De nanocápsulas de litio para tratar el cáncer a radares para vigilar la sequía: el CSIC ofrece invertir en sus 100 patentes
El organismo público de investigación anima a las empresas a colaborar y seguir desarrollando cerca de un centenar de patentes en múltiples áreas
El Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha lanzado hoy por primera vez un catálogo que reúne un centenar de patentes tecnológicas en distintas áreas con el fin de atraer inversión privada que pueda desarrollar y poner en marcha los proyectos. Los hay vinculados a la biotecnología, como nanocápsulas con litio para el tratamiento del cáncer, hasta sistemas para monitorizar la sequía. “El catálogo recopila tecnologías innovadoras y disruptivas desarrolladas por la organismo científico, protegidas en su mayor parte mediante un título de protección industrial o intelectual, con niveles de madurez altos y con ventajas frente a las tecnologías que actualmente se están comercializando o en desarrollo, lo que las sitúa en una posición destacada”, ha señalado Ana Castro, vicepresidenta de Innovación y Transferencia (VIT) del CSIC.
El nuevo catálogo también incluye, por ejemplo, una extensa lista de especies vegetales que pueden sembrarse más allá de su temporada ordinaria de cultivo, que son resistentes a la sequía, a las malas hierbas y que han aumentado su rendimiento gracias a intervención genética. También hay otros proyectos de perfil más técnico en la categoría de materiales, como unos hidrogeles, que se pueden cargar con diferentes moléculas para mimetizar tejidos sanos y malignos, “útiles para el estudio de potenciales terapias antitumorales”, según el documento.
Los proyectos relacionados con las humanidades y las ciencias sociales proponen, por su lado, soluciones que utilizan la realidad virtual para recrear experiencia interactiva en la que los participantes pueden caminar en un universo 3D para interactuar con los objetos y las personas presentes en la experiencia. Este, por ejemplo, es un proyecto desarrollado por el Instituto Cajal para dar a conocer las investigaciones del científico español que le llevaron a obtener el Nobel.
Javier Maira, responsable de estrategia comercial e internalización de la entidad, explica que es fundamental que el sector privado apueste por estos proyecto en un periodo aproximado de 30 meses porque de lo contrario el CSIC se ve en la obligación de abandonar la patente.
Maira también aclara que esta es la primera vez que el instituto de investigación selecciona un catálogo tecnológico tan amplio. En él se han enlistado proyectos que pertenecen a 11 diferentes áreas: agricultura, biotecnología, electrónica, energía, humanidades y ciencias sociales, materiales, medioambiente, química, tecnología alimentaria, tecnología de la información y comunicación; y salud. Sin embargo, Maira destaca que hay áreas donde atraer capital es un desafío mayor aún debido al tiempo de desarrollo requerido y a que se necesitan ensayos clínicos, algunas veces con pruebas animales. Aun así, pone sobre la mesa que entre el 30% y el 35% del histórico de patentes de la entidad ya han sido licenciadas por terceras empresas. “Ahora tenemos más de 500 patentes en manos de entidades y algunas se están explotando a nivel internacional. El tratamiento de enfermedades con células madre, por ejemplo, tiene una del CSIC”, agrega.
El CSIC se ha convertido en la tercera institución europea, tras Francia y Alemania, en cuanto a producción de patentes, según datos del funcionario. Sin embargo, resalta la escasa participación privada en la generación de este tipo de proyectos. También revela que la entidad recibe más de 3 millones de euros por la comercialización de estas tecnologías y que presentarlas tiene un costo cercano al millón y medio de euros. “Por lo que el CSIC mantiene un balance positivo al respecto”, agrega. Lo importante, sin embargo, “es que estas ideas lleguen a la sociedad”.
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