Las cifras del primer año de WOW, el negocio de Dimas Gimeno: 14 millones en pérdidas y cuatro en ingresos
La empresa pagará este año 6,75 millones de euros por los alquileres de sus tiendas de Gran Vía y Serrano
El primer año de actividad real de WOW, el negocio de retail fundado por Dimas Gimeno, se saldó con unos números rojos de 13,8 millones de euros. Así lo reflejan las cuentas anuales, relativas al ejercicio 2022, que acaba de depositar en el Registro Mercantil la sociedad The Stage Ventures, bajo la que el expresidente de El Corte Inglés y sus socios desarrollan la actividad de la marca.
Aunque la empresa se dio de alta en 2019, no fue hasta el 9 de marzo de 2022 cuando WOW abrió su primer punto de venta físico, ubicado en el número 18 de la Gran Vía de Madrid. Un emplazamiento situado en una de las zonas comerciales más demandadas de Madrid y con un espacio de 5.000 metros cuadrados, repartidos en ocho plantas. Los costes ligados al inicio del proyecto, entre ellos el alquiler del inmueble, superaron con creces las ventas que consiguió generar el establecimiento en los casi 10 meses que se mantuvo abierto ese año.
Estas se situaron en 4,3 millones de euros. De esa cantidad, 3,1 millones correspondieron a la venta de productos terminados, mientras que los 1,2 millones se clasificaron como “prestaciones de servicios”. Solo el gasto en aprovisionamientos, de 4,7 millones, ya superó la cifra de negocios. A ello se suman los 4,6 millones pagados en concepto de salarios a los 118 empleados fijos que, de media, formaron la plantilla de la sociedad durante ese primer año de actividad.
“Los resultados reflejan un año donde no contamos con la venta digital durante casi seis meses, y en el que el inicio de la actividad requería una inversión”, explica Dimas Gimeno en conversación con este periódico. “Somos una startup: los inicios son de aportar dinero y la facturación tarda en llegar”, añade. Esta se elevó “más del doble” en 2023, según el ejecutivo. Los objetivos de WOW pasan por alcanzar ebitda positivo en 2025.
Para llegar al mismo, la compañía deberá generar las ventas suficientes para, por ejemplo, sufragar los importantes alquileres que debe abonar. En 2022 estos eran de 2,7 millones. A cierre de ese año, WOW solo tenía el alquiler de la tienda de Gran Vía 18, por el que abonó 2,5 millones, y dos pisos en Gran Vía 16, correspondientes a las oficinas de la empresa y almacenes.
A finales de ese año, WOW firmó el contrato de alquiler para su segunda tienda, la ubicada en Serrano 52, también en Madrid, y que abrió sus puertas en noviembre de 2023. Como detalla la memoria financiera, los importes que el negocio de Dimas Gimeno tiene comprometidos en el arrendamiento de sus dos tiendas son significativos y crecientes. Este año debe afrontar el pago de 6,75 millones: 3,15 corresponden a la renta mínima garantizada firmada en el edificio de la Gran Vía, mientras que para el de Serrano 52 el alquiler se eleva a 3,6 millones.
Un precio que se elevará en los dos años siguientes. Según la información de las cuentas, el alquiler de Serrano para 2025 será de 3,8 millones, y llegará a 4 millones en 2026. El contrato está firmado por una duración máxima de 30 años, aunque solo los cinco primeros son obligatorios. En el de Gran Vía, el contrato es hasta 2026, prorrogable por dos años más, en los 3,15 millones actuales. “Para 2024 queremos que las dos tiendas sean rentables en su operativa”, dice Gimeno. “Hemos sido ambiciosos con los alquileres, pero tenemos la voluntad de rentabilizarlos”.
Sufragado con capital
Hasta ahora, WOW financia sus inversiones y su operativa corriente con las inyecciones de capital que ha recibido en los últimos años, a la espera de que su actividad de retail, que apuesta por marcas de moda de precios elevados y dirigidas a un público nicho, alcance mayores cifras. En 2022, la empresa acometió tres ampliaciones de capital, con las que se insuflaron más de 20 millones.
Gimeno ha atraído a su proyecto a varios socios. Entre ellos Vertical Partners, vehículo de la familia colombiana Urrea, que en la actualidad tiene el 25% del capital. En los últimos meses ha dado entrada al grupo chileno Inder, con un 10% de la empresa. “Tenemos que seguir buscando inversión, sobre todo para afrontar la expansión digital. Cada vez necesitamos menos para financiar la operación”, dice Gimeno, quien no descarta una nueva ronda de financiación a finales de este año con mejores valoraciones. FJ Labs y Athos son otros fondos que también están en su accionariado. “El proyecto está vigente, por eso tenemos el apoyo de inversores”, defiende el empresario.
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