Pepsico rebaja sus previsiones de crecimiento, lastrada por su guerra con Carrefour
La compañía acusa una caída del negocio en Francia, pero también el cambio de hábitos en los consumidores estadounidenses por las subidas de precios
Pepsico fue capaz de seguir creciendo con fuerza en plena ola inflacionaria, pero los consumidores parecen estar pensándoselo dos veces antes de consumir sus productos, cuyos precios han crecido con fuerza. La compañía dirigida por el español Ramón Laguarta aumentó sus ventas solo un 0,8% en el segundo trimestre del año, hasta 22.501 millones de dólares y un 1,5% en la primera mitad del año, hasta los 40.751 millones de dólares. Las cifras se quedan por debajo de las previsiones. Pepsico ha sufrido los cambios de hábitos de los consumidores, una retirada de productos en Estados Unidos y la guerra con Carrefour en Francia. El grupo ha ajustado ligeramente a la baja sus previsiones para el conjunto del año. La compañía logró un beneficio neto de 3.083 millones de dólares (+12%) en el primer trimestre y de 5.125 millones en el primer semestre (+9,5%).
“Durante el segundo trimestre, nuestro negocio registró un crecimiento de los ingresos netos, una fuerte expansión de los márgenes bruto y operativo y un crecimiento del BPA de dos dígitos, manteniéndose ágil a pesar de las difíciles comparaciones del crecimiento de los ingresos netos con respecto al año anterior, el bajo rendimiento de la categoría de alimentos preparados en Norteamérica y los impactos asociados a ciertas retiradas de productos en Quaker Foods North America”, afirmó Laguarta, presidente y consejero delegado.
El ejecutivo quiere afinar sus estrategias comerciales y realizar inversiones para tratar de estimular el crecimiento, especialmente en sus aperitivos y alimentos de conveniencia en Estados Unidos. De momento, la empresa ha ajustado ligeramente a la baja sus previsiones para el conjunto del año. Ahora espera lograr un crecimiento orgánico de los ingresos de aproximadamente el 4% (anteriormente el objetivo era de “al menos el 4%”). Ese crecimiento que la empresa considera orgánico fue del 1,9% en el segundo trimestre, por debajo del 2,9% que esperaban los analistas. Pepsico asegura tener un alto grado de confianza en lograr un crecimiento del beneficio por acción básico en moneda constante de al menos el 8% para todo el año 2024.
Tras años de subidas de precios y crecimiento de las ventas, el negocio de Pepsi en Estados Unidos atraviesa dificultades. “Las persistentes presiones inflacionistas y el encarecimiento de los préstamos en los últimos años han endurecido las condiciones financieras de los hogares”, admiten los directivos de la compañía ante los analistas. “En consecuencia, la evolución anual de muchas categorías de alimentos, incluidos los aperitivos, ha sido moderada y los consumidores se han vuelto más conscientes del valor de sus patrones de gasto y preferencias en marcas, envases y canales”, añaden. La empresa asegura que ha adoptado un programa para hacer frente a los cambios en las preferencias de los consumidores, que incluye centrarse “en ofrecer la ecuación de valor adecuada por marca, envase y canal” para estimular el crecimiento de la categoría.
En Norteamérica, los volúmenes de PepsiCo cayeron tanto en alimentos como en bebidas, y la empresa sigue afectada por la gran retirada de productos de la marca Quaker Oats que comenzó a finales del año pasado. Los ingresos descendieron un 18% en Quaker Foods con respecto al año anterior.
En Europa, mientras, la guerra que enfrentó a la compañía con el gigante francés de la distribución Carrefour sigue lastrando las ventas del conjunto del primer semestre. En el segundo trimestre, la caída de las ventas en Francia tanto de alimentación como de bebidas se ha situado en el entorno del 5%. En el conjunto de la primera mitad del año, el descenso es de cerca del 10% en alimentación y de más del 10% en bebidas, aunque la compañía no facilita cifras concretas.
Carrefour, líder de la distribución en Francia, retiró de sus estanterías los productos de Pepsico a principios de este año al negarse a asumir subidas de precios que calificó de “inaceptables”. Las empresas hicieron luego las paces y los productos de Pepsico volvieron a los hipermercados.
Pepsico llegó a incluir en su informe anual una advertencia al respecto. “Los minoristas y los grupos de compra han afectado y pueden seguir afectando a nuestra capacidad de competir en estas jurisdicciones exigiendo precios más bajos o programas promocionales más intensos, retirando nuestros productos o reduciendo de otro modo el espacio en los estantes asignado a nuestros productos”, explicaba.
Ahora, en su nuevo informe trimestral, matiza ese mensaje: “El sector minorista también sigue viéndose afectado por las acciones y el creciente poder de los minoristas, incluida la consolidación de la propiedad que da lugar a grandes minoristas o grupos de compra con mayor poder adquisitivo, especialmente en Norteamérica, Europa y Latinoamérica. Hemos visto y esperamos seguir viendo cómo los minoristas y los grupos de compra afectan a nuestra capacidad para competir en estas jurisdicciones. Seguimos supervisando nuestras relaciones con los minoristas y los grupos de compra y tratamos de identificar las medidas que podemos tomar para mantener relaciones mutuamente beneficiosas y resolver cualquier disputa significativa y potencialmente mitigar cualquier impacto desfavorable en nuestros resultados futuros”, afirma.
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