrania por parte de Rusia.
En este sentido, la compañía recuerda que ha estado activa en Ucrania en 2022, donde ha establecido recientemente una alianza con fabricantes de defensa, una iniciativa conjunta con el Gobierno ucraniano.
En los últimos tres años, Helsing ha firmado una serie de contratos con Gobiernos, incluida la actualización del German Eurofighter Electronic Warfare, junto con su socio estratégico Saab, así como la infraestructura de inteligencia artificial (IA) para el futuro sistema de combate aéreo (FCAS), con el consorcio HIS.
Además, Helsing ha anunciado la creación de una filial en Estonia, comprometiendo un gasto de 70 millones de euros en proyectos de defensa en la zona del Báltico.
“La seguridad europea se encuentra en una encrucijada y Helsing desempeñará un papel importante a la hora de dotar a los países democráticos de la capacidad de disuasión y defensa. Pero la velocidad es esencial. Esta nueva ronda de financiación nos permitirá acelerar el ritmo e invertir en I+D y capacidades a gran escala en todos los ámbitos”, dijeron los fundadores de la startup, Niklas Köhler, Torsten Reil y Gundbert Scherf.
En cualquier caso, la inversión hacia las startups del ámbito de la defensa se ha acelerado al calor de las crisis bélicas. Entre estas nuevas firmas figuran Aleet, la alemana ARX, la francesa BforeAI (que ha captado casi 18 millones de euros desde 2020), la austríaca Blackshark (que ha captado 32 millones), la también francesas Comand AI y HarfangLab, que ha recibido 20 millones desde 2018, Lambda Automata, Orbotix o 21strategis.
Fondo de la OTAN
En este proceso se han involucrado grandes organizaciones. Así, a finales de junio, el fondo de innovación de la OTAN anunció sus primeras inversiones directas en startups, en un proceso en el que prevé invertir un total de 1.000 millones de euros.
En este caso, las inversiones directas se dirigieron a ARX Robotics, fabricante de sistemas de robótica para el despliegue masivo en ámbitos como la defensa; Fractile, que está desarrollando una tecnología transformadora para mejorar las capacidades colectivas de la IA; iCOMAT, una empresa de fabricación de componentes avanzados para estructuras más ligeras, más resistentes y más sostenibles para vehículos aeroespaciales y terrestres; y Space Forge, una compañía que utiliza el entorno espacial para fabricar materiales de semiconductores avanzados para infraestructuras críticas, garantizando capacidades más potentes y resistentes en telecomunicaciones, aeroespacial y cuántica; e Isar Aerospace, que está lanzando satélites pequeños y medianos para garantizar un acceso flexible y rentable al espacio para gobiernos, instituciones y empresas.
El NATO Innovation Fund, que cuenta con el respaldo de los 24 integrantes de la OTAN, incluida España, invierte tanto en fondos especializados en estos ámbitos de defensa, como directamente en startups. En este sentido, trabaja con gestoras como Alpine Space Ventures, OTB Ventures, Join Capital y Vsquared Ventures.
Silicon Valley
En EE UU, distintos grupos de capital riesgo de Silicon Valley están contratando a veteranos del Ejército y del Pentágono, para ayudar en los proyectos de inversión en startups vinculadas a la defensa. Entre otros inversores que han incorporado especialistas militares a sus equipos figuran Andreessen Horowitz, Lux Capital y Shield Capital, según publicó la revista especializada Techcrunch.
Este crecimiento de la contratación de exmilitares coincide con el crecimiento de la inversión en startups de defensa por parte de los grupos de Silicon Valley. Según la firma especializada PitchBook, las inversiones en startups de tecnología de defensa en 2023 superó los 35.000 millones de dólares, y rondan los 9.000 millones este año, con operaciones como la protagonizada por Shield AI, que produce sistema de IA para sistemas de pilotaje de drones, que captó 500 millones.
A su vez, Anduril, startup de defensa respaldada por el inversor Peter Thiel, captó 1.500 millones de dólares, elevando su valoración hasta los 14.000 millones. La firma, que duplicó sus ingresos hasta llegar a 500 millones, prevé alcanzar los 1.000 millones en 2026.
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