Mariangela Marseglia, una ejecutiva entre las colmenas de Amazon
Su jornada laboral nunca se extiende más allá del viernes. Los fines de semana cultiva su afición a la fotografía, la jardinería y las abejas, de las que dice haber aprendido mucho
Mariangela Marseglia (Ostuni, Italia, 1974), vicepresidenta y directora general de Amazon en España, Italia y Portugal desde 2018, maneja un discurso bien trenzado sobre la empresa, el individuo, el trabajo y la familia. La palabra clave: equilibrio. El manual del buen ejecutivo explica que su trabajo como directora general consiste en hacer crecer a la compañía aplicando las estrategias adecuadas. Fácil de decir, más difícil de lograr. En el caso de Marseglia y Amazon, supone todo un reto porque la ejecutiva asienta sus funciones sobre una montaña de inversión —13.000 millones aplicados en España desde 2011—, más de 22.000 empleados y 15.000 empresas que canalizan sus productos a través de la plataforma de ventas.
Hija de una modesta familia dedicada a la enseñanza en la escuela pública, Marseglia creció en la cultura del esfuerzo y la importancia de la educación. “Viví hasta los 19 años en Ostuni, Apulia [en el tacón de la bota de Italia], algo que me ha dado raíces profundas. He viajado mucho, pero mis raíces están en Apulia. Es una zona culturalmente muy rica de Italia; una región abierta al mar y a otras culturas con una estructura de relaciones sociales muy del Sur”. Inevitables la figura de la madre y la influencia de la religión. “No soy practicante, pero crecí en una familia católica y la religión es parte de mi vida”, aclara.
Marseglia se licenció summa cum laude en Economía y Gestión por la Università Cattolica del Sacro Cuore en Milán, a 1.000 kilómetros de sus raíces. Trabajó durante más de diez años en consultoría, marketing y desarrollo de negocio en multinacionales como Price Waterhouse Coopers, Unilever y Mars Inc. Experiencia suficiente para marcar fronteras. “Hay que procurar que el trabajo y la vida privada estén en armonía. En las mujeres sobre todo, porque a menudo, las mujeres renuncian, se rinden y por cuidar de la familia renuncian a sus aspiraciones”.
Casada, madre de un hijo de corta edad, Marseglia ha establecido sus límites. “No trabajo en fines de semana. No trabajo en vacaciones” explica. Es tiempo para la familia y para las aficiones que llenan su tiempo libre. “Tengo una curiosidad activa. No sólo intelectual”, apunta. Fotografía, jardinería, abejas, horticultura…raíces en suma. “Me gusta descubrir cosas; casi todos los fines de semana cuando estoy en Italia me ocupo de mi jardín y mis abejas. Comencé con esta afición de la apicultura en la pandemia. Las abejas son muy organizadas, forman sociedades en las que hay una inteligencia colectiva y no individual. En la sociedad de las abejas, un único individuo está muerto”.
El individuo común, su importancia, su papel en la sociedad está también en el centro de la inquietud —y aún curiosidad— de la ejecutiva de Amazon. Eso explica que uno de sus libros favoritos sea ‘Stoner’, del escritor estadounidense John Williams. La novela narra la vida de William Stoner y su ordinaria carrera profesional y académica en la Universidad de Misuri, su matrimonio y sus pasiones. La historia de un hombre normal. Una novela sobre el trabajo —el tradicional y el emocional—, la vida y las relaciones. ¿Por qué le gusta tanto una novela así a una ejecutiva que vive a caballo de dos países —reside en Italia y viaja a España cada dos semanas— y ha escalado posiciones en multinacionales implantadas en Reino Unido, Francia, Italia y España? Marseglia lo tiene claro.
El proceso, las revoluciones las hacen los individuos todos los días.
El relato de Williams le gusta porque aborda la historia de un hombre normal y “la historia la hace la gente normal más que los héroes”. “Recordamos a los héroes”, asegura, “porque es lo más fácil. Pero los héroes sólo aparecen al final. El proceso, las revoluciones, las hacen los individuos todos los días. Si lo pensamos así vemos que cada vida, cada individuo, importa. Es una buena lección para cada uno de nosotros”. Las abejas nacen con la lección aprendida, quizá por eso le gustan también tanto a Marseglia ‘Stoner’. La colmena como obra colectiva de individuos normales pero fundamentales para el conjunto.
La colmena humana global está sometida a grandes cambios. “Se ven en la forma de vivir, de consumir productos, de comer, la forma de votar (este es un año importante de elecciones). Hay que ser consciente del futuro que queremos construir”, asegura la directiva. “No quiero vivir en un mundo en el que la naturaleza esté destruida y que todo esté controlado por algoritmos”. Se trata de avanzar y de tomar medidas en este sentido. Amazon lo intenta. La compañía quiere que en 2025, el 100% de la electricidad que utiliza a nivel mundial sea 100% renovable. Ya en 2022, el 90% de la energía consumida por la compañía fue atribuible a fuentes de energía renovables.
En el mundo en cambio, el individuo protagonista y social tiene que adaptarse. ¿Cómo? Según Marseglia, mediante la formación continua. “Estamos al borde de un gran cambio y las educaciones multidisciplinares, con habilidades no solo técnicas, sino también habilidades humanas, son importantes para las generaciones jóvenes. Hay que aprender no solo matemáticas o física, también estudios humanísticos, porque eso es lo que marca la diferencia entre nosotros y las inteligencias artificiales”.
También la imagen marca diferencias. La personal y la de marca. “La reputación es importante en estos tiempos” subraya Marseglia. “Cuido mi imagen pública, tengo en cuenta que no puedes pretender aparentar algo que en realidad no eres. Intento proyectar fuera lo que soy, incluyendo mis imperfecciones; no intento proyectar que soy una mujer fantástica, sin imperfecciones. Vivo una vida normal, con una familia normal. Está bien proyectar a los que te rodean lo que en realidad eres”. En su caso, una ejecutiva bien considerada, con la responsabilidad de mejorar posiciones y experiencias de clientes en países que se parecen, pero que no son iguales. “España e Italia tienen dinámicas similares en cuanto al comercio electrónico se refiere, aunque España está algo más avanzada; hay más herramientas digitales y más startups que en Italia, que es más tradicional y con una ciudadanía no tan acostumbrada a las plataformas online”.
Pero queda camino por recorrer. En España, Amazon lanzó en diciembre de 2022 España a un Clic, una tienda con productos de pequeñas y medianas empresas de todas las regiones. La idea, explican en Amazon, es ayudarlas a vender más allá de su localidad. Además, Amazon se ha comprometido a formar a 50.000 pymes y emprendedores españoles para dar el salto a la venta por Internet con un programa de formación gratuito llamado Despega antes de que finalice 2025. Ideas y planes entre colmenas.
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