Meliá logra máximos históricos de ingresos y beneficio, pero apenas reduce la deuda
La hotelera priorizará el desapalancamiento para que el pasivo solo suponga 2,5 veces el resultado de explotación al cierre de 2024
La recuperación del turismo ha llevado a Meliá, la primera cadena hotelera de España por número de habitaciones, a alcanzar máximos históricos de facturación y beneficio, superando en ambos casos los niveles de 2019. La compañía registró una facturación de 1.928 millones en 2023, según la información facilitada a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), lo que supuso un crecimiento del 14,8% respecto a 2022 y superar en 40 millones la cifra de negocio precrisis. El resultado de explotación (ebitda) se disparó otro 16% anual hasta los 486,5 millones, superando la previsión de 475 millones realizada a principios de año y rebasando los 477,9 millones logrados en 2019.
“Estos resultados consolidan la curva de recuperación iniciada en el año 2022 y apuntalan la continuidad en la mejora que esperamos mantener también durante 2024, un año que según nuestras estimaciones y los indicadores de reservas, mantendrá la tendencia al alza del negocio”, recalcó Gabriel Escarrer, consejero delegado de Meliá.
La deuda sigue siendo la gran asignatura pendiente de la hotelera. A 31 de diciembre de 2023, el pasivo neto ascendió a 2.613 millones de euros, apenas 60 millones menos que un año antes, lo que equivalió a 5,3 veces el ebitda. Escarrer destacó que el desapalancamiento será una de las prioridades de la compañía durante este ejercicio. “Seguiremos aprovechando la coyuntura para fortalecer nuestro balance y retornarlo a los saludables niveles de deuda y generación de valor previos a la pandemia”, incidió el consejero delegado de Meliá, que recordó la primera operación cerrada en 2024 en ese sentido, como fue la venta de una participación mayoritaria en una joint venture al Banco Santander por 300 millones a través de una ampliación de capital. “La compañía mantiene como una de sus prioridades continuar fortaleciendo su balance mediante la generación de caja y la rotación de activos con el objetivo para el cierre del año 2024 de retornar al ratio de deuda financiera neta sobre ebitda de 2,5 veces”, precisó Escarrer.
Y para cumplir con esa hoja de ruta, la compañía descuenta el buen desempeño previsto para el primer trimestre de 2024. “Está siendo un primer trimestre positivo en Canarias, Cabo Verde, República Dominicana y México, en los que coincide en temporada alta”, señalan fuentes de la empresa, que también añaden las positivas perspectivas para Semana Santa (con un incremento de ventas en libros del 10% hasta el momento), lo que invita a pensar que se acelerará la anticipación de las aperturas de hoteles vacacionales de sol y playa. “Algunos hoteles del litoral peninsular no se han cerrado este invierno y 16 hoteles de costas peninsulares e Islas habrán abierto en marzo de forma anticipada”, recalca la hotelera, que anticipa un aumento de la facturación del 10% para la próxima Semana Santa, “con una satisfactoria evolución de la tarifa media y un volumen de reservas que según las estimaciones todavía seguirá creciendo”.
Tras cuatro años de parálisis, Meliá descuenta una fuerte recuperación para la demanda desde Asia, donde ha concentrado una parte sustancial de sus aperturas para 2024: “Los primeros meses de 2024 avalan las previsiones sobre la continuidad en la fuerte recuperación iniciada en China. En cuanto al sudeste asiático, la demanda sigue sólida hacia Bali con su valor añadido de experiencias y mejora en Vietnam con unas ventas superiores a 2023 y unas buenas perspectivas para el segmento de encuentros e incentivos en Hanoi. Por lo que respecta a Tailandia, se reactiva la demanda del mercado chino y destacan tanto las ventas directas como las realizadas a través de agencias online. Junto a la demanda internacional hacia la región, se constata también la reactivación de los viajes desde los mercados asiáticos al resto del mundo”.
Recuperada la demanda de activos de sol y playa, Meliá cree que este ejercicio será el del regreso del turismo de convenciones, incentivos y congresos (MICE por sus siglas en inglés). “Han registrado un fuerte crecimiento en 2023 y las reservas ya confirmadas para 2024 y 2025 así lo corroboran”.
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