Meliá propone recuperar el dividendo con cargo a reservas voluntarias
El orden del día de la junta del próximo 9 de mayo incluye esa petición, con la que retornaría la retribución al accionista, cancelada desde 2019
Buenas noticias para los accionistas de Meliá. La primera hotelera de España por número de habitaciones quiere recuperar el dividendo tras cuatro años sin repartirlo como consecuencia del deterioro económico sufrido por la crisis del Covid-19. En el orden del día de la próxima junta de accionistas, que se celebrará el 9 de mayo en primera convocatoria, la hotelera propone en el punto 1.6 “la aprobación de la distribución de un dividendo con cargo a reservas voluntarias”, según la información remitida a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Desde la compañía matizan, no obstante, que el regreso al dividendo será progresivo hasta volver a la política de retribución al accionista precovid, en la que se destinaba un pay-out (porcentaje del beneficio neto que se dedica a dividendo) del 30%.
El último gesto que la compañía fundada por la familia Escarrer tuvo con sus accionistas se produjo el 9 de julio de 2019, fecha en la que procedió al pago de un dividendo ordinario de 0,18 euros por título. Desde esa fecha, la situación económica crítica de la compañía ha sido la principal razón que llevó al Consejo de Administración a proponer que no se repartiera dividendo. En la última junta de accionistas, celebrada el 22 de junio de 2023, la compañía propuso no repartir dividendo “para fortalecer la solvencia y liquidez de la compañía”, tras acumular pérdidas de 22,4 millones en los ejercicios anteriores. La decisión contó con el respaldo del 78,8% de los accionistas con derecho a voto.
La decisión de Meliá de recuperar el divididendo está intimamente ligada con la reactivación explosiva del turismo. La hotelera registró en 2023 máximos históricos de facturación y beneficio, superando en ambos casos los niveles de 2019. La compañía se anotó una facturación de 1.928 millones en 2023, lo que supuso un crecimiento del 14,8% respecto a 2022 y superar en 40 millones la cifra de negocio precrisis. El resultado de explotación (ebitda) se disparó otro 16% anual hasta los 486,5 millones, superando la previsión de 475 millones realizada a principios de año y rebasando los 477,9 millones logrados en 2019.
La asignatura pendiente de la hotelera es la reducción de la deuda. A 31 de diciembre de 2023, el pasivo neto ascendió a 2.613 millones de euros, apenas 60 millones menos que un año antes, lo que equivalió a 5,3 veces el ebitda. El consejero delegado de Meliá, Gabriel Escarrer, insistió durante la presentación de resultados que la prioridad será llevar la deuda a niveles precovid. Solo mes y medio después cerró un acuerdo mediante el que el vehículo de inversiones Moon GC&P Investments S.L.U., propiedad de Banco Santander, pasará a ser propietario a partir del 11 de abril de 2024 de un porcentaje minoritario (38,2%) de los tres activos incluidos en la filial, todos operados por Meliá: Me London (Londres), Gran Meliá Palacio de Isora (Tenerife) y Meliá Cala Galdana (Menorca). En el hecho relevante, Meliá aclara que el vehículo de inversiones de Santander desembolsará 300 millones de euros, que quedarán recogidos en el epígrafe de participaciones no dominantes del balance consolidado de la hotelera.
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